·  Ante la burla que significó la invitación al candidato Donald Trump no hay defensa posible para el Presidente ni su equipo, señaló.

La senadora panista Pilar Ortega Martínez insistió en que la Cámara alta debe hacer un fuerte extrañamiento al titular del Poder Ejecutivo por la forma en la que se abordó la visita del candidato republicano Donald Trump, lo que han puesto en evidencia su incapacidad para articular una política eficarz en materia internacional, y exigió una disculpa pública a los mexicanos por estas acciones.

El Ejecutivo federal, añadió, por mandado constitucional, tiene la obligación de ejercer la política exterior bajo principios de igualdad jurídica de las partes, autodeterminación de los pueblos y respeto, pero, aseguró, “ha faltado a todos estos principios y no hay ninguna acción que marque un precedente similar en la historia de nuestro país”.

El Gobierno federal y su Presidente, aseguró la secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, ha dejado en tela de juicio la capacidad para articular una política exterior eficaz y expresó su indignación por ofrecer trato de Jefe de Estado a quien, “recurrentemente ha basado su campaña en los insultos, en las denostaciones, en las humillaciones, al pueblo mexicano”.

Durante la discusión de este tema en la sesión ordinaria del Senado, señaló que “lo que más agrede, lo que más ofende, es el personaje al que se invita a México, en una reunión que parecería de jefes de Estado y que este personaje, a través de demagogia, de xenofobia y de una serie de actitudes radicales, pero sobre todo ofensivas a nuestro país, ha venido fincado su campaña”, señaló.

La senadora por Guanauato aseguró que ante la burla que significó la invitación a Trump no hay defensa posible para el Presidente ni su equipo.

Por ello, en Acción Nacional proponemos hacer “un fuerte extrañamiento al titular del Poder Ejecutivo por estas acciones que han puesto en evidencia la incapacidad de articular una política en materia internacional, pero también el exigir una disculpa pública a todos los mexicanos por estas acciones”.

 

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Versión de la intervención en tribuna de la senadora María del Pilar Ortega Martínez para referirse a la visita del señor Donald Trump a México

Señoras y señores legisladores:

Como integrante y secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte de este Senado de la República, no puedo dejar de expresar mi indignación por los acontecimientos ocurridos la semana pasada, en donde, sin mediar explicación alguna, el Presidente de la República invita al candidato al gobierno de los Estados Unidos, Donald Trump, quien frecuentemente, recurrentemente, ha basado su campaña en los insultos, en las denostaciones, en las humillaciones al pueblo mexicano.

Y por ello no podemos dejar pasar la oportunidad para expresar lo grave que resulta para nuestro país este agravio.

Exactamente hace una semana nuestro país se enteró a través de las redes sociales de la posibilidad de esta invitación y para sorpresa de todos el gobierno mexicano en días anteriores no había informado absolutamente nada, y mucho menos dado a conocer o a entender que en algún futuro existiría esta posibilidad.

No fue sino hasta minutos después del sorpresivo anuncio que la Presidencia lo confirmaba a través de su cuenta de twitter; en cuestión de minutos los mexicanos pasamos de la sorpresa, del asombro, a la indignación.

Como ya lo han señalado muchos de los compañeros que me antecedieron en la palabra, se ha tratado de justificar de muchas maneras este acontecimiento, esta invitación; sin embargo, de ninguna manera, en ninguna forma, resulta justificable.

Y esto no solamente deja entrever la enorme incapacidad de quien encabeza el Gobierno federal para ver la coyuntura que se vive en el proceso electoral del país vecino.

Lo que más agrede, lo que más ofende, es el personaje al que se invita a México, en una reunión que parecería de jefes de Estado y que este personaje, a través de demagogia, de xenofobia y de una serie de actitudes radicales, pero sobre todo ofensivas a nuestro país, ha venido fincado su campaña; a quien a lo largo de todo un año ha manifestado y asegurado en innumerables ocasiones que los mexicanos son criminales y violadores; ante las promesas de deportación de 16 millones de indocumentados; ante la recurrente fanfarronería con que se refiere a México, asegurando la construcción de un muro. Y ante esto la posición de nuestro gobierno no solamente no es la que debió haber sido a favor de rechazar cualquiera de estas manifestaciones sino que, por el contrario, invita a este personaje a la casa del Poder Ejecutivo previa invitación.

Pero además de todo ello es importante destacar que bajo las condiciones que el propio invitado puso para llegar a esta reunión, a esta invitación; es decir, una visita en un formato a modo del propio invitado, con una reunión privada y posteriormente una conferencia de prensa, no se previeron las consecuencias ―o tal vez sí se previeron, lo que resultaría todavía más grave― y horas después supimos también que en Arizona, después de esta visita, después de esas afirmaciones, el candidato republicano en Estados Unidos ofreció un discurso en donde quedaron claros los resultados de esta visita, porque la posición no cambió en nada: siguió siendo humillante, incendiario; siguió siendo ofensivo hacia los mexicanos; afirmó de nuevo que deportará a todos los indocumentados que crucen en su camino; obstaculizará cualquier reforma migratoria y construirá un muro fronterizo con dinero mexicano.

Ante esta burla no hay defensa posible para el Presidente ni su equipo.

Y por ello nosotros, en Acción Nacional, estamos poniendo en la mesa varios puntos entre los que destacan un extrañamiento, un fuerte extrañamiento al titular del Poder Ejecutivo por estas acciones que han puesto en evidencia la incapacidad de articular una política en materia internacional, pero también el exigir una disculpa pública a todos los mexicanos por estas acciones.

México y su Presidente han dejado en tela de juicio la capacidad para articular una política exterior eficaz, pero sobre todo, y lo que más ofende, es que permite que en territorio nacional, y en la sede del Poder Ejecutivo, quien conforme al artículo constitucional tiene la obligación de ejercer la política exterior bajo principios de igualdad jurídica de las partes, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, ha faltado a todos estos principios y no hay ninguna acción que marque un precedente similar en la historia de nuestro país.

Es por ello que exigimos que por lo menos estas dos acciones se lleven a cabo y se implementen desde el Senado de la República.

Es cuanto, Presidente.

 

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