México, D. F., 10 de diciembre de 2013.
VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA SESIÓN ORDINARIA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA (Parte 5)
Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Gracias, Senador.
Senador Adán Augusto López Hernández, para presentar su voto particular hasta por 10 minutos.
Le pido de favor respeto al tiempo.
Senador Adán Augusto López Hernández: Con su permiso, señor Presidente.
Escribe Fernando Savater que tenemos que estar preparados para ser protagonistas de nuestra vida y no simples comparsas,
Sólo tres días han bastado para que la alianza cómplice del PRI y del PAN y del Verde avance en la consumación de una de las peores felonías en contra del patrimonio nacional.
Días negros estos últimos para una Nación que por doquier reclama justica y una vida digna para sus hijos, quienes han sido agraviados por sus gobernantes, carentes de amor a la Patria y proclives a entregar los bienes del país a manos de la oligarquía nacional y extranjera.
Qué distantes están las frivolidades de quienes gobiernan y sus aliados de la estatura moral y arrojo patriótico del General Cárdenas, quien en los momentos más aciagos de la República y al finalizar su mensaje mediante el cual anunciaba la Expropiación Petrolera, le pidió a su Secretario de Relaciones Exteriores, Eduardo Hay, que hablara con el Embajador de Estados Unidos en México, y le transmitiera que la Expropiación Petrolera no tenía marcha atrás y que si venía una sola señal de que nos invadiría el ejército yanqui, transmitiera el Embajador que el Presidente Cárdenas había decidido incendiar todos los pozos petroleros y se arrojaría al último que incendiara.
Este episodio de la historia nacional deja claro el compromiso de un patriota que no tiene punto de comparación con la actitud mediocre y autoritaria de quienes hoy votarán a favor este dictamen.
También en estos días hemos sido testigos de cómo unas decenas de Senadoras y Senadores han decidido obedecer ciegamente las instrucciones de su jefe político y darle la espalda al pueblo, han preferido traicionar a sus representados y congraciarse con los más y nobles intereses de quienes con su rapacidad han saqueado y empobrecido a nuestra república, una clase política insensible y miope que durante las últimas décadas se ha sostenido en el poder mediante el fraude electoral, el control de los medios y el uso del dinero.
Con su comportamiento en estas sesiones senatoriales ha quedado más que claros sus verdaderos afanes privatizadores y que sin mediar argumentos y razones válidas han dejado el más lamentable de los testimonios, el voto sumiso, traidor y subordinado que nos confirman las prácticas en las que han sido educados, votar a ciegas y por consigna.
Cuánta pobreza ética ha campeado en esta asamblea, no merece el pueblo de México que el Senado se incline ante los intereses del capital privado y entregue el petróleo, el gas y la electricidad a quienes durante una buena parte del siglo pasado usufructuaron la riqueza nacional sin beneficio alguno para nuestra nación.
Los mexicanos sabemos bien desde cuando los gobiernos del PRI y del PAN han venido engañando una y otra vez a los ciudadanos mexicanos con falsas promesas de mejorar sus condiciones de vida; desde cuándo el cinismo y la demagogia son utilizados como argumentos que sólo han encubierto sus verdaderos fines, que no han sido otros más que los de garantizar la riqueza a unos cuantos sin importarles la desgracia y la pobreza de decenas de millones de mexicanos.
Por eso hoy recurren a eufemismos, a mentiras y a florituras, porque tienen temor a decir abiertamente de cara a la nación que lo que pretenden con la aprobación del dictamen es privatizar el subsuelo y toda la cadena productiva de la industria energética nacional.
Con cuánta irresponsabilidad han venido sosteniendo que abrir Pemex y la Comisión Federal de Electricidad a la inversión extranjera se debe a la carencia de recursos, a la baja producción, a la falta de tecnología, a la falta de técnicos capacitados y a un rosario de embustes que buscan hacer creer que las paraestatales son ineficientes, por lo que es necesario abrirlas al capital privado. Esto no significa otra cosa más que vender, entregar y con ello terminar el proceso privatizador por el que ya entregaron las telecomunicaciones, la telefonía, los fertilizantes, las distribuidoras populares de la Conasupo.
Lo que está en juego no es precisamente la modernización del sector, está en riesgo la renta petrolera y con ello la autonomía energética, la autodeterminación política y la seguridad nacional. Es regresar las manecillas del reloj de la historia y querer reubicarnos a fines del siglo XIX con el código de minas del Presidente Manuel González, con el cual se dieron amplias facultades para que las empresas trasnacionales, explotaran la riqueza del subsuelo, es querer reubicarnos en el periodo porfirista con la política de puertas abiertas a la penetración del capital imperialista, cuyas filiales actuales se relamen ya los bigotes al acecho de nuestros recursos.
PEMEX, como se ha dicho hasta el cansancio, es una de las empresas más rentables a nivel planetario, es la empresa número 36 del mundo, la décimo tercera de América, la segunda de América Latina y la primerísima de México.
PEMEX es el quinto productor de crudo en el mundo, es el tercer exportador de crudo más importante de Estados Unidos, después de Canadá y Arabia Audita. PEMEX además tiene el costo de producción más bajo de todas las petroleras del mundo y el segundo más bajo en la exploración, extrae de manera estable casi dos y medio millones de barriles de petróleo al día, lo que representa una ganancia de la renta petrolera aproximadamente de 90 dólares por barril, es decir, PEMEX genera ingresos por el orden de los 225 millones de dólares al día, 82 y dos mil millones de dólares al año y soporta el 40 por ciento del Presupuesto Federal y así dicen que no es una empresa rentable, a quién pretenden engañar con sus argumentos falaces, esos que se los crea el diablo, que fue según el poeta, el que escrituró nuestros veneros de petróleo.
Nadie, absolutamente nadie ni los diputados ni los senadores tenemos la patente de Corso para vender, entregar o privatizar lo que no es absolutamente nuestro.
La voluntad popular no nos dio un cheque en blanco para dilapidar la riqueza nacional, juramos guardar y hacer guardar la Constitución y velar por la seguridad y el bienestar de los mexicanos.
Bien valdría la pena recapitular sobre el profundo significado de nuestro juramento, ningún beneficio personal o de grupo puede estar por encima del interés superior de la nación, de lo contrario, nuestros representados, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos nos lo van a reclamar, actuar contra cualquier principio ético, político y patriótico nos colocará como dijera el benemérito Benito Juárez: “Ante el tremendo juicio de la historia”.
No somos ingenuos, son muchos los intereses que se sobreponen, son muchos los que pretenden salir ganando, peor también será mucha la infamia y el despojo que se ciernen sobre la nación, perpetrados por quienes se dicen buenos mexicanos, mientras su corazón y su bolsillo laten al son del interés trasnacional.
Señoras y señores legisladores, desde la más alta tribuna de la nación, yo los convoco a que no seamos la legislatura de la vergüenza nacional, que no seamos la legislatura de la traición, que no seamos la legislatura que comprometió el futuro del país.
Ninguna experiencia privatizadora en Latinoamérica, Asia y Medio Oriente ha sido exitosa, por el contrario, estos pueblos han quedado colocados contra la pared, mientras contemplan el saqueo indiscriminado de sus riquezas. Estamos advertidos por la tragedia ajena y aún así corremos el riesgo de tropezarnos con la misma piedra.
No existe investidura legal, ni fuero que valga para entregar a la inversión privada, extranjera y nacional el oro negro de todos por unas cuantas cuentas de vidrio. No existen argumentos válidos que justifiquen el atraco a la nación.
Su decisión es de una irresponsabilidad inaudita. Lo que están haciendo es un alto crimen de lesa patria, pero les aseguro que no quedará impune, pasarán a la historia como los artífices de la mayor canallada cometida en contra de México.
Por nuestra parte, no nos derrotaremos, seguiremos luchando y haremos todo lo que sea necesario de manera no violenta hasta recuperar nuevamente la soberanía y la independencia nacional.
Termino recordándoles que la ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos hacer y los motivos por lo que vamos hacerlo.
Sé muy bien que no suben esta tribuna porque carecen de razones éticas e históricas para justificar esta traición a la patria.
Muchas gracias.
Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Gracias, Senador.
El Senador Isidro Pedraza Chávez, para presentar su voto particular, hasta por 10 minutos.
Senador Isidro Pedraza Chávez: Voy a hablar para mí.
Esta experiencia de mezquindad que viene planteada en la ley hace que tenga uno que dirigirse a uno mismo, en primer lugar, para ser sincero y honesto y para poder reflejar con honestidad los puntos de vista que tenemos sobre esta reforma.
Creo que en el papel que he desempeñado como profesor en la escuela primaria, aprendí que había una fecha importante en la vida de los mexicanos que era el 18 de marzo, cuando se celebraba la Expropiación Petrolera.
Y ahora de repente con esa reforma educativa que está ciernes ir caminando, parece que vamos a tener que borrar de la historia estas páginas, porque va a cobrar mayor relevancia la figura de Porfirio Díaz y los conservadores que en aquella época estuvieron traicionando a nuestro país o los científicos, como quisiera llamarse.
Creo que hay en la sociedad un hartazgo de los políticos.
Los políticos hemos ido perdiendo credibilidad y la credibilidad que se pierde consiste particularmente en que decimos una cosa y hacemos otra.
Hoy se está diciendo de cara a la nación que esta reforma que se pretende es por el bien de México y los mexicanos y que ahora nos va a ir mejor a todos. Y todos entendemos que cuando dicen eso, nos están diciendo las cosas al revés, nos están diciendo al pueblo de México: Que nos cuidemos porque hay viene la debacle, la pobreza, la miseria, el desempleo y va a crecer la inseguridad por la falta de ingreso en la población juvenil, particularmente que es la que se encuentra más desempleada en este momento.
¿Quién le cree al PRI y al PAN?
Esa es la pregunta que nos hacemos y donde han desgarrado algunos compañeros la vestidura para decirnos que aquí en esta reforma, particularmente elaborada desde el subsuelo de sus principios, nos traen una propuesta para mejorar la economía de este país a partir de darle una dimensión diferente a la principal empresa de los hidrocarburo que en el mundo ha tenido un auge y un crecimiento mundial.
Nos decían que están dispuestos a pagar los costos que implica esto. Se dice que son una generación de la vergüenza, y que a partir de eso tienen para enfrentar los costos que implica el poder asumir el costo político de esta Reforma.
Están en saldo negativo, no hay aval moral para poder enfrentar el costo social y político que implica esta Reforma que por lo tanto sigue haciendo que descalifiquen a los políticos en este país.
Enfrentar de esta manera, de esta forma, sin debate, en ausencia, con evasivas hasta física para poder debatir en este tema, hace que no les alcance el bono democrático que creen que traen, porque tendrán legalidad, pero no traen legitimidad para lo que pretenden.
Y esto, compañeros, en este momento es muy importante, porque el pueblo de México le está reclamando a sus representantes que jueguen el papel para el que fueron llamados.
A mí me costó ganar, entrar a este Senado, y dar la cara al pueblo, para decirles que uno del pueblo podía llegar a ocupar un espacio en esta Tribuna y poderlo representar. Y cuando salgo y me dicen: "Oye, Isidro, ahora que estás allá, ayúdanos a que haya empleo, ayúdanos a que mejore la educación, ayúdanos a que se mejoren los salarios", y compañeros, con estas medidas, estamos francamente cayendo en la impotencia de poder cumplir compromisos que la sociedad nos dio.
Pero más grave aún, haciendo uso de facultades, para caminar en sentido inverso a como la historia camina.
Se pone en grave riesgo nuestro país, cuando se trata particularmente de dejar en manos extranjeras la seguridad energética de los mexicanos. Ese es un retroceso importante.
Miren, nosotros tuvimos un Presidente muy frívolo, panista; fue tan frívolo que hasta mutiló el emblema nacional y realmente no pudo privatizar la pechuga y las piernas que se proponía, porque no se las quisieron comprar, pero eso ya no lo ha intentado de mil maneras en este país, los de la derecha reaccionaria avanzar en esa forma y sin embargo, no se atrevieron a hacer una Reforma como éstas, porque siempre prevaleció la mezquindad política para que pudieran avanzar Reformas que plantea el otro.
En este escenario, somos representantes de la Nación, no somos representantes de partidos políticos y tenemos que cumplir un papel que la sociedad nos dio para velar por los intereses de todos los mexicanos.
El hoy aquí, el que tengamos esta oportunidad de cuando menos hablar en defensa de lo que creemos que históricamente debe permanecer en nuestra Constitución, nos da la oportunidad de valorar y de mencionar lo que es tener amor a la patria, y quizás tratar de decirles el concepto de patria que tenemos algunos, porque nuestra patria es nuestro territorio, nuestra patria son sus recursos naturales, nuestra patria son su cultura y sus tradiciones, sus grupos indígenas que le dan a este país identidad.
Nuestra Patria es nuestra historia y es el cúmulo de experiencia que hemos ido acumulando, y nuestra Patria reclama también una actitud de congruencia para poderla defender y preservar. Y no la estamos defendiendo en los términos que ustedes han creído que ahora se puede imponer una contrarreforma sobre la vía de los hechos, consumarla con la mayor de las impunidades.
No estamos de rodillas. Ustedes creen que estamos de rodillas y que por eso estamos vencidos.
Estamos de pie, estamos indignados, estamos en esta pelea plenamente convencidos e integrados en la batalla que está iniciándose a dar apenas, no es una batalla que está concluyendo.
No es perder un round haber perdido esta batalla.
Allá en la calle la gente se está enterando de lo que está pasando.
Minimizan la presencia de los que están afuera porque creen que son todos los que rechazan la Reforma. Basta con que revisen, en una visita rápida a sus territorios, qué opina la gente del papel que estamos desempeñando.
A mí me han dicho y me han hablado los compañeros preocupados porque en la Huasteca de Hidalgo hay yacimientos petroleros y saben que esta Reforma que plantea en uno de sus artículos que se va a imponer la causa de interés público para poder expropiar los territorios que ahora son de las comunidades indígenas, que son las que más recursos naturales tienen y poseen, y sobre todo recursos energéticos no renovables.
Yo quiero reconocer aquí frente a ustedes, frente a los que no oyen, la conducta unitaria de la Fracción de mi partido, porque nos hemos mostrado como un solo hombre en esta batalla que venimos a dar.
Reconocemos los Senadores de la Fracción Parlamentaria del PT, de Movimiento Ciudadano, una convicción firme y sólida para no permitir que sobre nuestra voluntad pase el atropello que quieren cometer con la compra y el secuestro ideológico que hicieron ya los compañeros que han pretendido impulsar esta Reforma desde Palacio Nacional.
Este voto particular que el día de hoy estoy haciendo tiene que ver con no compartir en ningún sentido las propuestas que se han hecho y no compartir que en los transitorios se trate de legalizar vía fast track lo que no se permitieron nunca posicionar, que fue conocer las leyes reglamentarias para saber cómo estaban concibiendo el concepto.
Pero basta ver los transitorios para entender de qué manera se pretende y con qué premura se pretende entregar la riqueza de la Nación a manos extranjeras.
Hoy somos representantes de México, somos representantes de la Nación, tenemos el compromiso firme e ineludible de poder apoyar a nuestra Nación.
Voy a leerles una cita: “Estos efectos se deben achacar principalmente, si no en su totalidad, a la inconstancia y a la injustica con que un espíritu faccioso o corrompido, ha corrompido nuestra administración pública.
Por la facción entiendo cierto número de ciudadanos estén en mayoría o en minoría que actúan movidos por el impulso de una pasión común o por un interés adverso a los derechos de los demás ciudadanos o a los intereses permanentes de la comunidad considera en conjunto. Esto lo dijo el federalista número 10, Alexander Hamilton.
Muchas gracias, señor Presidente. Y ahorita le doy la transcripción de mi participación para que la agregue al diario de los debates.
Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Concedido y gracias, Senador, con respecto al tema.
Senadora Lorena Cuéllar Cisneros, para presentar su voto particular. Gracias, Senadora.
Senadora Lorena Cuéllar Cisneros: Con su permiso, señor Presidente; compañeras y compañeros Senadores.
Junto con la gran mayoría del pueblo de México estamos aquí para seguir debatiendo en una lucha pacífica y llena de argumentos racionales a favor de la defensa del petróleo de México. No estamos solos, ustedes saben perfectamente que así es.
El poder de las empresas privadas, sobre todo extranjeras, han doblado a quienes dicen gobernarnos y a la mayoría de quienes también dicen representar los intereses de la nación en esta soberanía y que han terminado sirviendo a la gente del dinero.
Es claro e innegable el espíritu privatizador de la Reforma Energética. Ante la evidencia muchos no combaten los argumentos de quienes nos oponemos, sino que optan por el sarcasmo, la trivialidad y la descalificación, eso es lo único que les define.
El proceso de aprobación de esta infamia se está dando en condiciones muy aceleradas y bajo una lógica nada abierta a las inquietudes que están siendo expresadas desde distintos sectores de la sociedad. Ustedes lo saben muy bien, en el Facebook, en sus Twitters, en los medios, en la calle, la gente está pidiendo a gritos ser escuchada y ustedes hacen oídos sordos a esos gritos desgarradores de la gente porque sabe que esta ley será una ley que venga a acabar con el pueblo de México.
Como nunca la nación está muy atenta a lo que sucede con esta Reforma Energética y estoy segura que será muy dura en sus juicios sobre nuestro trabajo. De aprobarse nos dirigimos hacia una paulatina privatización de los recursos energéticos de este país, aprovechándose de leyes creadas y queriendo imponer otras tantas, otras tantas que van a ser desde luego a modo del gobierno en turno para que cumpla con sus compromisos con el capital extranjero.
No sigamos en esta inercia forzados a dar un debate sin consultar a la sociedad y que nos coloca en desventaja frente a intereses de particulares que buscan explotar recursos que le pertenecen a la nación.
De manera técnica es cierto que esta reforma no pretende que los recursos naturales involucrados, pasen a ser propiedad privada, Petróleos Mexicanos es transformada en una compañía productiva y comercializadora, en una administradora de contratos de las empresas privadas, pobre PEMEX.
La propuesta contenida en el presente dictamen, otorga la cadena de actividad productiva, es decir, la explotación, la extracción, industrialización, distribución y comercialización de los recursos energéticos y sus derivados, a unas cuantas empresas, sobre todo extranjeras que monopolizarán la actividad de principio a fin, con ello, estas empresas harán realmente suyos los recursos naturales que en este momento nos pertenecen.
El contenido de este dictamen, que es la propuesta del Gobierno Federal Mexicano sí es una privatización, aunque la administración y todos ustedes lo nieguen y se esmeren en hacerlo.
Privatizar, como dice el diccionario de la Real Academia Española: “Es transferir una empresa o actividad pública al sector privado” y la reforma plantea transferir actividades hasta ahora consideradas estratégicas para el país y reservadas para PEMEX, a empresas privadas y extranjeras.
Incluso, como admitió el Subsecretario de Energía, Enrique Ochoa, si se aprobara la reforma del Gobierno, empresarios extranjeros podrían tener ya refinerías en territorio nacional, habrá un despojo comunal a las comunidades, serán afectadas las personas en sus tierras a favor de las transnacionales. La reforma privatiza sus funciones y las ganancias petroleras, se las quitan a PEMEX para darlas parcialmente a empresas extranjeras.
Debemos de tenernos y seguir fomentando un debate más amplio y nutrido, así podremos conocer a detalle las modalidades concretas que adoptaría la política energética y petrolera en cuanto a su proceso, que involucra el sistema eléctrico y el resto de las fuentes de energía; es decir, que se nos digan los alcances de la legislación secundaria, que derivaría de las reformas a la Constitución que se pretenden.
Además, no está claro el contenido, sus limitaciones y características de los contratos con particulares, por lo tanto, da origen y queda en entredicho y en una ventana significativa de opacidad, cosa que parece inaudita por tratarse de un sector estratégico del país.
La conclusión es sencilla, con esta reforma se permite la participación de empresas extranjeras, desde la exploración hasta la completa explotación de recursos energéticos por medio de concesiones o celebración de contratos, lo cual significa además el tránsito de cifras multimillonarias en un medio donde no hay nada claro.
Y si esto no bastara, poco se ha precisado sobre la secuencia y mecanismos para solventar la ausencia de la participación de Pemex del esquema fiscal actual y cómo van a destinarse los supuestos beneficios petroleros al desarrollo del país, sin comprometer los avances que sin reforma ya no tenemos.
No son necesarias reformas constitucionales para modernizar a Pemex, se requiere de planeación y trabajo, se requiere de eliminar la corrupción e invertir en tecnología, se necesita que escuchemos a expertos en la materia, que sean imparciales, se requiere administraciones capacitadas y eficientes en nuestras empresas públicas.
Es necesario e indispensable que nos detengamos cada mexicano y en este momento cada mexicano está mirándonos con lupa y no le hemos dado explicaciones claras sobre la infamia que aquí se pretende concretar, como lo es la entrega del petróleo, gas y electricidad a las empresas transnacionales, el desmantelamiento de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
El incremento hacia la población de los precios de los energéticos, luz, gasolina, gas y diésel, el sometimiento a la jurisdicción internacional de aspectos que deben ser decisiones soberanas de México en materia energética, el despojo a las comunidades de su tierras a favor de empresas transnacionales, a la ausencia de mecanismos de inversión productiva de los recursos generados por el petróleo y la electricidad.
No es justo, ni conveniente que la población de este país siga siendo una simple espectadora del actuar de las que supuestamente los representan y esté casi siempre sujeta a intereses personales.
Con este afán de hacer de lado la opinión de la sociedad se está evitando ir al fondo del tema. Es decir, a las condicione estructurales de una estrategia nacional energética que garantice la oferta suficiente y diversificada de fuentes sustentables y eficientes de abastecimiento de energía.
Estoy segura que con esto se maximizaría el impacto del aprovechamiento del petróleo, el gas y otras fuentes sobre el desarrollo y bienestar del país.
Señoras Senadoras y Señores Senadores, mi voto será en contra, pero ojalá reflexionen y no concreten la infamia al pueblo de México, que sufrirá las consecuencias desastrosas, pagando mayores tarifas que afectarán a los más desprotegidos, además de que entregar el sustento más valioso de esta nación que es el petróleo.
Concluyo citando a nuestro prócer Ignacio Ramírez: “Que los cielos y la tierra retumben para maldecir a esos traidores que entregaron a su país y a su gente a una nación extranjera. Que sus almas no encuentren reposo hasta el fin de los tiempos, porque lo más sagrado que tiene un hombre es su honor y la patria”.
Es cuando, señor Presidente.
Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Gracias, Senadora.
Senador Mario Delgado Carrillo, para presentar su voto particular, hasta por 10 minutos.
Senador Mario Delgado Carrillo: Muchas gracias, Presidente.
Hoy es un día muy importante para nuestro país y siempre que nos toca, que el destino nos ha puesto el día de hoy aquí, tenemos, debemos tener una visión histórica de lo que vamos a hacer y hacia dónde vamos.
Y hay que aprender siempre, de la historia a veces se dice, se nos ha repetido mucho, que en el PRD hemos actuado por ideología o que tenemos anacronismos históricos, que estamos en el pasado.
Pero yo creo que es muy importante que seamos conscientes de dónde venimos y en el caso del petróleo que ha ocurrido en nuestro país.
Repasando las memorias de don Jesús Silva Herzog, describe la guerra que se desató en México, por parte de las empresas transnacionales con la aprobación de la Constitución de 1917.
Prácticamente una guerra hasta que concluyó con la expropiación de 1938 y ahí tomó otros derroteros esta presión.
Quiero leer algunos fragmentos de esas memorias, que son, me parece, muy ilustrativas.
Dice: "Que la promulgación del artículo 27, tenía que herir la sensibilidad de los dirigentes de las compañías petroleras. La lucha adquiere proporciones peligrosas, adquiere aspectos de gravedad, se emprende en los Estados Unidos, una campaña pagada por las compañías petroleras, en contra de México, en contra de la Constitución de 1917".
Varios órganos de la prensa norteamericana, machacan constantemente vocablos, tales como confiscación, despojo, robo, etcétera. Se nos presenta como un país de trogloditas que no sabe respetar las garantías elementales que consagra el derecho internacional.
Se nos calumnia a diestra y siniestra, calumnias subvencionadas por las empresas petroleras y México aparece robando bienes legítimamente adquiridos.
Las compañías poseídas de generosidad, animadas por un espíritu civilizador, habían venido a México a arriesgar sus capitales y así de inversiones para que México rebajara su etapa primitiva y se pagaba esta actitud altruista con la confiscación, con actos de monstruosa ingratitud.
También advierte que esta guerra, que esta lucha contra los enormes intereses internacionales, dice don Jesús Silva Herzog: "No hay que hacerse ilusiones, ni pecar de optimismo, no hay que vivir alegres y confiados, porque esas dos grandes unidades económicas, la Standar Oil Company de New Jersey y la Royal Dutch Shell, están en pie. Están en pie de lucha, no se han resignado a la derrota y aprovecharán la primera coyuntura para la revancha.
Y todo esto se desprende de que nosotros debemos estar gritando constantemente al pueblo mexicano: ¡Centinela, alerta!
Qué pena que esa rendija, que esa primera coyuntura se vaya a dar el día de hoy y entreguemos nuestro petróleo como revancha.
Nos los advirtió hace muchos años don Jesús Silva Herzog y, desafortunadamente, parece que llegó ese día. Ojalá estemos a tiempo.
La industria del petróleo en el mundo ha sido caracterizada, por esto que nos describía don Jesús, por la enorme presión de intereses internacionales, de no empresas de países para poseer los recursos naturales de otros.
No es una historia nueva, es una historia que ha ocurrido durante mucho tiempo.
Lo más curioso es que más de 100 años después, ayer mencionaba a Stiglitz, advierte justamente de estos comportamientos depredadores que tienen las empresas privadas sobre los recursos naturales.
Lo que estamos haciendo, lo que están proponiendo hacer Acción Nacional y el PRI en estos contratos, en estas modificaciones a la Constitución, en esta regresión histórica del Artículo 27 constitucional, que costó la vida de muchos mexicanos, que costó mucho esfuerzo y sacrificio, lo que estamos haciendo es poner en igualdad de circunstancias al Estado mexicano con las empresas trasnacionales.
Y no podemos acusar que las empresas trasnacionales sean malosas o sean desconsideradas o no tengan ninguna consideración con nuestro país.
Las empresas van a actuar como actúan en todas partes del mundo, van a hacer lo que sea necesario para maximizar sus utilidades.
Y en un esquema donde el Estado mexicano es el socio, quien pagará esa maximización de utilidades, precisamente es la renta pública, es la renta petrolera de los mexicanos. No podemos esperar que sea de otra manera.
Por eso se advierte que antes de privatizar se debe fortalecer las instituciones. Se tiene que fortalecer la capacidad regulatoria del Estado para poder controlar a estos grandes intereses.
Hace poco leía un libro de Chomsky, donde finalmente años después, durante el gobierno norteamericano que estableció en Irak, lo primero que hizo este gobierno de transición fue dar cuatro grandes contratos a las empresas petroleras norteamericanas y se revelaba, finalmente se aceptaba que la invasión en Irak había sido por motivos económicos. La misma historia que tuvimos en nuestro país donde se documenta que incluso estuvimos a punto de tener una invasión norteamericana después de la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas.
A eso es a lo que nos estamos exponiendo, esas son las consecuencias que tendrá en la política internacional de nuestro país y que hoy subestimamos por completo, que hoy ignoramos absolutamente.
La política, la independencia política de una nación no hay que olvidarlo, dice Jesús Silva Herzog, jamás, no hay que olvidarlo jamás, depende de su independencia económica, si ésta se debilita se mengua aquella y lo que debe defender un pueblo sobre todas las cosas es su soberanía compatible con la realidad internacional de su momento histórico.
Esta es una reforma que viene de la subordinación, si se acusa que en la izquierda hay mucha ideología también yo acuso a quienes están promoviendo esta privatización de hacerlo también bajo grandes mentiras y de ideología, que nosotros no podemos salir adelante, que los mexicanos somos incapaces de reformar nuestra industria petrolera y sacar adelante a nuestro país, como lo hizo ya otra generación de mexicanos.
Tenemos que renunciar a nuestra soberanía para que alguien llegue a salvarnos, es un pensamiento subordinado, es traicionar a nuestro país, traicionar a nuestra soberanía nacional.
Por eso quisiera terminar recordando algo, un fragmento de cómo Silva Herzog celebraba la expropiación petrolera años después con las consecuencias positivas que había tenido para nuestro país. Decía: “Lo ocurrido en México servirá seguramente, está sirviendo ya de ejemplo a otros pueblos víctimas de la codicia y de la maldad, víctimas de quienes se encuentran en el lucro su único ideal, y en el dólar su único Dios”.
Ojalá cambiáramos la historia y que efectivamente lo que ocurra hoy en México sea ejemplo a otros países víctimas de la codicia. Desafortunadamente el camino que ustedes han elegido nos llevará irremediablemente a repetir la historia.
Ojalá de manera racional analizáramos lo que se va a hacer, la redacción del 27 Constitucional donde se dice que las reservas petroleras, las ganancias esperadas por las asignaciones de estos nuevos contratos se van directamente a registrar a los balances de las compañías trasnacionales, les vamos a dar la revancha histórica que nos advirtió hace muchos años Silva Herzog, que estarían siempre alerta para realizar.
No seamos, no sean esa generación de mexicanos apátridas, traidores de México, de su historia y ciegos ante lo que puede ocurrir en el mediano plazo.
Muchísimas gracias.
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