{audio}2012/boletines/mar/2012-03-01/731.mp3{/audio}

La Cámara de Senadores recibió la Estrategia Nacional de Energía (ENE) propuesta por el Ejecutivo federal para el periodo 2012-2026, que pretende restituir reservas e incrementar la producción de crudo y gas natural.

En el documento se destaca que México cuenta con un potencial de hidrocarburos aún por cuantificar, por lo que “es indispensable establecer una dinámica de crecimiento agresivo, que permita enfrentar la declinación de los yacimientos más importantes e incrementar las reservas”.

Se resalta que es probable la existencia de estructuras geológicas que podrían contener hidrocarburos y que se encuentran compartidas con Estados Unidos a lo largo de la línea de delimitación entre ambos países en el Golfo de México, localizadas más allá de las 200 millas náuticas contadas desde la línea de base, sobre la delimitación de la Plataforma Continental.

En este sentido, se precisa al Senado, se trabajó en la formalización de un acuerdo sobre yacimientos transfronterizos con el gobierno estadounidense, a fin de “permitir una explotación eficiente, equitativa y ambientalmente responsable, que brinde certidumbre jurídica y respete los derechos soberanos de cada país respecto de sus recursos naturales”.

En el diagnóstico de la ENE se estima que el proyecto Ku-Maloob-Zaap, el más importante del país en la producción de crudo, alcanzará su producción máxima en el 2017 y después de esa fecha iniciará su etapa natural de declinación.

Por otro lado, Cantarell “continuará siendo relevante en la producción de corto plazo, aún cuando se encuentre en su etapa de declinación” y se prevé pasará de 444 millones de barriles diarios en 2012 a 150 millones de barriles diarios en 2026, por lo que se mantendrá como el segundo proyecto más importante, por lo menos hasta el 2018.

Uno de los retos que establece la Estrategia del Ejecutivo es la promoción del uso de energías no fósiles para la generación de electricidad.

En este sentido, se propone elaborar estudios para determinar la viabilidad financiera, técnica, política y social, así como las implicaciones ambientales de la incorporación gradual de nuevas centrales nucleares.

Además, desarrollar un programa específico en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad, los institutos de Investigaciones Eléctricas y Nacional de Investigaciones Nucleares, así como con la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias y la Secretaría de Energía para decidir y, en su caso, proceder con el primer proyecto nuclear de dimensión suficiente para construirse en una ruta segura y competitiva.

En el documento se menciona que de acuerdo con estudios geológicos y geofísicos realizados a la fecha, se estima que nuestro país cuenta con 54.6 miles de millones de barriles de petróleo crudo equivalente (MMMbpce) de recursos prospectivos al primero de enero de 2012.

Alrededor del 65 por ciento de dichos recursos --35.6 MMMbpce-- se encuentran documentados y están asociados a localizaciones exploratorias y el restante 35 por ciento --19 MMMbpce-- se encuentra estimado a nivel play, es decir, de manera más agregada y sin una localización puntual.

De estos recursos prospectivos adicionales, 53.6 por ciento se encuentran en aguas profundas del Golfo de México, mientras que el 36.5 por ciento se ubican en las cuencas del sureste: Salina de Istmo, Reforma-Comalcalco, Macuspana, Litoral de Tabasco y Sonda de Campeche, y el 9.9 por ciento se encuentra distribuido en las cuecas de Burgos, Sabinas, Tampico-Misantla, Veracruz y Plataforma de Yucatán.

En tanto, los recursos prospectivos en aguas profundas, tanto documentados como adicionales --26.5 MMMbpce o 48 por ciento de los recursos totales-- se han identificado 10 áreas relevantes: Cinturón Subsalino, Oreos, Nancan, Jaca Patini, Lipax, Yoka, Han, Cinturón Plegado Perdido, Holok y Noxhux.

Se advierte que de estas áreas sólo las tres últimas están documentadas y se cuenta con estimaciones económicas, tamaño prospectivo, tipo de hidrocarburo, proximidad de instalaciones, geología y otros elementos técnicos.

“Cabe destacar que dichos recursos se caracterizan por ser de gran volumen y alto riesgo, con costos de desarrollo que demandan inversiones entre dos mil y cuatro mil millones de dólares”.

El Ejecutivo también hizo notar que la producción de hidrocarburos, presente y futura, requiere no sólo del descubrimiento de reservas, sino también de la identificación de nuevos recursos prospectivos para hacer sustentable la producción tanto en el mediano como en el largo plazo.

Para tal efecto, “es necesario crear las capacidades técnicas necesarias, incorporar y desarrollar nuevas tecnologías y contar con niveles de inversión superiores a los ejercidos en el pasado”.

De esta manera, resaltó, será posible lograr mayor eficiencia en el descubrimiento y desarrollo de reservas, así como en la producción.

El documento se turnó a la Comisión de Energía.


--oo0oo--