• Eleva cargas tributarias, endeuda a la nación y genera incertidumbre para la inversión y el empleo
  • El estancamiento económico es resultado de una reforma fiscal mal diseñada

Senadores del Partido Acción Nacional (PAN) anunciaron su voto en contra del dictamen en lo general de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal del 2015, por considerar que los bolsillos de los mexicanos se encuentran en riesgo frente a un marco tributario que no garantiza desarrollo y crecimiento económico para el país.

En tribuna, el senador Ernesto Cordero Arroyo denunció que el paquete económico propuesto por el gobierno federal eleva las cargas impositivas y endeuda a la nación, afectaciones que tendrán su mayor impacto en la generación de inversiones y empleos, así como en los ingresos de las familias que luchan por formar un patrimonio.

Los pequeños y medianos comerciantes hoy padecen los efectos negativos de una reforma fiscal mal diseñada aprobada el año pasado, la cual, dijo, sólo ha generado estancamiento como lo advirtieron los senadores del PAN al votar en contra en esa ocasión.

Resaltó que aprobar la Ley de Ingresos como está planteada, significa limitar la inversión del sector productivo nacional con disposiciones que impiden la deducción inmediata de inversiones; elevar la carga impositiva en recursos y tiempo a los pequeños contribuyentes al incorporarlos a un régimen en el cual es imposible contribuir.

También representa impedir que se puedan deducir por completo los honorarios médicos y hospitalarios, gastos de funerales, intereses reales de los créditos hipotecarios, las primas de gastos médicos, entre otros; disminuir las prestaciones de los trabajadores al impedir la deducción que antes otorgaban los patrones, sostuvo.

Aprobar el dictamen en sus términos, abundó, implica estar a favor de afectar la calidad de vida de los mexicanos en la frontera al mantener el aumento del IVA en esa zona; atentar contra el bolsillo de los mexicanos al utilizar el precio de las gasolinas con fines recaudatorios y aumentar los impuestos a las generaciones futuras al incrementar el endeudamiento del país.

El senador Cordero refirió que el gobierno federal a pesar de contar con recursos inéditos producto del endeudamiento, es incapaz de generar condiciones de crecimiento económico, además de que ejerce el gasto público con gran ineficiencia, pues en lugar de servir como palanca para el desarrollo, se ha convertido en un instrumento de presión de los gobernadores y alcaldes.

En el proceso de discusión del dictamen, el senador Víctor Hermosillo y Celada también expresó su rechazo a la Ley de Ingresos, pues subrayó que avalarla “es traicionarme a mí y a los que confiaron en mí cuando me eligieron como su senador”.
Hace un año, recordó, como Grupo Parlamentario votamos en contra y teníamos razón, ya que en 2013 la economía subió 1.1 por ciento, en el 2014 se espera que sea de 1.7 por ciento, ojalá y lleguemos pero lo dudo, y para 2015 dicen que será de 3.7 por ciento, pero en todos los pronósticos se han equivocado.
“La realidad es que la economía no crece porque no hay incentivos, y esta reforma es igual a la del año pasado y la inversión no se impulsará.
“El poder adquisitivo en México bajó 5 por ciento, la competitividad 8 por ciento, pero el presupuesto de gastos aumenta y aumenta, es 26 por ciento más grande que en 2012”, precisó.
La producción petrolera va hacia bajo y el precio del barril también, y ahora vamos a pedir 672 mil millones de pesos, y el dólar también viene para abajo, la Reserva Federal de Estados Unidos ya lo está anunciando.
Por ello, el legislador por Baja California preguntó: ¿dónde quedó el presupuesto equilibrado que ofreció el Presidente cuando tomó posesión?
“La realidad es que hay falta de capacidad administrativa, falta de transparencia y, sobre todo, corrupción. El gobierno federal está pensando en un gasto para conservar el poder, no para ayudar al desarrollo del país”, afirmó.

En su turno, el senador Roberto Gil Zuarth señaló que votar “a favor de este dictamen es avalar la política fiscal y la gestión económica de la administración actual, una política fiscal que no tiene los pies en la realidad, una gestión que estanca la economía y que puede comprometer seriamente el futuro del país”.
“La política fiscal de este gobierno es una suma de malas ideas que ya demostraron sus penosos resultados, es la irresponsable combinación de una mayor carga fiscal a empresas y familias que desalienta la inversión, el consumo y la generación de empleos, gracias a una reforma fiscal que distorsionó mercados que funcionaban eficientemente y que cargó los costos sobre los mismos de siempre”, sostuvo.
Gil Zuarth afirmó que la reforma fiscal no quiso ser corregida “a pesar de que ya demostró su profunda inconveniencia porque está asfixiando a las empresas y a las familias, sobre todo en el norte del país y porque pretende hacer del precio de las gasolinas un nuevo impuesto para la gente, cuando la narrativa del gobierno es que las gasolinas bajarán de precio, lo cual es una mentira”.
No se puede cambiar la sensación que todos compartimos, el reclamo de millones de personas que nos dicen que las cosas no van bien y porque no van nada bien no se puede avalar esta propuesta fiscal, dijo.
“El voto en contra es la advertencia democrática de que existe una alternativa, la alternativa de la prudencia, de la responsabilidad, de la sensatez”, sentenció Gil Zuarth.

A su vez, el senador Francisco Búrquez Valenzuela afirmó que “hoy somos testigos de la gestación de una nueva crisis financiera: petróleo a la baja, impuestos al alza, deudas históricas contrayéndose, inminente salida de capitales, no sabemos cuándo pero pronto porque cambian las reglas en Estados Unidos, de donde provienen esos capitales; y qué decir de la inseguridad, todo esto que se está siguiendo es el manual perfecto para esa tormenta”.
Hoy en día tenemos el déficit y las deudas más altos en la historia de México, la deuda crece y la economía decrece, y si seguimos el patrón de los tres primeros años de este gobierno terminaremos en 2018 con una deuda equivalente al 50 por ciento del PIB, muy por arriba de la enorme deuda de la época de la crisis del error de diciembre de 1994, refirió el Subcoordinador de Política Económica del GPPAN.
Apoyar el dictamen de la Ley de Ingresos es apostar al fracaso de México, apoyar esta ley es dar la espalda a los ciudadanos, porque la deuda es una de las acciones más injustas y cobardes que puede realizar un gobierno porque el daño se hace a inocentes y a jóvenes quienes terminarán pagando sin haber sido consultados y sin haber disfrutado de estos recursos pagarán las enorme deudas, finalizó Búrquez Valenzuela su intervención.

-0-0-0-