Asimismo, explicaron los avances de un posible Tratado de Integración Profunda de Libre Comercio entre nuestro país y Perú.
Al respecto, la senadora Rosario Green Macías estimó que quienes negocian los contenidos de los acuerdos “deben procurar optimizar los beneficios y prever mecanismos para amortiguar posibles efectos indeseables provocados por una mayor apertura”.
Dijo que las reiteradas objeciones “de un sector significativo de productores rurales”, están fundadas “en las repercusiones negativas que les ha significado la entrada en vigor de otros tratados de libre comercio, como el que se firmó con América del Norte”.
Por ello, subrayó, es necesario que las dependencias vinculadas con la negociación proporcionen información sobre las precauciones que se tomaron para evitar que el sector agropecuario sea afectado.
“Se trata --destacó la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores-- de acuerdos comerciales con países con los que evidentemente existe competencia en materia de producción agropecuaria”.
Por su parte, el senador Alberto Cárdenas Jiménez manifestó que el comercio exterior tiene que ser la palanca para el desarrollo rural y “por estrategia nacional debemos diversificar” la importación y exportación de alimentos.
El presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería enfatizó que en los convenios con las naciones sudamericanas se salvaguardan y refuerzan las medidas sanitarias entre los países y “no se está negociando ni un solo centímetro de lo que hemos ganado y sostenido en las últimas décadas”.
Resaltó que “uno de los negocios que tienen mejores perspectivas en el mundo es la producción de alimentos” y México, que ocupa el doceavo lugar en la producción de alimentos, “está convocado a jugar más en las canchas internacionales”.
A su vez, el senador Eloy Cantú Segovia precisó que nuestro país es líder en comercio exterior en América Latina, pero “si no damos el paso para entrar a Colombia y a Perú, tengan la seguridad que una economía como la de Brasil se va a meter y nos va a comer el mandado”.
Afirmó que “los sectores industriales consultados están a favor de la profundización del tratado de libre comercio con Colombia”, porque consideran que se van a aumentar las posibilidades de exportación a ese país.
Sin embargo, subrayó el presidente de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial, es necesario lograr el equilibrio para que el beneficio de unos sectores no sea en demérito de otros”.
En tanto, el senador Heladio Ramírez, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, consideró que se tiene que revisar la inquietud e inconformidad de los productores, ya que sería pésimo que se firmara un convenio a espaldas de los sectores productivos.
Poco serviría en México una apertura así, si el campo va seguir siendo perjudicado, recalcó el legislador priista.
En este sentido, subrayó que aún se está “muy a tiempo de replantear el diálogo con los productores, porque el bien para México significa el bien de los productores”.
Por su parte, Patricia Espinosa Cantellano, secretaria de Relaciones Exteriores, aseguró que es un hecho que gradualmente disminuye la presencia de México en el mercado mundial.
Señaló que se han perdido espacios por el incremento de la concurrencia de otros proveedores en nuestros principales mercados, por lo que “hoy nos corresponde, juntos, si queremos que esa tendencia continúe”.
Por ello, dijo que es claro que está en el interés de México y en el bienestar de los mexicanos entrar en negociaciones comerciales con más países, a fin de asegurar nuestra participación en el comercio global y en condiciones ventajosas.
Recordó que las inversiones mexicanas en América Latina suman más de 50 mil millones de dólares, en el caso de Colombia el monto supera los 5 mil 500 millones y en el de Perú asciende a más de 3 mil 600 millones de dólares.
Ante este panorama, puntualizó que el crecimiento de nuestros vínculos con Colombia y Perú depende en gran medida de la aprobación de los acuerdos comerciales por parte del Senado.
En su oportunidad, Bruno Ferrari, secretario de Economía, precisó que el tratado con Colombia es el más exitoso que México ha firmado, debido a que las exportaciones mexicanas a ese país han pasado de 306 a 3 mil 757 millones de dólares; es decir, han crecido mil 100 por ciento.
Por ello, expuso, se busca profundizar este tratado para incorporar nuevos productos, a fin de promover un mayor intercambio comercial y abrir horizontes de crecimiento a las empresas mexicanas, así como facilitar el comercio al reducir requisitos y promover una mayor participación de los productos elaborados en México.
Dijo que de ratificarse este tratado con el país sudamericano, México iría por un mercado potencial inicial de 360 millones de dólares en diferentes productos.
Con respecto al Perú, dijo que no se le puede seguir dando la espalda a este país ya que es un aliado comercial estratégico, por lo que se está cerca de concluir una negociación con esta nación.
Por último, sentenció que el liderazgo de México en la región no debe detenerse por “la cerrazón de unos cuantos, cuando se han cuidado con esmero cada una de sus preocupaciones”.
En tanto, el titular de la SAGARPA, Francisco Javier Mayorga Castañeda, recordó que el común denominador en las preocupaciones de los agricultores son las medidas fitosanitarios establecidas en los acuerdos.
En este sentido, expresó que existe un marco regulatorio internacional y nacional para proteger la saluda animal, vegetal y humana.
Dijo que el tratado con Colombia “representa un balance de intereses entre las partes”, por lo que México dejó fuera de la negociación al café, cacao, azúcar y alcohol etílico, y la nación sudamericana la carne de cerdo.
Precisó que el acceso que se otorgó en productos lácteos y carne de bovino “es limitado y condicionado al cumplimiento de los requisitos sanitarios”.
Sobre el convenio comercial con Perú refirió que hasta el momento con las negociaciones se pretende la desgravación para productos agroalimentarios mexicanos como trigo, harina, pastas, preparaciones para alimentación, bebidas a base de jugos de fruta, bebidas no alcohólicas, tequila, cerveza, tomates, entre otros.
En la ronda inicial de intervenciones, el senador Juan Bueno Torio, del PAN, consideró que no vendrá de ningún país del mundo y particularmente de Colombia algún producto que no cumpla con las regulaciones sanitarias que se están planteando como país.
No estamos exentos de un brote de cualquier enfermedad porque la fiebre aftosa independientemente de que venga en algún producto cárnico también puede venir en la suelas de los zapatos o en los contenedores de otros productos que importe nuestro país, precisó.
A su vez, el senador priista Alfonso Elías Serrano consideró que el tratado de libre comercio con Colombia y uno posible con Perú serían de muy alto riesgo para la ganadería y la agricultura nacional, en virtud de que en esos países recurrentemente sufren de algunas plagas y enfermedades como la fiebre aftosa.
Por ello, advirtió que tener un solo brote de fiebre aftosa en México representaría el cierre inmediato de las exportaciones de ganado en pie hacia los Estados Unidos, por lo que es fundamental proteger el status sanitario en nuestro país.
El senador Antonio Mejía Haro, del PRD, reflexionó acerca de la viabilidad de continuar con “el síndrome de trataditis” ante la ineficacia de éstos, como el caso del TLCAN en el que se exponen de manera peligrosa productos agropecuarios más sensibles.
La profundización del tratado con Colombia es un peligro mayor para el estatus sanitario, ya que al considerar la ampliación a la carne de res se podría caer en un problema de fiebre aftosa y se terminaría así la exportación de casi un millón 200 mil becerros a Estados Unidos, que representan 500 millones de dólares, subrayó.
Por el PVEM, la senadora Ludivina Menchaca Castellanos expresó que México requiere de la diversificación de mercados para potencializar la producción de bienes y servicios donde tenemos ventaja competitiva y reducir “la excesiva dependencia del mercado estadounidense”.
Pero debemos analizar con mucho cuidado e incluso oponernos a los acuerdos en los que se mande a competir a nuestros productores con desventajas abismales respecto de los de otras naciones, asentó.
A nombre del PT, el senador Ricardo Monreal Ávila advirtió que los argumentos de los funcionarios a favor de las negociaciones comerciales “repiten las mismas palabras del 94: más ventajas, recursos, modernización, empleo y dinero para todos, pero hoy sabemos que fue una apertura irracional, hecha con prisas y sin estudios detallados sobre sus implicaciones a los campesinos y al campo mexicano”.
Antes de diversificar nuestro comercio hacia otras partes del Continente Americano, dijo, es necesaria “la renegociación del TLC con América del Norte en materia agropecuaria, porque ha generado pobreza, desempleo, migración, abandono del campo y ha sincronizado nuestra economía con la de Estados Unidos”.
El senador Dante Delgado señaló que el problema no son los posibles tratados comerciales con Colombia y Perú, sino que “se tiene abandonada la política de soberanía alimentaria, pues estamos importando la mitad de los granos que consumimos y su compra es creciente”.
El discurso, enfatizó el legislador por Convergencia, “no corresponde a la realidad, ya que el crecimiento económico de nuestro es el menor de América Latina y el abandono del campo es manifiesto”.
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