• El Senado de la República respalda el proceso de paz y reconoce la labor del presidente Juan Manuel Santos
  • 266 mil muertes y 7 millones de desplazados, parte del saldo tras 52 años de conflicto
  • Para el Acuerdo de Paz en Colombia, se realizaron 50 ciclos de conversaciones

En un punto de acuerdo impulsado por la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Gabriela Cuevas Barron, tras la firma del Acuerdo de Paz en Colombia en Cartagena de Indias, “el Senado de la República exhorta respetuosamente al Gobierno Federal a que, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, siga apoyando al Gobierno de la República de Colombia en este proceso, ahora durante la etapa del postconflicto”.

En este sentido, se enfatiza que “el Gobierno de México debe seguir siendo activo partícipe en esta trascendental coyuntura y asumir su responsabilidad como actor global para refrendar su compromiso con el desarrollo y estabilidad de una nación hermana, como lo es Colombia, y reiterar su respaldo a los procesos de paz en América Latina y el Caribe”.

Asimismo, el Senado de la República “expresa su firme respaldo al proceso de paz en la República de Colombia y reconoce los esfuerzos del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), así como de Noruega y Cuba como países garantes del proceso, y Chile y Venezuela, como acompañantes, para alcanzar un acuerdo histórico que pone fin a un conflicto armado de 52 años”.

En el documento, se destaca que el saldo de este conflicto ha generado alrededor de 266 mil muertes, 46 mil desaparecidos, cerca de siete millones de desplazados, además de de 11 mil víctimas de minas antipersonales, por lo que desde la Cámara Alta se hacen votos para que el “proceso de paz en Colombia represente un nuevo marco de referencia para la promoción y consolidación de la paz y la seguridad en toda la región de América Latina”.

Debe recordarse que, desde noviembre de 2012 hasta el 23 de agosto de 2016, se realizaron más de 50 ciclos de conversaciones con resultados alentadores. Y que el acuerdo final signado este 26 de septiembre “deberá ser avalado por el pueblo colombiano mediante un plebiscito, que se llevará a cabo el 2 de octubre de 2016 y que deberá contar con al menos 13% del censo electoral para lograr su aprobación, es decir, obtener el respaldo de 4’396,626 ciudadanos colombianos”.

Por ello, “el Senado de la República hace votos para que una vez avalado por el pueblo colombiano, el acuerdo sea instrumentado de manera exitosa con el acompañamiento de la comunidad internacional”.

En este sentido, en el Punto de Acuerdo se enfatiza la participación de México, que ha sido un actor relevante en diferentes procesos de pacificación en América Latina y el Caribe desde la década de los setenta hasta el día de hoy, por lo que debe seguir siéndolo en la etapa postconflicto en Colombia.

“Nuestro país participó como testigo de honor en la firma del acuerdo de cese al fuego y hostilidades, bilateral y definitivo, y el abandono de las armas entre Colombia y esta guerrilla el pasado 23 de junio en La Habana, Cuba”.

Además, el Gobierno de México participa, según se lee en el Punto de Acuerdo, con 11 elementos en la Misión Política Especial de las Naciones Unidas para el monitoreo y la verificación del cese al fuego y hostilidades, bilateral y definitivo en Colombia, aprobada por el Consejo de Seguridad el 25 de enero de 2016, y contribuye en la Iniciativa Global para el Desminado en Colombia, cuyo objetivo es terminar con el flagelo de las minas y artefactos explosivos antipersonales en esa nación para el año 2021.

En 1983, fue miembro fundador, junto con Colombia, del Grupo Contadora para promover conjuntamente la paz en Centroamérica y estuvo presente en las conversaciones de paz en Guatemala y El Salvador –en este último caso la suscripción del acuerdo entre el Gobierno salvadoreño y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec en 1992. Además, también en ese año, México estuvo presente en los diálogos de acercamiento entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP en los años noventa, los cuales tuvieron a Tlaxcala como sede.

 

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