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De aprobarse la iniciativa, el estado estará obligado a otorgar facilidades a los interesados en adoptar, satisfaciendo siempre el interés superior de la infancia.
La adopción –señaló-- es una institución que construye y fortifica lazos de afectividad recíprocos entre padres e hijos, procura el desarrollo armónico de unos y otros, respeta la dignidad de ambas generaciones y alienta sus libertades.
Advirtió que el problema a futuro es definir si el derecho a fundar una familia adoptiva, tanto como el derecho de la infancia desamparada a tenerla, son posiciones jurídicas que deben constar expresamente en la Constitución o es suficiente que aparezcan en normas secundarias.
Informó que en el mundo cada cuatro segundos nace un niño y en México cada catorce segundos, por lo que no existe justificación a todas las injusticias a que se somete a la infancia, como la desnutrición, falta de cariño, enfermedades, abuso, explotación y desde luego la exposición o abandono.
Resaltó que niños y adolescentes están expuestos a muchos riesgos por la violencia existente, a la que sólo le hará frente la solidez familiar en el hogar.
La iniciativa se turnará a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos.
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