* Versión de la intervención de la senadora Marcela Torres Peimbert en el foro “Opinión de la sociedad civil y académicos sobre el perfil de los próximos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”
Muy buenos días a todas y a todos.
Yo más que una pregunta, en primera, bueno, yo quiero hacer tres reconocimientos; en primer lugar, y aunque suene feo decirlo como compañera senadora, pero creo que hay que hacer un reconocimiento a mis compañeros aquí presentes, al presidente de la Comisión de Justicia, el senador Fernando Yunes, y desde luego a la senadora Angélica de la Peña, como miembro de esa Comisión también, porque pareciera que aun cuando la convivencia en México es compleja y a veces pareciera que caminamos como para atrás aunque quisiéramos caminar hacia adelante y ante hechos pues muy graves de violación a los derechos humanos muy públicos, mundialmente públicos, en donde pareciera que la sociedad en México está realmente descompuesta, tenemos la desaparición de 43 muchachos que a mí no me deja de sacudir y a lo mejor todos los días…, los mexicanos desaparecimos a 43 jóvenes y no sabemos cómo y los métodos de los que se habla a veces con una pues como ligereza, los quemamos, los desaparecimos, son cosas gravísimas que duelen.
Y pareciera que nuestra convivencia es cada vez más complicada entre mexicanos, entre paisanos; el día de hoy aquí creo que nos debe de llenar de optimismo porque vemos a un Senado que a pesar de que tiene un enorme desprestigio a nivel nacional y no hay que esconderlo a nadie, son números públicos, somos de las instituciones con menor confianza ante los ciudadanos mexicanos, pues vemos a un presidente de una Comisión de Justicia y a un miembro de la Comisión de Justicia, a la senadora Angélica de la Peña, tratando de hacer de este lugar un Parlamento abierto, un ejercicio realmente democrático, un ejercicio de madurez democrática que habla de apertura, de madurez como tal, en donde lo que se pretende es escuchar a expertos de la sociedad que están el día de hoy aquí y que yo les agradezco el que estén, porque son ciudadanos que tienen agendas llenísimas, responsabilidades enormes en sus academias, el director de la Facultad de Leyes de la Universidad Iberoamericana, el director de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y muchos otros que tienen agendas complicadas y llenas, y que vienen simplemente con la convicción de querer tener un sistema de justicia, valga la redundancia, más justo, más plural, más real, menos manipulado.
Y, por otro lado, legisladores que se abren a escuchar, que se comprometen a llevar estas agendas al debate, creo que la composición de esta mesa habla mucho de cómo están las cosas en el Senado.
No me queda más que felicitar a los dos ponentes, coincido plenamente con los dos, no tendría yo realmente una pregunta, aunque realmente también hay mil cuestionamientos, pero no es el momento.
Yo les agradezco lo que han dicho, este principio de progresividad, esta necesidad de que sean dos mujeres por justicia, no por otra cuestión, porque además no serían ni siquiera paritarias en el número total, esta necesidad de que sean personas comprometidas con la laicidad, en fin, todos los principios que han vertido coincido plenamente y simplemente decir que el hecho de estar el día de hoy aquí todos reunidos y este ejercicio público ante el Congreso de la Unión, ante los mexicanos, creo que debe de llenarnos de optimismo y de saber que a pesar de lo difícil de la convivencia creo que vamos caminando en el camino correcto.
Muchísimas gracias por estar el día de hoy aquí y un reconocimiento a ambos por sus magníficos conceptos vertidos aquí, en este Senado.
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