Reforma energética en materia de exploración y extracción de hidrocarburos, no producirá los resultados buscados: Senadora Padierna Luna.
• Los recursos para el Estado y los destinados para el Fondo Mexicano del Petróleo serán insuficientes
La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna consideró asombroso el optimismo con que fue elaborada la iniciativa de Ley del Fondo Mexicano del Petróleo, toda vez que presupone que a éste llegarán una gran cantidad de recursos, suficientes para pagar a los contratistas las contraprestaciones que se establezcan en los contratos; realizar transferencias a varios fondos; pagar los costos del fideicomiso, incluyendo a los consejeros independientes y los auditores externos; enterar al fisco por lo menos el equivalentes al 4.7% del PIB (785 mil millones de pesos en 2014); y además, constituir una Reserva que se invertiría en activos financieros.
La legisladora perredista advirtió que esta disposición sólo se podría lograr si se mantiene el régimen fiscal que se aplica a Pemex -y que se mantiene en la iniciativa de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos-, ya que el aplicado a los contratos generará menores recursos, de los cuales una proporción importante, el Impuesto sobre la Renta, no ingresarán al Fondo.
“Es muy probable que ni las aportaciones que realice Pemex, mientras no desaparezca, alcanzarán para tanto. Los contratos ni por asomo aportarán los recursos que vaya dejando de aportar Pemex, durante su agonía. Sólo baste señalar que las utilidades que generen los contratos serán sujetos del pago del Impuesto sobre la Renta, recursos que no llegarán al Fondo”, añadió.
Para respaldar este comentario, dijo la también integrante de la Comisión de Hacienda del Senado, se realizó una estimación sobre los ingresos que recibiría el Estado y los que se integrarían al Fondo para los años 2018 y 2025, que son los considerados como horizonte de planeación en la Estrategia Nacional de Energía 2014-2018. La ENE considera aumentar la producción de petróleo crudo de 2.6 a 3.5 millones de petróleo crudo por día y de 6.4 a 10.4 miles de millones de pies cúbicos de gas natural por día.
Parte de esta producción sería aportada por Pemex y el resto por contratistas privados. Para estimar qué parte correspondería a cada uno, se utilizó la solicitud que hizo Pemex a la Secretaría de Energía para que se le otorgaran las asignaciones iniciales (Ronda Cero).
Padierna Luna refirió que Pemex solicitó la totalidad de las reservas probadas (1P) que corresponden a los hidrocarburos que pueden extraerse con un alto grado de certidumbre. Dentro de ellas se encuentran los campos en producción y los ya desarrollados en los que no se ha iniciado la extracción. También solicitó el 61% de las reservas probable (2P), que son las cantidades de hidrocarburos que se estima tienen un 50% de probabilidad de que sean extraídos.
Finalmente solicitó el 56% de las reservas posibles (3P), que son los hidrocarburos que se pudieran extraer con una probabilidad del 10%.
“De acuerdo con esto, Pemex tendría asignadas el 71% de las reservas totales, lo que no necesariamente significa que fuera el principal productor, ya que la iniciativa de Ley sobre Hidrocarburos deja abierta la posibilidad de que las asignaciones migren a contratos, con o sin la participación de Pemex. Las actividades de Pemex se concentrarían en los campos productores convencionales, dejando para los privados los no convencionales que corresponden principalmente a aguas profundas y al gas de lutitas”, señaló.
La senadora consideró que en caso de que las asignaciones solicitadas por Pemex le sean aprobadas -con lo cual se mantendrían por lo menos los niveles actuales de producción y que no migren a contratos-, se les aplicaría el régimen fiscal para las asignaciones, definido en el Título Tercero de la Iniciativa de Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, que, como ya se mencionó es el mismo que se aplica actualmente.
“Bajo este escenario, los recursos que aportaría Pemex al Estado, y que se depositarían integralmente en el Fondo, disminuirían del 5.6% del PIB que representaron en 2013 al 4.6% en 2018 y al 3.5% en 2025. Estos cálculos se hicieron considerando la producción, tanto de petróleo crudo como de gas natural, sería la misma que en 2013; el precio del petróleo crudo se mantiene constante en 98.54 dólares por barril y el del gas natural en $53.89 por mil pies cúbicos; los costos de producción también se mantienen constantes en $306.45 por barril de petróleo crudo equivalente; el régimen fiscal también se mantiene constante y el PIB que crece 4.0% en promedio anual”, sentenció.
Por otra parte, afirmó, para mantener la plataforma de producción, Pemex tendría que realizar inversiones por aproximadamente 300 mil millones de pesos anuales, cifra similar a la inversión realizada en 2013 para exploración y explotación, sin que genere los recursos suficientes para mantener este ritmo de inversiones, por lo que es improbable que pueda sostener las asignaciones sin migrar a contratos.
“El resto de la producción para lograr las metas del ENE sería aportado por los contratos. Las aportaciones de los contratos a las finanzas públicas serían equivalentes al 0.6% del PIB en 2018 y al 0.9% en 2025. De estos, se aportarían al Fondo en 0.3 y 0.5%, respectivamente, ya que el Impuesto sobre la Renta no ingresaría al Fondo. Los supuestos de cálculo serían los mismos que para el caso de Pemex, a los que se adiciona el supuesto de que el 50% de la utilidad de los contratos corresponda al Estado”, abundó.
A consideración de la senadora las aportaciones totales al fondo equivaldrían al 4.9% del PIB en 2018 y al 4.0% en 2025. Estas cantidades serían insuficientes para realizar los pagos que se señalan en la iniciativa del Fondo Mexicano del Petróleo y menos para constituir una Reserva. “En el caso de que la totalidad de las asignaciones migren a contratos, el panorama es todavía más desfavorable, ya que el Fondo sólo contaría con el equivalente al 2.3% del PIB en 2018 y el 2.0% en 2025”.
Padierna Luna advirtió que, de acuerdo con el análisis anterior, se puede deducir que los efectos de la reforma energética, en materia de exploración y extracción de hidrocarburos, no producirán los resultados buscados. “Los recursos para el Estado y especialmente los destinados al Fondo Mexicano del Petróleo serán insuficientes para pagar los costos del Fondo, las aportaciones a los distintos fondos, las transferencias a la Tesorería de la Federación y mucho menos para la constitución de una Reserva”.
“La única manera de que ello ocurra sería que los precios de los hidrocarburos aumenten considerablemente, lo que es una apuesta muy riesgosa ya que los considerados en los cálculos previos son de los más altos que se han registrado en la historia. Por otra parte, si los precios de los hidrocarburos aumentaran impactaría en los precios de los combustibles, lo que sería contradictorio con la publicidad que ha hecho el Ejecutivo para tratar de justificar su reforma, sobre la disminución de los precios de los energéticos”, concluyó.
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