Palabras del senador Arquímedes Oramas Vargas, durante la conferencia magistral sobre el fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos desde el Poder Legislativo, en el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República, el viernes 10 de abril de 2015.
Primero, antes que nada, permítanme saludarles con gran respeto a todos. Comentarles que me siento muy orgulloso de poder compartir este foro con jóvenes.
He tenido la gran oportunidad de construir durante muchos años, con nuevas generaciones y creo mucho en el tema que los jóvenes no son el futuro, sino son el presente; pero, de manera especial, son quienes tienen la alta responsabilidad de poder construir un mundo mejor.
Y me siento muy orgulloso porque en el Senado de la República me ha tocado trabajar con grandes senadores.
Quiero hacer una mención especial, el hecho que hablar después de escuchar a la senadora Gabriela Cuevas -con quien me ha tocado estar en muchas reuniones, pero ella con una gran entereza y un gran conocimiento de causa-, es una gran responsabilidad.
Hablar después de mi amigo y senador Carlos Romero Hicks, que realmente es uno de los grandes educadores del país, para mí es un orgullo, estimado amigo.
Y hablar ante tan selecto grupo de jóvenes y profesores universitarios, de personas que están construyendo de manera distinta, es una gran responsabilidad.
Por eso, ahorita que platicaba con David Cano, que también orgullosamente -y me da un gran gusto, es mi paisano- es del estado de Tabasco; y platicaba cómo estaba trabajando y cómo estaban haciendo las cosas desde este grupo de enfoque.
Realmente me da mucho gusto poder compartir con Atanael y todo el grupo que está aquí, para mí, en serio, me permite construir de manera distinta.
Ya me he llevado algunos minutos en esto, pero creo de manera especial que hoy el mundo ha cambiado mucho; ha cambiado, hoy estamos hablando de un mundo de comunicación muy rápida, de “whats”, de manera distinta, de redes sociales y lo que decimos ahorita, en tres segundo se sabe fuera.
Hoy de repente volteamos a ver el problema de migración, que como bien decía mi amigo don Carlos, es un problema de hace muchos años, pero que de repente, después de un estallido social y de un escándalo internacional, porque se encontraron muchos niños deambulando por México y transitando México solos, menores de 15 años; entonces, de repente voltearon a ver, la comunidad internacional volteó a ver a México, y de repente dijeron “hay una frontera sur”, y voy a hablar por mi frontera, porque al fin de cuentas todo mundo ve la frontera norte, una frontera próspera, porque la cercanía con Estados Unidos le ha permitido establecer lazos comerciales, pero también le ha permitido hacer las cosas totalmente distintas.
Hablamos que la frontera con Estados Unidos son más de tres mil kilómetros, y la frontera del sur son mil 200, mil 300 kilómetros, pero totalmente distintos. Y de repente, después de encontrarnos con un problema donde se encuentran unos niños, dijeron “ahí tenemos frontera sur, también”.
Entonces, de repente voltearon a ver qué teníamos que hacer para que no llegaran tantos indocumentados a Estados Unidos.
Estados Unidos, que siempre he tenido la gran percepción que tenemos de ser grandes aliados. Y bien lo comentaban mis compañeros senadores, Estados Unidos tiene un origen multicultural.
Hace unos días tuve la oportunidad de estar con el gobernador Greg Abbott, ahí en Texas, en la toma de protesta del secretario de Estado. Y mi gran sorpresa fue que el secretario de Estado, Carlos Cascos, es de padre de Tamaulipas y de madre del D. F., y me dio mucho gusto que se había ido a los cuatro años, pero que sigue permanentemente vinculado con los mexicanos y que uno de sus grandes estandartes es seguir fomentando el tema de la prosperidad entre los países, a través, como bien lo decía la senadora Gabriela, de la prosperidad con las organizaciones civiles y empresariales.
Así fui, así llegué, y me dio mucho gusto porque en la toma de protesta durante ocho minutos hablaron de México, y eso me dio más gusto todavía, porque hablaron y de repente se dieron cuenta, y es la temática que se está presentando en Estados Unidos, el hecho que nos necesitamos.
Necesitamos mejorar nuestras relaciones, construir una relación distinta, y en esa construcción muchos soñamos en un mundo sin fronteras, porque creemos necesariamente que el tema de los derechos humanos, el tema de que no se debe violentar el derecho y el libre tránsito, y la búsqueda de mejores oportunidades, muchos de Centroamérica pasan por México.
Por eso cuando se habla acerca de cuántos hispanos estamos en Estados Unidos y hablamos que para el 2060 va a haber una proyección de casi 129 millones, que esto va a significar casi el 31 por ciento de la población en Estados Unidos; pero, bueno, comenzamos a voltear a ver que necesitamos hacer más próspero todo el entorno.
¿Por qué? ¿Cuáles son los retos de la frontera sur? ¿Cuál fue la manera en que el gobernador Abbott ve el tema de la frontera? Porque uno de los problemas que tienen, y Texas tiene una gran migración y tiene una gran cantidad de mexicanos trabajando, pero efectivamente muchos de los mexicanos van y regresan, muchos de los mexicanos están allá y se regresan, cosa que no pasa con muchos de los que vienen de Centroamérica, que eso ha sido un problema muy grave.
Y el problema cuando hablamos de Centroamérica, estamos hablando de pobreza, de falta de oportunidades de crecimiento, y muchos están creciendo y están pasando por México para llegar al otro lado; entonces, su preocupación, la preocupación que se ha dado en la comunidad internacional es:
Uno, tenemos que atacar los lugares de origen; en otras palabras, en México lo estamos haciendo a través de que aquí -en el Senado- inició un proyecto de conformación de una dependencia, que está en la Secretaría de Gobernación, para atender los asuntos de la frontera sur, pero se pensaba y se piensa en la comunidad internacional que tenemos que atacar que ahí, en los lugares de Centroamérica haya más prosperidad, porque si tienen lo necesario ahí, no van a ir a Estados Unidos.
Necesitamos ver cómo hacemos próspera toda la franja de Centroamérica, y efectivamente ahí hay grandes factores y una gran necesidad; pero, también en México necesitamos ver eso.
En México ha pasado el hecho de que por la frontera sur, fíjense nada más que tengo entendido que son 14 puntos de paso formales, no más de 15 en toda la frontera en el sureste, cuando en Estados Unidos existen más de 50; pero, además en la frontera sur existen más de 300 pasos informales.
Es una frontera muy porosa, entonces lógicamente ahí pasa de todo, pasan cosas buenas y malas, porque si llegan a Estados Unidos y dejan la ruta de la droga, que mucha gente se resiste a decirlo, pero por aquí pasa de todo.
¡Qué casualidad que van a llegar los medios de transporte llenos y se van a regresar vacíos! Algo tiene que regresar.
Entonces en ese tema de la necesidad, se ha pensado en detenerlos acá, pero con esa iniciativa que se realizó, con una iniciativa que se hizo aquí en el Senado de la República, de pensar en la frontera próspera, nosotros seguimos pensando que hay que seguirle invirtiendo a la frontera.
¿Cuáles son los problemas de la frontera sur? Uno, hay que cuidar los derechos humanos. Dos, hay que ordenar el flujo migratorio, porque efectivamente, en muchas ocasiones no solamente Estados Unidos tiene el problema, sino la zona sur-sureste de México ya lo tiene.
Antes los tabasqueños veíamos que la frontera estaba lejísimo, porque no veíamos a los centroamericanos caminando por nuestras calles, hoy los vemos ahí.
Tabasco tiene el tercer lugar de secuestro en todo el país, y la frontera tiene una gran incidencia, los secuestran en México y se los llevan al otro lado, y después aparecen.
Entonces tenemos una gran necesidad de que haya seguridad.
Por eso también se pensó en ordenar el paso y alentar que se regularicen los que están en esa zona, hay que ordenar y hacer una protección y una acción para que a los migrantes que pasan por México también se les cuiden sus derechos.
Creo de manera muy especial, que tenemos que pensar y ser responsables también con nuestros amigos y hermanos centroamericanos, pero no solamente pasan centroamericanos, hay una ruta que es un tema muy largo de explicar, pero que algún día me va a permitir la vida también construir en ese tema, porque hay otros, de repente encontramos migrantes de otras latitudes, gente que viene de Asia, gente que viene de África, y ahí los encontramos.
¿Por qué? Porque también se ha hecho un tema de comercio humano, y tenemos que cuidarlo, porque se están vulnerando los derechos humanos de los seres.
Por eso, quisiera terminar hablando que como tabasqueño y como senador, presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Sur, estoy plenamente convencido que la atención al fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos, no debe centrarse exclusivamente en las fronteras comunes.
Se tiene que pensar también en todas las acciones que tenemos que hacer en bien de la humanidad.
Considero que debe haber mejores respuestas a los problemas de todos los centroamericanos, y buscar y atender las dos dimensiones de la frontera, sí, atender los problemas que hay en la frontera norte, pero también tenemos que voltear a ver la frontera sur.
Que tenemos que buscar que haya una frontera próspera no solamente con la de Estados Unidos, sino también con la que hay en el sur-sureste.
El fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos tiene un origen que en gran medida no solamente se da ahí, allá, sino estamos pensando que en México pasan cerca de 250 mil migrantes y muchos de ellos son centroamericanos.
Quisiera terminar diciéndoles, yo creo en un México distinto, yo creo en un México distinto porque creo en un mundo distinto.
Creo que efectivamente tenemos que pensar en la paz, creo que sí hay soluciones para la pobreza y que se debe terminar con la desigualdad, y creo que ustedes, los jóvenes, son un motor muy importante para ello.
Y cuando digo ustedes, porque ustedes están en el sistema educativo, porque ustedes, y hemos coincidido muchos de que el sistema educativo es el motor para el desarrollo de cualquier parte del mundo, pero muy pocos sabemos cómo echarlo a andar. Ustedes son la gasolina, ustedes son ese motor.
Creo que en un México distinto, por eso lucho todos los días pensando que hay que poner a la hora todas las legislaturas, y pienso de manera muy especial, que nuestros hijos, mis hijos, merecen un México y un mundo mejor.
Muchas gracias y muy buenas tardes.