Número-1261

  • México tiene zonas endémicas de esta enfermedad, por lo que no se debe bajar la guardia en su diagnóstico y tratamiento.

 

Debido a las diversas acciones realizadas para combatirla, la lepra es una enfermedad que ha disminuido su frecuencia en México, incluso ya no se considera como un problema de salud pública.

 

Sin embargo, el Senado llamó a la Secretaría de Salud y al Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades a no bajar la guardia ante este padecimiento infeccioso y crónico, pues en nuestro país hay zonas endémicas.

 

La Cámara de Senadores exhortó a dichas dependencias para que, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, fortalezcan las campañas de supervisión y detección de casos, así como a proporcionar un tratamiento oportuno para quienes lo requieran.

 

Con base en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, hasta la semana 52 de 2020, en México se tenía el registro de 90 pacientes con lepra, en contraste con los 168 casos del 2019.

 

Estas cifras ubican a nuestro país entre las naciones que han alcanzado el objetivo establecido por la Organización Mundial de la Salud, de un solo caso por cada 10 mil habitantes, para desestimar a la enfermedad como un problema de salud pública.

 

El dictamen también expone que el “Programa de Lepra” en México, prevé la búsqueda intencionada de casos, principalmente en Oaxaca, Sinaloa, Jalisco, Colima, Nuevo León, Nayarit, Guerrero, Michoacán, Coahuila y Sonora, donde se registraron 75.5 por ciento de los casos a nivel nacional en 2018.

 

Se trata de una enfermedad infecciosa crónica, que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, que se transmite por gotículas nasales y orales, cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados.

 

 

 

 

 

Con el Programa se busca difundir el mensaje a la población de que la lepra es curable, su tratamiento gratuito y que el diagnóstico oportuno es fundamental para reducir riesgos de discapacidad.

 

Adicionalmente, en el documento se expone que es un padecimiento con alto grado de estigma y discriminación, incluso, se han observado comunidades donde la población no informa que se tuvo contacto con una persona infectada, para evitar el rechazo.