Versión estenográfica de las Audiencias públicas sobre la participación de México en el 70 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores organismos internacionales del Senado de la República.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes, bienvenidos al Senado de la República, a estas audiencias públicas sobre la participación de México en el 70 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

Saludo a la senadora Laura Rojas.

Bienvenido, doctor Roberto Dondisch, director general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

A la señora Marcia de Castro, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas y representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de México.

A todos quienes van a participar en las próximas tres mesas a propósito de la preparación de la agenda y de la posición que tendrá nuestro país, el Estado mexicano en la Asamblea de Naciones Unidas.

Estas audiencias públicas se han articulado en tres grandes temas:

En primer lugar, el tema de desarme y seguridad internacional. En segundo lugar, los asuntos económicos y financieros y en tercer lugar, los asuntos humanitarios y culturales.

En estas audiencias públicas se intentará desde el Senado de la República, nutrir la posición que tendrá nuestro país en estos temas que están englobados en el tema genérico del desarrollo y del cambio climático.

Hoy nuestro país participa en una serie de debates internacionales, el debate fundamental sobre cuál va a ser el modelo de desarrollo para el mundo en las próximas décadas. Un desarrollo humano, sustentable, que no empeñe el futuro de las próximas generaciones y que por el contrario, sirva para sentar las bases de un desarrollo integral.

Pero también enfrentar distintos desafíos que tiene el mundo en la actualidad. En primer lugar, después de la crisis de 2008, las distintas naciones han entrado en una lógica de austeridad, una lógica de recuperar el crecimiento y el desarrollo.

En este marco económico que vive el mundo, donde distintas transiciones se están dando de manera simultánea, el mundo tiene que repensar la forma en la que se genera gobernanza económica, la forma en la que se toman las decisiones, la forma en la que se impulsa el crecimiento, la forma en la que las naciones interactúan en términos de solidaridad y también en términos de crecimiento conjunto.

El segundo gran debate que está en nuestra actualidad, en este presente complejo que vive el mundo, es la política contra las drogas. Sin lugar a dudas, debe transitarse de esta discusión sobre la penalización del consumo, del trasiego y del comercio de las drogas, hacia un enfoque de salud pública y hacia un enfoque de los daños que causan no solamente las adicciones, sino también el comercio.

Ese modelo punitivo está llegando a un fin, está llegando a un momento en el cual no podemos seguir sosteniendo esos paradigmas porque el mundo está cambiando, porque ya nos dimos cuenta que el enfoque punitivo ha generado enormes y profundos daños en nuestras sociedades.

Y en tercer lugar, un debate que ha cobrado una relevancia en los últimos años, en los últimos meses, pero sobre todo en los últimos días, con la situación que vive Siria. Hemos visto visibilizado el drama humano de miles de personas que han dejado el lugar de origen para buscar un mundo mejor, para buscar una situación mejor, para buscar un futuro mucho más digno y hemos visibilizado el drama que eso implica.

El mundo tiene que solidarizarse no solamente con los migrantes sirios, sino con todos aquellos que por alguna razón económica, política o social dejan el lugar en el que nacieron para intentar buscar un futuro menos doloroso.

El debate sobre la migración es impostergable, el mundo requiere nuevas instituciones, nuevos consensos, nuevos instrumentos para enfrentar estas situaciones.

Y es justamente una posición como la de México, la que puede nutrir en el concierto global, una posición mucho más humana con respecto a la migración.

Hay distintos temas, distintos debates que serán parte esencial de la agenda que sostendrá nuestro país: los menores no acompañados, el debate sobre el desarme, el control del armamento transfronterizo, el cambio climático.

En fin, distintos temas que al final de cuentas son aspectos relevantes en la conformación de un mundo mucho más justo, de un modelo de desarrollo mucho más humano, de un sentido de pertenencia a la humanidad que nos permita a todos coexistir en nuestro presente pero, sobre todo, sentar las bases para que las próximas generaciones tengan por lo menos las mismas oportunidades que nosotros o bien mejores.

Quiero terminar esta breve intervención festejando, celebrando la convocatoria que ha hecho la senadora Laura Rojas de todos ustedes, para esta discusión que, sin lugar a dudas, será un aporte invaluable a la Cancillería, al Ejecutivo Federal, para sostener la posición de nuestro país en estos nuevos debates, en estas nuevas decisiones que el mundo habrá de tomar en los próximos años.

Bienvenidos al Senado de la República, y si ustedes me permiten, hacer la declaratoria de inauguración.

Les ruego ponerse de pie.

Siendo las 10:00 horas del lunes 14 de septiembre del 2015, damos la formal puesta en marcha de estas audiencias públicas sobre la participación de México en el Septuagésimo Periodo de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Felicidades a todos.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Muchísimas gracias, presidente.

Ahora voy a presentar a los demás distinguidos miembros del presídium que nos acompañan el día de hoy.

Por supuesto, darle la bienvenida y agradecerle la presencia a la señora Marcia de Castro, que es la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas en México.

Marcia, muchas gracias como siempre por acompañarnos.

Por supuesto, también está la Secretaría de Relaciones Exteriores, representada por el doctor Roberto Dondisch, Director General para Temas Globales. Muy bienvenido, Roberto.

El doctor Jorge Schiavon, Profesor Investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica. Muy buenos días y bienvenido.

La doctora Laura Zamudio, Directora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, también bienvenida, tocaya.

La licenciada María Josefina Menéndez Seo de Save The Children México; también bienvenida.

Y, de nuevo, bienvenidos a todos ustedes.

En el marco de esta primera parte de las audiencias, en la que hablaremos en general de, tanto de la participación de México en el periodo de la Asamblea General que está por comenzar y de las propias audiencias, le quiero ceder el uso de la palabra a la señora Marcia de Castro para que también nos dirija un mensaje.

MARCIA DE CASTRO: Muy buenos días a la estimada senadora Laura Rojas por invitarnos a este evento.

También quiero saludar al Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Roberto Gil Zuarth.

A Roberto Dondisch, de la Secretaría, Director General de Temas Globales en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

También saludar al doctor Jorge Schiavon, profesor del CIDE;

Doctora Laura Zamudio, de la Universidad Iberoamericana;

A la licenciada María Josefina Menéndez, de Save The Children y todos los demás que nos acompañan aquí el día de hoy.

En nombre de la ONU, es siempre un placer estar aquí en el Senado de la República, acompañando el trabajo de la Comisión de Asuntos Internacionales, de Relaciones Exteriores, liderada por la senadora Laura Rojas.

Como mencionó la senadora y el presidente, esta septuagésima sesión de la ONU es un parteaguas para las Naciones Unidas. Primero, porque la organización cumple 70 años de vida.

Somos una organización de la tercera edad, casi llegando a la cuarta edad; y un conjunto de entidades que forman Naciones Unidas, que estamos pasando por un proceso de reflexión profundo de evaluación del rol de la ONU a nivel global, y particularmente también del rol de la ONU en países como México, donde tenemos una presencia grande con más de 19 agencias, con más de 68 año de presencia en este país y que también como parte de todo el sistema estamos aprovechando esta ocasión para hacer un alto en el camino y evaluar la relevancia, la incidencia y el impacto de nuestro trabajo a nivel mundial y también aquí, en México.

Y como Naciones Unidas en este país no podemos pensar nuestra presencia aquí y nuestro trabajo sin reconocer el liderazgo de México en prácticamente todos los temas que trabaja Naciones Unidas.

México, como país fundador y México que permanentemente renueva y reafirma su compromiso como país miembros y sumamente comprometido con todos los grandes temas, como ya mencionó el senador Roberto Gil Zuarth en los temas de desarme, en los temas de droga, en todo el proceso de negociación de lo que ha sido el consenso para una nueva agenda de desarrollo, en los temas de migración, en los temas de cambio climático.

Entonces, claro, para la ONU en México tener de la mano ahí una contraparte, un Estado tan motivado, tan comprometido, exige de nosotros también una postura, un enfoque a la altura de la posición de México en naciones Unidas.

Para ONU Desarrollo y nosotros aquí en México representamos mayormente la agenda de desarrollo en el país, también obviamente con la oficina de derechos humanos, toda la agenda de derechos humanos, la agenda de cambio climático, esta sesión va a ser muy importante porque culmina con 15 años de un proceso de la agenda de desarrollo sustentable, de desarrollo del milenio.

Ahora, hace menos de un mes, México publicó su último informe de avance. De ahí observamos grandes avances, grandes resultados y obviamente algunos desafíos importantes para que México pueda alcanzar y cumplir con estas metas del milenio.

Pero más importante, vamos a aprobar o ya está concertado, aprobada la nueva agenda de desarrollo sustentable para los próximos 15 años, donde de nuevo el papel de México y Roberto seguramente nos va a comentar sobre esto, ha sido imprescindible, posicionando no sólo la posición mexicana, pero los temas de inclusión, particularmente para países de ingreso medio alto, esta nueva agenda cuenta con 17 objetivos y más de 169 indicadores que darán cuenta de aspiraciones más altas a la escala de esfuerzo global necesario para que estas metas se materialicen.

Es impresionante, Roberto nos comentaba esto hace unas semanas, cuando nos reunimos en la oficina de Naciones Unidas para conocer más desde la perspectiva de la Secretaría, cómo fue el proceso de negociación, que mes y medio antes de la aprobación de la nueva agenda, ya había un consenso político de todos los países en este nuevo marco.

También esta sesión va a tocar temas importantes, como ya mencionó también el senador Roberto Gil Zuarth, que es la cuestión e conflictos, la cuestión migratoria, las negociaciones para cambio climático, ahora en diciembre vamos a tener también un evento muy importante en parís, para retomar el debate.

Creemos ahí, senadora, que esta sesión es sumamente importante y también destaca el liderazgo del Senado mexicano en convocar la comunidad para conocer la posición de México y conocer también la acción que ha tenido México en estos procesos multilaterales y con esto celebramos con ustedes su liderazgo, visión y deseo de elevar toda esta información y posicionamiento del país a un público más amplio.

Agradezco nuevamente la invitación y espero que sea un día sumamente interesante, un debate muy interesante el día de hoy.

Muchas gracias.

SENADORA LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ: Muchas gracias por tus palabras, Marcia.

Y ahora le pediría al doctor Dondisch, director general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ya un amigo de la casa, que por favor nos dirija un mensaje.

DOCTOR ROBERTO DONDISCH GLOWINSKI: Muchísimas gracias, muchísimas gracias por la invitación, es un verdadero placer, un verdadero honor estar aquí con ustedes representando a la Cancillería.

Senador Roberto Gil, presidente de la Mesa Directiva.

Senadora Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales.

Señora Marcia de Castro, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas y representante del PNUD de México.

Por supuesto, doctor Jorge Schiavon, profesor investigador del CIDE.

Laura Zamudio, directora del Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero.

Y la licenciada María Josefina Menéndez, Save the Children México.

Qué gusto estar y, primero que nada, me gustaría felicitarlos. Felicitarlos por hacer este tipo de eventos, estas opciones de aproximación donde podamos tener un verdadero diálogo sobre lo que es nuestra política exterior, nuestra política exterior multilateral, lo que estamos haciendo, hacia dónde vamos, por qué lo estamos haciendo, porque es una política exterior que se ha caracterizado a través del tiempo en que ha sido una construcción que se ha hecho desde diferentes partes de nuestra sociedad.

Y esta construcción es lo que tenemos que seguir trabajando en el camino, en el posicionamiento de ésta que será tan importante, la 70 Asamblea General de Naciones Unidas; 70 años con una historia que nos hace pensar qué sería el mundo de hoy si no tuviéramos a la Organización de Naciones Unidas.

Qué sería el día de hoy si no tuviéramos este máximo órgano de coordinación, este máximo órgano de diálogo político que, además es también responsable de muchas de las cuestiones técnicas que a lo mejor en nuestro día a día no vemos o no pensamos que son acciones que vienen desde los órganos multilaterales internacionales; desde el sistema postal universal, los sistemas de telecomunicaciones, hasta por supuesto los temas de mantenimiento de la paz, la estabilidad social, la estabilidad económica. Todo esto pasa de alguna u otra manera por Naciones Unidas.

Naciones Unidas, organización que ha tenido momentos difíciles y momentos de gran gloria; pero es una organización que pase lo que pase, la organización se da a razón de las decisiones que toman los Estados miembros.

Y como Estado miembro, México se ha tomado históricamente su papel de lleno de ser un actor relevante, ser un actor propositivo y ser un actor positivo. Y en ese sentido hacia esta sesión número 70 de la Asamblea General, seguimos con esta visión como bien decía el senador Gil, temas tan importantes como el desarrollo económico y social, y hablaremos más de esto un poco más adelante el día de hoy.

Pero estamos entrando en una nueva era, porque estamos adoptando una agenda de desarrollo, la Agenda de Desarrollo 2030, que cambia el precepto del desarrollo:

Ya no más es el desarrollo de los países o los gobiernos lo que importa a la sociedad internacional; sino que es el desarrollo del individuo. Estamos hablando de una agenda de desarrollo universal por esa misma dinámica.

Estamos también viendo temas tan complicados y tan importantes para México como para el mundo, como el cambio climático. Estaremos este año terminando en París unas negociaciones que comenzaron en Cancún, en la COP 16; México tiene un papel especial que jugar en este proceso.

El tema de drogas, por supuesto, un tema que México facilita, que podremos hablar también más adelante, donde estamos viendo cambios importantes a nivel global y tenemos que tomar decisiones de cómo enfocar las convenciones internacionales sobre la materia.

En fin, temas coyunturales por supuesto de gran importancia, como el tema Sirio, que estamos viendo; Sudán del Sur, entre otros; el tema de migración.

Y bueno, un sinnúmero de temas que se estarán revisando y que qué gusto y felicidades de nuevo por la iniciativa a la Mesa Directiva del Senado, a la senadora Laura Rojas, de nuevo felicidades por la visión y por invitarnos y poder tener esta plática, este diálogo con todos ustedes.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Bueno, ahora me voy a permitir hacer uso de la palabra, para hacer unas breves reflexiones sobre las intenciones de estas audiencias públicas.

Uno de los objetivos principales de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, durante estos tres años de la LXII Legislatura y que queremos ahora fortalecer y seguir por ese mismo camino en la LXIII Legislatura, es en primer lugar ayudar a la mejor comprensión y a la difusión de la política exterior que México despliega en los organismos internacionales, la política exterior multilateral.

Eso me parece que, de la mano con la Cancillería y de la mano con el Sistema de Naciones Unidas y otros organismos, hemos conseguido con relativo éxito.

Pero ahora nuestro objetivo es ir más allá de la mera difusión, sino ahondar en la participación de la construcción de las posiciones de México en los distintos organismos internacionales.

Esa es la razón de las audiencias públicas.

Creemos que la posición de México en los organismos no puede estar solamente construida y definida desde el Poder Ejecutivo; por supuesto que es su principal responsabilidad, pero creemos que, dado que es una posición del país, cada vez más el gobierno debe de tomar en cuenta las posiciones, las preocupaciones, tanto de la comunidad que sigue estos temas, por supuesto los expertos, los académicos, las organizaciones de la sociedad civil, el Poder Legislativo, los gobiernos locales… Hago un paréntesis para presentar a la senadora Luisa María Calderón que desde hace rato estoy queriéndola saludar. Bienvenida, senadora. Y tomar en cuenta, como yo decía, estas posiciones de los diferentes actores interesados para nutrir.

Nos parece que entre más arropado y acuerpada vaya la posición del gobierno de México en los organismos, más legitimidad tiene, más fortalecida está, y con mucho más fuerza estas posiciones se pueden sostener fuera de México cuando están sustentadas dentro del país.

Esa es la razón de estas audiencias.

Por supuesto quisimos iniciar con este mecanismo de diálogo, de discusión, a razón del 70 aniversario de Naciones Unidas, que ya se ha comentado.

Esta sesión de esta asamblea general no es una asamblea general cualquiera. Ya lo comentaron tanto el senador Roberto Gil como la señora Marcia, como Roberto; es una asamblea general especial porque se cumplen 70 años, porque se adopta una agenda de desarrollo, porque es la víspera de la sesión especial en donde se revisará la política de drogas que para México es fundamental y para nuestra región un tema también muy importante porque, como ya se dijo, tenemos de frente la discusión o la resolución del debate que se inició en Cancún, como ya dijo Roberto, sobre cambio climático en diciembre; y, sobre todo, porque el mundo hoy día vive desafíos como nunca antes vistos.

Creo que esta asamblea general también en sí misma representa un desafío tremendo para los estados miembros, sobre cómo poder avanzar en los mayores desafíos que creo que nunca ha tenido la humanidad, como el propio cambio climático, como la migración, como drogas; pero sobre todo, sobre cómo afrontar los desafíos internos de la organización, que muchas veces son, como en el caso del Consejo de Seguridad lo vemos de manera reiterada, son los propios estados los que a veces impiden que la organización, por estos mecanismos de funcionamiento y de política interna impiden que la organización pueda resolver los desafíos a los que están llamados.

Creo que el debate general es una oportunidad para México de volver, como siempre lo hace, a posicionar temas tan importantes como la reforma al Consejo de Seguridad, como la revitalización de la propia asamblea general, para que la propia organización pueda avanzar en el cumplimiento de las demandas y de las necesidades que tiene hoy la humanidad.

Quiero aprovechar este momento también para hacer una reflexión específicamente en el tema de derechos humanos. Por supuesto que el tema se tratará durante la Asamblea en la comisión respectiva, pero la reciente sentencia emitida contra la Leopoldo López en Venezuela, en contra de lo dispuesto por innumerables instrumentos internacionales en materia de derechos humanos y debido proceso, creo de manera personal que merece no sólo una condena sino una acción contundente por parte de la comunidad internacional.

México, creo, debería, a propósito de los trabajos de la sesión regular del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comienza precisamente hoy en Ginebra, convocar a una sesión especial para examinar este gravísimo caso para la democracia y el Estado de Derecho en el hemisferio.

Sin duda, también podría llevar el caso ante la atención de la Asamblea General y promover una resolución.

La cancillería nos ha explicado varias veces que la falta de contundencia en la denuncia sobre la sistemática violación de derechos humanos en Cuba en la OEA, pues ha sido por una cuestión de prudencia, porque además está solo en el tema, lo hemos visto desde todos estos meses y específicamente a partir de la sentencia de Leopoldo López ningún presidente de la región e ha pronunciado en contra.

Sin embargo, creemos que en la ONU el escenario es distinto. En la ONU México ha sido líder en el tema de derechos humanos, México presidió el Consejo de Derechos Humanos y ahí hay muchas otras voces fuera de la región de Latinoamérica y El Caribe, que podrían acompañar esta posición de México para un pronunciamiento tanto en el debate general como en la comisión respectiva e, insisto, fuera de la Asamblea, en el propio Consejo de derechos Humanos.

Por supuesto está el tema de Siria y como ya se comentó, y el tema de drogas, en fin, muchos temas importantes por discutir.

En todo caso, tenemos entre nosotros una oportunidad única para discutir estos y muchos otros temas, donde nuestro país podría ubicar espacios de influencia, cooperación y liderazgo en la consecución de los objetivos primordiales de la ONU, a saber, mantener la paz y la seguridad internacionales.

Lograr por medios pacíficos el arreglo de controversias, favorecer la cooperación internacional en la solución de problemas económicos, sociales, culturales y humanitarios y desarrollar y estimular el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos.

El objetivo finalmente de estas audiencias públicas es para construir de manera proactiva en el marco de una colaboración institucional a la posición de México durante esta LXX Asamblea General de las Naciones Unidas.

Muchísimas gracias por su participación y vamos a comenzar formalmente con las audiencias.

Muchas gracias.

Vamos a dar inicio con el primer panel que es precisamente sobre el posicionamiento de México en el debate general. Tenemos entendido que el presidente Peña participará el lunes 28 ¿es así Roberto? El lunes 28 de septiembre en el debate general y en este panel participarán el doctor Roberto Dondisch; el doctor Jorge Schiavon, la doctora Laura Zamudio y la licenciada María Josefina Menéndez.

Entonces, voy a cederle en ese orden el uso de la palabra en primer lugar al doctor Roberto Dondisch y al final de las participaciones podremos tener también un espacio para que todos ustedes puedan por supuesto también hacer algunos comentarios, aportaciones, preguntas, sobre lo que México debería de decir en el debate general.

Doctor, tiene la palabra.

DOCTOR ROBERTO DONDISCH: Muchísimas gracias, senadora, de nuevo gracias por la invitación.

Me parece importante recalcar que esta sección de alto nivel de la Asamblea General, cabe hacer la diferenciación.

La Asamblea General comienza esta semana, mañana, y termina en diciembre. Bueno, la parte formal, pero la Asamblea en realidad dura todo el año y esto es importante explicar lo que vamos a tener la próxima semana va a ser el debate de alto nivel.

Este año el debate de alto nivel se ve de una manera distinta, porque junto con el debate de alto nivel vamos a tener una cumbre para la adopción de la agenda de desarrollo hacia 2030, lo que conocíamos durante todo el proceso de negociación como la Agenda de Desarrollo Post 2015.

¿Por qué Post 2015?

Porque los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que adoptamos en el año 2000, tenían una lógica de implementación de 15 años, que debería de terminar este diciembre. Y si bien no se ha cumplido con todos los objetivos a nivel global, pero ya tenemos una nueva agenda, que ya fue adoptada formalmente por la Asamblea General de Naciones Unidas.

Los jefes de Estado se reunirán para darle una formalidad a la Agenda 2030; pero además también para adoptar una declaración política que es parte de la agenda misma. Y esta declaración política es muy importante y podemos hablar un poquito después ya de esta parte; porque ahí hay muchos temas que México puso, tuve el placer de poder llevar la jefatura de las negociaciones para México de esta agenda, y en realidad vemos muchos de los temas que México promovió en esta declaración política que fue negociada con todos los miembros de las Naciones Unidas.

El día de hoy hablaremos entonces tanto del debate general, pero también hablaremos de la Primera Comisión, Desarme y Seguridad Internacional; de la Segunda Comisión, Asuntos Económicos y Financieros; de la Tercera Comisión, Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales. No entraremos tanto a la Cuarta, Quinta y Sexta; muy importantes todas, pero me parece correcto enfocarnos, porque son tantos temas que es muy difícil poder hablar de todo en un evento en un día.

Y en ese sentido, ¿qué es lo que ve México hacia el inicio de esta sección de alto nivel de la Asamblea General y la Asamblea General misma?

Bueno, primero que nada tenemos que entender que será el 70 aniversario, entonces tendrá que ser un momento tanto de celebración como de reflexión. Y es importante pensar en el tema de reflexión, porque es momento de pensar como decíamos ya, ¿cómo cambiamos el ámbito o el entendimiento del ámbito del desarrollo con la nueva Agenda?

¿Cómo cambiamos el ámbito o mejoramos la acción de Naciones Unidas en temas de paz y seguridad?

El Secretario General presentó ya su nuevo proyecto para cómo volver más eficiente el proceso de operaciones de mantenimiento de la paz.

También tenemos una propuesta franco-mexicana sobre la utilización del veto por las cinco potencias miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde lo que estamos buscando es que los países se entienda cuándo pueden utilizar este voto en contra, que impide que pase una decisión del Consejo de Seguridad y cuándo no.

Ese es un tema muy importante y esta asociación, entre una de las cinco potencias, uno de los cinco miembros permanentes, y un país como México que ha sido enfático a través del tiempo en hacer un llamado a la renovación y revisión de estos formatos; nuestra posición histórica en contra de la utilización del veto se mantiene.

México, nos ha tocado ser en varias ocasiones miembros electos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y como miembros electos hemos visto lo complicado que puede ser mover temas cuando existe el tema del veto. Y hoy en día, como bien lo mencionaba la senadora Rojas, es un tema que tenemos que entender que ha limitado la acción de Naciones Unidas.

Por supuesto en temas de conflictos tenemos los casos de Siria, de Yemen, de Sudán del Sur, la iniciativa que les comentaba; el tema de armas nucleares, que es un tema sumamente importante y donde México también tiene un liderazgo histórico.

Desafortunadamente, la última reunión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares no llegó a un resultado. Y hemos visto que a través del tiempo si bien partes del tratado han sido muy efectivas, quizá no absolutamente o universalmente respetadas, como la No Proliferación; pero hay otras partes como en la parte del desarme, que también es parte del mecanismo mismo, que no han tenido el mismo éxito.

Y en esta lógica, México ha lanzado una serie de reuniones donde hablamos de los aspectos humanitarios relacionados con el uso de las armas nucleares. La primera tuvo lugar en Noruega; la segunda tuvo lugar en México; la tercera en Austria.

Y es claro que empieza a haber un movimiento ya para ir más adelante y pensar en mecanismos que ya de alguna manera atajen directamente el tema de las armas nucleares, no desde una perspectiva de no proliferación, sino desde una perspectiva de desarme, y este es uno de los temas que también estaremos viendo.

Por supuesto, es el Tratado de Comercio de Armas que entró en vigor, donde México tuvo un papel especial en su negociación. Yo tuve también la suerte de poder encabezar esa negociación.

Y tuvimos hace poco en Cancún la Primera Conferencia de Estados Parte, donde se establecieron ya reglas de operación y será muy importante también destacar esto como una iniciativa, un tema muy mexicano.

El tratado de Comercio de Armas, para quienes no hayan tenido oportunidad de revisarlo, los invito a revisarlo.

Como decía un muy destacado miembro de la sociedad civil en el proceso, dice que la mitad de ese tratado se escribió con mole mexicano. Es en verdad un tratado que toma las posiciones de nuestro país.

La agenda 2030, que por supuesto será el tema principal de acción, donde México también encabezó temas importantes como la inclusión social y económica; y sobre todo la lógica de los tres pilares de desarrollo: El pilar económico, el pilar social y el pilar medioambiental.

No podemos seguir pensando en un desarrollo que no sea sustentable. El mundo ya no da; necesitamos tener en esta visión el trabajo dentro de los tres pilares.

Otro tema importante, también en la Sesión de Alto Nivel, será el llamado que se haga para fortalecer el ímpetu político a favor de las negociaciones de cambio climático que tendrán lugar –bueno, que hemos estado negociando ya durante mucho tiempo– que deberán culminar en la reunión que se va a llevar a cabo en Lebushe, a las afueras de París, en Francia, en diciembre de este año.

Otro tema donde México también ha demostrado un papel importante, nos toca en este caso facilitar uno de los temas de discusión en la negociación.

Estamos muy pendientes. El equipo del trabajo, no hemos parado –como la senadora bien podrá atestiguar–y seguimos trabajando en este proceso de negociación.

Por supuesto, el tema de drogas. El tema de drogas es un tema de suma importancia este año.

¿Por qué? Porque bajo un llamado de México, Guatemala y Colombia hace unos años, se estableció que en año 2016 se llevará a cabo una sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas.

Ésta tendrá lugar en abril del próximo año.

Los trabajos preparatorios para la misma comenzarán ya tanto en Nueva York como en Viena a llevarse a cabo, y lo que buscamos es tener un verdadero diálogo, un verdadero espacio para conversar entre todos los países, y muy importante la participación de la sociedad civil, sobre qué es lo que está pasando con el tema de drogas a nivel mundial.

Es decir, las tres convenciones de drogas que tenemos y la forma de implementarlas han sido exitosas o no lo han sido; y, si no, qué tenemos que hacer para cambiar.

Importante para México, el cambio debe de ser de todos, debe de ser multilateral. Queremos ir en un acompañamiento de la comunidad internacional. Este es un reto global; no lo puede resolver ningún país por acciones unilaterales.

Por supuesto, el tema de derechos humanos será sumamente importante.

Tendremos que seguir trabajando sobre estos temas, tanto en Nueva York como en los otros entes de Naciones Unidas responsables. Y tendremos una sesión especial el día de hoy para hablar de eso, por eso no hablo más de esto.

Simplemente para cerrar, también tiene que ver un tema muy importante que se vería en la quinta comisión, que es el tema de la eficiencia en Naciones Unidas.

Necesitaos lograr una organización más eficiente, más democrática, una organización donde cuando hablemos de reformas no nos limitemos a hablar de si debe de haber más o menos número de miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, no.

Lo que hay que pensar es cómo es la interacción en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General, entre la Asamblea General y el secretariado; cómo va a desarrollar el secretariado capacidad para lidiar con la implementación de la agenda 2030, en fin.

Hay muchos temas que tendremos que trabajar, es un año de parteaguas y es un año donde los retos no pararán.

Muchas gracias.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Muchas gracias doctor Dondisch.

Ahora le voy a pedir que tome la palabra el doctor Jorge Schiavon.

DOCTOR JORGE SCHIAVON: Muchísimas gracias por la invitación para estar en esta alta soberanía, es un verdadero honor y privilegio, no sólo compartir la mesa con verdaderos expertos en el tema internacional y particularmente en la política exterior multilateral de México, sino doblemente el ver este foro lleno de jóvenes y por lo tanto es un doble honor el poder compartir la mesa con ustedes.

Soy un ferviente creyente de que en un país democrático como México, las políticas públicas y entre ellas la política exterior, en la medida de lo posible deberían de seguir las preferencias de la mayoría de las personas.

Desgraciadamente, en temas de política exterior no contábamos con información suficiente sobre qué querían los mexicanos en temas internacionales, pero desde hace una década ya tenemos un estudio que se levanta bianualmente en el CIDE sobre opinión pública y política exterior, en el cual además quiero hacer un sincero reconocimiento tanto a la Secretaría de Relaciones Exteriores y muy particularmente al Senado de la República y especialmente a la senadora Rojas, quienes nos han apoyado justamente para continuar con este gran esfuerzo.

¿Y por qué es importante?

Porque tenemos información fidedigna de qué queremos los mexicanos en materia de relaciones internacionales y política exterior y doblemente interesante, tenemos información para el público mexicano y es representativa a nivel nacional, pero también tenemos la información sobre qué quieren los diferentes líderes mexicanos de cinco sectores, políticos, funcionarios públicos, empresarios, sociedad civil y academia, sobre asuntos internacionales.

Por lo tanto celebro que se realice esta audiencia sobre participación de México en el 70 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas y la respuesta rápida a cuál debe ser el posicionamiento de México, aquél justamente que represente las preferencias y los ideales de los mexicanos en materia de política exterior y la manera de saberlo es justamente preguntándoles y aquí les traigo la información para compartirles esta información.

Les adelanto que traigo un poco de, ay, no se va a ver nada, pero no importa, ustedes que tienen ojos de jóvenes seguramente lo harán mucho mejor que nosotros, se los intentaré explicar esta información.

Aquí le preguntamos a los mexicanos qué tanto les interesan los asuntos internacionales y lo que vemos y es la línea azul, es que a los líderes les interesa muchísimo; 96 por ciento de los líderes nos dicen que les interesan mucho los asuntos internacionales.

La noticia agridulce es que dentro del público, dentro de la población general de este país estamos divididos en mitades y a la mitad les interesan los asuntos internacionales y la otra mitad es un público desatento, al cual no le interesan mucho los asuntos internacionales.

Y muy particularmente y tampoco se ve, pensé que tendríamos una pantalla más grane, pero se las explico también con mucho gusto., preguntamos sobre conocimiento de diferentes actores internacionales y entre ellos a naciones Unidas.

La muy buena noticia es que la organización internacional más conocida y reconocida por los mexicanos, con alrededor de 80 por ciento de la población de este país y prácticamente el cien por ciento de los niveles, es la Organización de las Naciones Unidas.

Y cuando preguntamos ya en términos de conocimiento específico, vemos que se les pide a los mexicanos que nos digan qué significan las siglas de las diferentes organizaciones, nuevamente la organización con mayor nivel de conocimiento, donde 52 por ciento de los mexicanos y el cien por ciento de los líderes pudieron decirnos cuál es el significado de las siglas ONU, es justamente la Organización de las Naciones Unidas.

Ahora, no sólo es cuestión de conocimiento, es cuestión de evaluación y le preguntamos a los mexicanos tanto población como líderes, cuál era su evaluación sobre diferentes actores internacionales, particularmente organismos internacionales.

Nuevamente aquella institución que es la mejor evaluada en un rango de cero, que es odio absoluto, cien, amor total y 50, relativa indiferencia, es la Organización de las Naciones Unidas, tanto para el público que saca 65 puntos, a diferencia de otras instituciones internacionales como por ejemplo el MERCOSUR, con 56, o el ALBA con 51, mientras que los líderes tiene un nivel de evaluación de 78 puntos, también siendo la institución internacional mejor evaluada por los mexicanos.

Pero no sólo es evaluación, es confianza.

Le preguntamos a los mexicanos cuál era el nivel de confianza que tenían nuevamente sobre diferentes instancias nacionales e internacionales.

Bueno, la instancia internacional que recibe el mayor nivel de confianza por parte de los mexicanos con 47 por ciento es justamente la Organización de las Naciones Unidas y con 76 por ciento por parte de los líderes.

A nivel internacional es en quien más confiamos a nivel doméstico, en quienes más confiamos es en la iglesia, las empresas mexicanas, el ejército y la mayoría de las personas y en quien menso confiamos es en los jueces, en la policía y en los políticos, cosa que supongo no nos sorprenderá demasiado.

Ahora, tenemos un gran reto y el reto es que los mexicanos estamos realmente pesimistas con respecto al rumbo que está siguiendo el mundo.

Le preguntamos a los mexicanos si ellos creían si el mundo se encuentra mejor o peor que hace 10 años y 73 por ciento de los mexicanos creen que el mundo está peor.

Es decir, el pesimismo es parte de la dieta diaria de los mexicanos y los líderes también, mayoritariamente 51 por ciento creen que el mundo está peor hoy, que hace 10 años.

Sin embargo, y aquí está la buena noticia, cuando le preguntamos a los mexicanos si creen que México debe tener una participación activa en asuntos internacionales, la respuesta es “sí”.

Es decir, aunque haya pesimismo, los mexicanos creen que una participación activa de México en asuntos internacionales justamente sirve para los intereses nacionales y dos terceras partes de los mexicanos, 64 por ciento, creen en una participación activa y el 94 por ciento de los líderes creen que México debe tener este activismo internacional.

¿Por qué?

Por una razón muy obvia, porque los mexicanos creemos que lo que ocurre en el mundo nos afecta directamente como país, pero también directamente como personas. Es decir, mi bienestar personal depende en buena medida de lo que ocurre en el mundo y sabemos que prácticamente dos terceras partes del PIB de este país está representado por las importaciones y exportaciones; por lo tanto, algo tan importante como lo que ocurre en el mundo tiene un impacto directo en mi bienestar y en mi seguridad.

El 62 por ciento de los mexicanos creen que afecta su vida diaria y 77 por ciento creen que afecta a México lo que ocurre en el mundo y los niveles entre los líderes es de 83 y 96 por ciento. Por lo tanto, el mundo es crecientemente relevante para los mexicanos.

¿En qué temas?

Justamente en los temas que ya nos adelantaba la senadora y el doctor Dondisch; ¿cuáles son aquellos temas que los mexicanos identificamos como amenazas a nivel internacional?

Bueno, aquellos que impactan directamente a nuestro bienestar: temas como el narcotráfico y crimen organizado, uno de los temas que se va a ver, como desastres naturales, como crisis económicas, como cambio climático, como epidemias internacionales, como desigualdad entre países ricos y pobres y como violación de derechos humanos en el mundo.

Pareciera que los mexicanos hubieran dictado al doctor Dondisch su presentación con respecto a los puntos que deben de ser tratados como máximamente prioritarios desde la Agenda de los mexicanos y la política exterior de nuestro país.

Y veamos también que aquellos temas de seguridad internacional que parecieran ser hace unas décadas los más relevantes, no están tan altos dentro de las prioridades de los mexicanos, temas como terrorismo internacional y la guerra en otros países se encuentran hasta debajo de este listado.

Entonces, identificamos éstas como las máximas amenazas que perciben los mexicanos sobre temas internacionales, cuáles deben de ser las prioridades de la política exterior. Nuevamente, no debería de sorprendernos que las máximas prioridades que identifican los mexicanos en materia de política exterior son aquellas que generan una agenda de desarrollo, de seguridad y de bienestar de las personas.

Y les adelanto que estos son los datos de levantamiento 2014-2015, pero esto ha sido consistente y coherente en los levantamientos de la última década. Los mexicanos quieren una política exterior que genere desarrollo, seguridad y bienestar para las personas; justamente en temas como –y hasta arriba de la lista– proteger el medio ambiente, combatir el narcotráfico y crimen organizado, promover la cultura mexicana en el exterior, proteger los intereses de los mexicanos más allá de nuestras fronteras, promover la venta de productos mexicanos y atraer turistas y promover la paz y seguridad internacionales.

Todos ellos con niveles superiores al 60 por ciento de los mexicanos diciendo que son los asuntos más importantes y más prioritarios de la política exterior de México; y en niveles sustantivamente superiores entre los líderes, que nos dicen que debe de ser en niveles de prácticamente 90 por ciento estas mismas prioridades.

Por lo tanto, justamente el punteo que ya nos adelantaban la senadora Rojas y el doctor Dondisch con respecto a las prioridades de política exterior de México, son exactamente aquellas que los mexicanos están identificando como aquellas que más les afectan directamente en su bienestar y que por lo tanto, y esa es la idea de un ejercicio de opinión pública y política exterior como este, que justamente dan mucho mayor legitimidad y apoyo a la actuación de México en esta 70 Asamblea General de las Naciones Unidas.

Ahora, ¿qué instrumentos de política exterior son los que los mexicanos creemos que debe de seguir la Cancillería y los órganos de representación de México en el exterior?

Justamente aquellas de poder blando y de poder intermedio y, por lo tanto hay apoyos prácticamente del 99 por ciento entre los líderes y del 90 por ciento entre el público, para hacer uso de la diplomacia comercial, cultural y la cooperación internacional para el desarrollo.

Y los niveles de apoyo para acciones de poder militar caen por debajo del 50 por ciento, es decir, México como históricamente lo ha hecho cuando menos en las últimas siete décadas, México es un país que cree en la diplomacia, que cree en la negociación internacional y justamente el espacio máximo de negociación internacional es las Naciones Unidas y de ahí que la inversión de recursos para mucho mayor política exterior en ellos, esté tan bien percibida por parte de los mexicanos.

Preguntamos a los mexicanos dónde bebería el Gobierno mexicano invertir más recursos en política exterior; y la muy buena noticia es que en niveles de prácticamente 75 por ciento en el público y prácticamente 85 por ciento entre los líderes, los mexicanos creen que México está invirtiendo correctamente al tener más y mejor política exterior.

¿Dónde?

Abriendo más Embajadas y Consulados de México en el mundo y aquí la muy buena noticia: aumentar la participación de México en organismos internacionales.

Por lo tanto, hay un apoyo fundamental desde la población de este país, pero también desde su liderazgo, en aumentar la incidencia y participación de México en organismos internacionales, y particularmente en Naciones Unidas.

También, por cierto, niveles muy elevados para dar apoyo de refugio a extranjeros, de ofrecer becas a estudiantes de otros países en términos de una política exterior que sea generosa y que ayude a la solución de los principales problemas a nivel internacional.

Por lo tanto, no debería de sorprendernos que la política pública mejor evaluada por los líderes y por la población de este país, aunque ustedes no lo crean, es la política exterior.

Preguntamos sobre evaluaciones de política exterior, educativa, económica y de seguridad, y aquella que sale en el nivel máximo tanto para público como líderes, es justamente la política exterior de México.

Sin embargo, no todo son buenas noticias o miel sobre hojuelas, y hay retos importantes que quisiera compartir con ustedes:

El primero de ellos es la participación de México en operaciones para el mantenimiento de la paz, lo cual ha sido una lucha que yo he visto personalmente a la Subsecretaría de Multilaterales y Derechos Humanos llevar a cabo en el curso de los últimos diez años.

Y, finalmente, hemos tenido la noticia desde el año pasado por parte del Presidente de la República que México participará en operaciones del mantenimiento de la paz.

Pues bien, los mexicanos, si les preguntamos si México debe participar en operaciones de mantenimiento de la paz, la muy buena noticia es que prácticamente dos terceras partes de los mexicanos están de acuerdo en que México participe en operaciones de mantenimiento de la paz, siempre y cuando sea este tipo de operaciones para apoyar en materia de desastres naturales o reconstrucción institucional.

Cuando preguntamos en términos generales sobre operaciones de mantenimiento de la paz sin dar mayor explicación, estamos divididos en mitades, donde los mexicanos no queremos que se participe en operaciones de mantenimiento de la paz, es en zona de conflictos armados.

Por lo tanto, hay un claro mandato con respecto a la participación de México en este tipo de operaciones con apoyos de dos terceras partes de los mexicanos, pero únicamente en casos de desastres naturales y de construcción institucional, que además es justamente la forma en la cual el Presidente de la República marcó la participación de México, en este sentido.

Otro problema que tenemos –yo no lo vería como problema– otro reto que tenemos como mexicanos es el nivel de acuerdo que tenemos. Para resolver los problemas internacionales debe aceptar las decisiones que se tomen en órganos como Naciones Unidas.

La buena noticia es que tenemos a unos líderes que en altos niveles aprueban que México asuma las decisiones de Naciones Unidas con niveles prácticamente de 65 por ciento de acuerdo.

Es decir, México es un actor con responsabilidad global cuando asume las decisiones a nivel internacional. El problema fundamental es que a nivel del público mexicano los niveles de apoyo para asumir estas decisiones como propia son sustantivamente más bajo. Sólo un tercio de los mexicanos, 34 por ciento, cree que México debería de aceptar estas decisiones cuando no le gusten.

La realidad es que cuando uno es miembro de un organismo internacional, debe sujetarse justamente a las decisiones de los mismos, sin importar si nos gustan o no nos gustan.

Y, finalmente, la última diapositiva es con respecto a la Corte Penal Internacional.

Preguntamos a los mexicanos si estarían de acuerdo o en desacuerdo a que un mexicano y luego un funcionario público o político mexicano acusado de un crimen contra la humanidad, como tortura, sea juzgado por el Tribunal Internacional.

Y vemos que, en términos de mexicanos, son mayoría quienes creen que no debería de ser juzgado. Sin embargo, cuando se trata de un funcionario público, hay mayorías por parte de los mexicanos que creen que la Corte Penal Internacional podría juzgar en caso de crímenes contra la humanidad a este tipo de funcionarios, entre el público.

A nivel de los líderes, es mayoritario el apoyo en prácticamente niveles de 77 por ciento para los mexicanos y en 86 por ciento para líderes políticos. Eso significa que sí tenemos intención de permitir justamente la supranacionalidad en términos de acción internacional para crímenes contra la humanidad.

Y, finalmente, pongo a su total y entera disposición absolutamente toda la información de este esfuerzo de investigación. Toda la información, todos los datos son públicos y gratuitos en la página web del Proyecto lasamericasyelmundo.cide.edu.

Y lo que les hablé el día de hoy son simplemente 20 preguntas de más de 150 que hay en este estudio, que les permite analizar prácticamente todos los aspectos de las relaciones internacionales y de la política exterior de México.

Gracias nuevamente por su atención, y gracias nuevamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Senado de la República, particularmente senadora Rojas, por su enorme generosidad en apoyar proyectos de esta naturaleza, que nos permiten saber qué queremos los mexicanos en materia de política exterior y relaciones internacionales.

Muchísimas gracias.

SENADORA LAURA ROJAS: Muchísimas gracias, doctor Schiavon.

La verdad es que esta herramienta sin duda es de muchísima utilidad, no sólo para la Cancillería sino también en nuestros trabajos desde el Senado para contribuir a la explicación de estos temas en la medida de nuestras posibilidades.

Ahora le cedo el uso de la palabra a la doctora Laura Zamudio, Directora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

DOCTORA LAURA ZAMUDIO: Muy buenos días.

Antes que nada, agradezco a la senadora Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Organismos Internacionales por haberme invitado a estas audiencias públicas, con motivo de la participación de México en el 70 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General.

También como Jorge, me da mucho gusto compartir la mesa con personalidades del calibre del doctor Dondisch; de Jorge Schiavon, de la senadora y de la licenciada María Josefina Menéndez.

También con ustedes hicimos todo un esfuerzo hoy para que un grupo de alumnos de la Universidad Iberoamericana asistiera a estas sesiones, porque consideramos que los internacionalistas deben de ser quienes, más que nadie, tenga interés en este tipo de temas y debates. Así es que traigo porra el día de hoy con los chicos.

Para mí, primero que nada, les voy a pedir que disculpen porque voy a partir de una posición enteramente académica. A los académicos a veces se nos permiten algunos deslices en términos políticos y puedan sentir que mi participación va para allá; pues sí.

Hoy, se reconoce que el diseño en la política exterior de cualquier país está fuertemente influenciado por el tipo de régimen político, y de eso ya hablaba justamente Jorge Schiavon.

Algunos académicos están estudiando justo la forma en cómo los partidos políticos, la opinión pública, la democracia, las instituciones internas, etcétera, afectan o determinan los intereses que se habrán de priorizar o alcanzar mediante una política externa.

Esto es que los estados no solamente reaccionan ante las interacciones con otros estados o a la distribución relativa de poder, sino que también atienden la composición política interna.

Sin embargo, desde la Academia ahora se está levantando otra pregunta y tiene que ver con el cuestionamiento de si el efecto de la política exterior tendrá un rebote o afectación a nivel interno. Justo lo que terminabas tú en el planteamiento de tus tres últimas gráficas.

Y mucho más específicamente, si la conducción de la política exterior, a través de organizaciones internacionales, podría cambiar o afectar a las instituciones y al régimen político del país participante. De ser así, cómo y por qué.

Si vemos a las organizaciones internacionales como foros sonoros donde los estados adquieren sus 15 minutos de fama o adquieren prestigio y buena reputación, la respuesta a la pregunta es evidentemente negativa. La OI, sin embargo, las organizaciones internacionales, son más que eso.

Desde la perspectiva de la teoría burocrática weberiana son formas de autoridad racional legal. Ejercen dominación mediante reglas impersonales.

Las OI definen las reglas del juego, fijan marcos de acción colectiva y construyen los conceptos con los que se enfrentan problemas sociales o globales.

¿Qué es el desarrollo y cómo medirlo?

¿Qué se entiende por seguridad y cómo alcanzarla?

¿Qué es un refugiado?

¿Qué trato deben darle los estados?

¿Por qué la devolución inmediata de un refugiado no es un comportamiento esperado o adecuado?

Son preguntas y respuestas que responden las OI’s y al hacerlo construyen el mundo social en el que se mueven los estados y definen sus márgenes de acción.

Es en ellas y con ellas donde se dibujan los comportamientos esperados y adecuados de los estados en torno a temas específicos del contexto internacional. El buen chico del barrio será aquél que contribuye a definir y regular las reglas del juego, convenciones, resoluciones, reglas, terminan configurando los marcos de acción estatal, los espacios de decisión o gobernanza.

¿Pero qué sucede y acaso no hay un sentido inverso?

¿De qué manera se ven afectados los estados a partir de una estructura de reglas y normas internacionales?

No se aceptan en su política interna a partir de los acuerdos que a veces impulsan y ayudan a crear. Participar en la gobernanza internacional genera verdaderas obligaciones e implica una nueva avena de rendición de cuentas, que muchos países apenas están comprendiendo.

En otras palabras, una vez establecidas las reglas del juego, hay que saber jugar con ellas y aprender a acatarlas o a cumplir con sus postilados y procesos, lo que indudablemente genera costos y es cierto, costos de participación, esfuerzos reales de cambio de la política interna, una nueva concepción de soberanía en algún sentido.

Esto es lo que llamo entonces un camino de regreso en las relaciones entre las organizaciones y los estados; es uno donde los estados de alguna manera se obligan a afectar también su política interna, cumpliendo y aceptando esos costos que no son sólo financieros ni formales.

Evidentemente el entramado de reglas e instituciones internacionales no siempre cuenta y a veces ni siquiera se propone o necesita de mecanismos del “fostmen”.

Es decir, a veces se sustentan en lógicas de soft regulation o de autocumplimiento o de incentivos más bien positivos. Algunos son más bien del tipo que se conoce como avergonzamiento internacional.

Esto parece implicar que un componente sustantivo de la buena gobernanza y de la responsabilidad internacional está en la capacidad de los estados para participar, pero también para autodisciplinarse, para modificar sus políticas internas incluso, ante los compromisos adquiridos.

Visto pragmáticamente, este entramado puede jugar a favor para atender problemas complejos o políticamente dedicados para un país en particular, con grandes beneficios. Como lo vimos recientemente en Guatemala y la Comisión Internacional contra la impunidad.

Participar en la gobernanza internacional a través de organizaciones internacionales, implica también participar en su comprensión y aprender a mover la voluntad política y las políticas de un país, para que se genere la costumbre, la práctica, por así decirlo, de aprender que hay restricciones y caminos establecidos internacionalmente para construir algunas políticas públicas nacionales.

Con esto reconozco que nuestro país ha sido un jugador, activo consistente y responsable en la construcción de la gobernanza a través de Naciones Unidas.

Ha sido 12 veces miembro de ECOSOC, 8 veces vicepresidente de la Asamblea General; varias veces miembro no permanente en el consejo.

Hemos participado en distintas operaciones de paz; juristas mexicanos destacados han participado en la corte internacional de justicia; continuamos con recursos económicos, con propuestas sumamente interesantes a favor del desarrollo del derecho internacional, es un referente en materia de desarme, es un actor consistente en la promoción de derechos humanos, en la atención a migrantes, en el financiamiento para el desarrollo y también participó en los objetivos del cumplimiento de los objetivos del milenio y en la elaboración de la nueva agenda de desarrollo.

Eso no está en discusión. México ha aprendido y aportado muchísimo a la ONU, ha mostrado un trabajo intenso y consistente del que podemos sentirnos verdaderamente orgullosos. Pero si vamos a hacer de los organismos internacionales un elemento decisivo en la elaboración y manejo de nuestra política exterior; tendremos que comprender mejor la naturaleza de estas criaturas sociales que tienen un efecto tipo boomerang y eso es lo que creo que está en discusión.

No hemos desarrollado una cultura o un proceso para comprender cómo incorporar orgánicamente los instrumentos de política exterior en la política interna, la sociedad civil tampoco ha sabido aprovechar la visibilidad que adquieren ciertos temas desde la agenda internacional para presionar.

Por ejemplo: la Convención de Naciones Unidas sobre corrupción, tipifica delitos como conflicto de interés, cohecho, soborno, tráfico de influencias e insta a castigar, a regular esas posiciones. Sin embargo, en México no existe todavía una ley que regule con claridad el conflicto de interés.

¿Por qué no se ha llegado a la transformación interna, cuando el país se ha comprometido formalmente?

La creación de la Comisión Intersecretarial Anticorrupción se queda corta para atender esta problemática, y la sociedad civil no parece presionar tampoco desde dentro y desde fuera.

Me queda claro que son muchos los temas que México podrá impulsar en el seno de la Asamblea General, ya lo ha hecho, ya los han mencionado aquí; sin embargo, habría que comenzar también a hacer un alto en el camino, como se proponía al principio y repensar no sólo el papel de México dentro de la organización; sino también ahora comenzar a pensar el papel de la organización dentro de México y su transformación política.

¿Por qué no pronunciarnos esta vez a favor del fortalecimiento del Estado de Derecho?

¿Por qué no aprender a utilizar ese elemento de subregulation hacia afuera y hacia dentro del país?

¿Por qué no fortalecer el Estado de Derecho desde los marcos regulativos que ofrecer el entorno internacional?

No como elemento habilitador del desarrollo, que lo es, sino como elemento clave de gobernabilidad.

¿Por qué no exigir y autoexigirnos el respeto a la primacía de la ley, a la equidad en la aplicación de la ley, a la separación de poderes, a la transparencia procesal y legal?

El tema está adquiriendo fuerza en Naciones Unidas desde 2006, pero ha estado –creo yo– vinculado a conflictos y a sociedades post conflicto.

¿Por qué no contribuir ahora a forjar –como decía la senadora– una resolución en términos del Estado de Derecho, el fortalecimiento de las instituciones?, yo diría no solamente en Venezuela, sino también aquí.

Muchísimas gracias.

SENADORA LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ: Muchísimas gracias, doctora Zamudio.

Ahora le voy a ceder el uso de la palabra a la licenciada María Josefina Menéndez, de Save the Children, para que nos haga también sus contribuciones.

MARÍA JOSEFINA MENÉNDEZ: Muchísimas gracias, senadora Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales.

Agradezco profundamente la invitación a esta Comisión para Save the Children, muchas gracias.

Bueno, quisiera mencionar, empezar comentando que en los últimos cinco años, un poco en la lógica de lo que decía Marcia y Roberto Dondisch, en la agenda internacional se ha desarrollado una gran discusión, el balance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la creación de nuevos objetivos a partir de la experiencia anterior, con la idea sin duda de llegar, precisamente, a esa Asamblea Septuagenaria, con un nuevo paradigma.

La agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible van a tener una enorme trascendencia. Representa una visión global, en común, sobre las prioridades del mundo actual, no sustituye los instrumentos vigentes de desarrollo y derechos humanos y más bien tiene como fin y como objetivo, fortalecer la cooperación y la visión que tiene la humanidad para lograr un mundo más seguro, más justo y sostenible para todos los seres humanos, bajo el principio de “nadie se queda atrás”.

Esta agenda se caracteriza cuando menos por cuatro puntos estratégicos:

1. Tiene un plan de acción enfocado para terminar el trabajo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que quedan pendientes.

2. Tiene la prioridad de alcanzar aquellas poblaciones más destruidas y carentes, a través del principio “ninguna meta cumplida, a menos que sea cumplida para todos”.

3. Representa el proceso global más participativo en la historia, con más de un millón de personas consultadas formalmente en 88 países, 70 gobiernos activamente participando en la definición de la agenda y más de 2 mil organizaciones de sociedad civil involucradas.

4. Cuenta con una visión integral en la que ya lo decía Roberto Dondisch, se plantea, se basa la sostenibilidad del desarrollo en los tres pilares: social, económico y ambiental.

En este proceso, el gobierno mexicano ha sido muy activo, principalmente a través de la Cancillería, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y desde luego de la Oficina de la Presidencia. Pero también es importante reconocer el esfuerzo que estas dos instancias hicieron en crear mecanismos de diálogo con sociedad civil, una sociedad civil que nuestro país ha tenido con respecto de este tema; una participación muy activa y consecuente para apoyar y reforzar mutuamente las negociaciones Post 2015.

Este ejercicio debería tomarse como punto de partida para escalar y mejorar los mecanismos de participación y de implementación y de rendición de cuentas.

La Agenda 2030 es ambiciosa y tiene la aspiración de ser transformadora. Sin embargo, cada país tiene la tarea de precisar planes concretos de implementación. Estos planes se tienen que caracterizar por ser apropiados desde el nivel local, con acciones concretas, con procesos participativos, que puedan ser financiados, medibles desde su calidad y con mecanismos de seguimiento.

El reto de cada Estado miembro, es mantener la visión a 2030, mientras definen los pasos a corto, mediano y largo plazo, buscando integrar al marco los sistemas y prioridades existentes en la planeación.

Para esto, es muy importante ir más allá de las declaraciones de compromisos de voluntad política que veremos en la Asamblea General de la ONU.

Así, es fundamental que durante la Asamblea General el presidente Peña Nieto reitere la responsabilidad para acabar con la desigualdad, comprometiéndose públicamente con la sociedad mexicana a dar prioridad a las poblaciones más marginadas, incluyendo, por supuesto, la perspectiva de Save The Children sobre niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, debería anunciar los lineamientos de un plan de acción, de transición, apropiación y preparación durante los próximos meses para establecer la base de una estrategia nacional a 2030 con diferentes etapas parciales, tanto para el desarrollo en México, así como para la cooperación internacional entre esos socios.

La declaración de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible en la Asamblea General, será sólo el primer paso para garantizar el bienestar de todas las personas del mundo, particularmente de los más excluidos.

En todas las naciones, incluyendo México, será necesario que las instituciones gubernamentales que liderarán la implementación de estos objetivos con múltiples actores y socios, tengan el mismo nivel de compromiso y coherencia con el desarrollo incluyente en el que se demostró en toda esta discusión internacional.

La consecución de esta agenda, implica dejar de lado la retórica tradicional de los compromisos para pasar a las acciones y resultados concretos.

Es tiempo, además de apelar a la voluntad política, de exigir a los mandatarios, funcionarios y parlamentarios de todas las naciones que cumplan con su mandato de garantizar sociedades prósperas, equitativas, justas y sostenibles, donde todas las personas de las generaciones presentes y futuras puedan acceder a todos sus derechos.

Si bien la Agenda 2030 y los ODS, inician hasta enero del próximo año, los próximos meses, a partir de octubre, son clave para planear las acciones que se tendrán que emprender para garantizar que nos encontremos listos para iniciar en 2016 este camino hacia el desarrollo sostenible en el 2030.

En este sentido, Save The Children, hace una serie de recomendaciones para los siguientes meses, considerando un plan de acción, de transición, de apropiación y de preparación, caracterizando nuestra opinión en grandes rasgos de la siguiente manera:

En las acciones de transición, la propuesta de Save The Children es establecer un grupo ad hoc con participación multiactoral, cuyo mandato inicial e inmediato sea la creación de una estrategia a corto plazo para la apropiación y preparación en la implementación de los ODS.

Y dos, incorporar la participación de la sociedad mexicana que ha estado –ya lo dije– sumamente activa; pero ya en el existente sistema de monitoreo y del cumplimiento de los ODMS que transitará ahora para medir los progresos y precisamente su cumplimiento.

En las acciones de apropiación, Save The Children plantea que es necesario emprender una estrategia de difusión y reconocimiento de los ODS, por parte no sólo de las instituciones gubernamentales sino del Estado mexicano en general.

Esta estrategia debe contemplar a los gobiernos estatales y municipales como aliados estratégicos para asegurar que la apropiación de los ODS en realidad tengan lo que queremos: un impacto local y también un impacto a largo plazo.

Y, por supuesto, diseñar formas innovadoras para comunicar a la ciudadanía e incorporar a la sociedad civil, garantizando que sean accesibles para todas las poblaciones, incluyendo a las vulnerables y marginadas.

Por ejemplo, en diversos ejercicios llevados a cabo por Save The Children con niños, niñas y adolescentes, los chicos demandan mecanismos amigables para que esos gobernantes los involucren. Tienen ganas de saber; quieren saber lo que está sucediendo con este nuevo paradigma.

Entre sus propuestas destaca: existir espacios de participación que en la televisión, radio, revistas y redes sociales haya información que les diga qué se está haciendo; que la información se publique de forma creativa a través de videos, de canciones, de revistas hechas por los mismos jóvenes, de campañas y festivales en las escuelas y en las comunidades.

Y, por último, el que se refiere a las acciones de preparación.

En el mediano plazo, el grupo ad hoc debería convertirse en un consejo para el desarrollo sostenible e institucionalizado, y cuyo objetivo central sea la creación de una estrategia nacional con una visión de largo plazo y el seguimiento de su consecución.

Establecer acciones que garanticen de manera inmediata las secretarías de Estado; los gobiernos estatales, municipales y los parlamentos nacionales y estatales para que asuman sus responsabilidades con la implementación y la construcción de los ODS.

Y crear una comisión parlamentaria permanente encargada de dar seguimiento al cumplimiento de los ODS y de promover y garantizar las leyes, los presupuestos, elemento fundamental y las políticas que estén alineadas a una estrategia de desarrollo sostenible a largo plazo.

Si logramos emprender estas acciones de manera inmediata, estaremos abriendo grandes oportunidades para consolidar en el mediano plazo mecanismos eficientes y lograr objetivos de desarrollo sostenible realmente ambiciosos.

Entre estos aspectos a consolidar, a mediano plazo destacamos, bueno, garantizar que todos los planes y políticas públicas para el desarrollo sostenible, así como el monitoreo de los progresos, involucre la participación activa de todas las poblaciones, incluyendo y priorizando aquellas que se encuentran en una situación de pobreza y marginación.

Invertir recursos financieros suficientes y eficientes alineados a las estrategias y políticas para el desarrollo sostenible. Y, desde luego, garantizar los derechos civiles y políticos de todas las personas para que, efectivamente, puedan jugar un rol efectivo en su desarrollo.

Ante la visión y expectativa transformadora de la agenda, es necesario partir de la premisa de que todas las personas deben ser involucradas en el proceso de desarrollo; no sólo como beneficiarios de éste, sino como agentes activos que se movilizan y hacen escuchar sus voces, en la exigencia y cumplimiento de sus derechos y en el establecimiento a sus prioridades.

Además, esta visión transformadora implica planes inmediatos, pero con una perspectiva alargo plazo. Son fundamentales, cambios sistémicos en los modelos de crecimiento, en los marcos institucionales, legales, políticos y en los patrones de comportamiento y de consumo.

La agenda invita a una transformación cultural que modifique las actuales tendencias y que facilite una alianza en la que los ciudadanos del mundo sean los principales agentes de cambio.

Muchas gracias.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Muchísimas gracias, licenciada Meléndez.

Nada más comentar que sí, que en efecto desde el Senado estamos impulsando la creación de una comisión o comité o grupo, algún mecanismo parlamentario que precisamente dé seguimiento a la implementación de la nueva agenda de desarrollo.

Muy bienvenida su propuesta, ya estamos ene so y esperamos que eso se pueda concretar muy pronto.

Tenemos algunos minutos para intervenciones del público. Entonces, podemos hacer una ronda de participaciones de tres en tres, si les parece bien.

Por acá ya hay una primera voluntaria. Pedirle solamente de favor, en la medida de lo posible que las intervenciones sean breves para que haya chance de reaccionar en su caso.

OLIMPIA CASTILLO: Claro que sí, buen día, soy Olimpia Castillo, mi organización se llama Comunicación y Educación Ambiental y felicito a la senadora por este evento tan importante y sobre todo por el objetivo que tiene que ver con la difusión y la apertura de la participación hacia estos temas de política exterior.

Y ese es el sentido de mi intervención. Mi organización, junto con otras más, llevamos ya un rato trabajando para lograr en América latina y el Caribe ¿tener un instrumento regional que garantice el cumplimiento del Principio 10 de la declaración de Río, el cual hace referencia a lograr el acceso a la información, la participación y la justicia en temas ambientales.

Este proceso lo iniciamos varias organizaciones de la sociedad civil y lo hemos impulsado y quiero manifestar, el secretariado técnico lo tiene la CEPAL, que la participación del público ha sido muy importante.

Ese escenario de tener la oportunidad en una mesa como esta, si yo levanto la mano, antes que el representante del gobierno de Colombia o del Salvador, mis aportaciones eran recibidas y documentadas de la misma manera.

Desafortunadamente ahora que ya entramos a la etapa de negociación del documento se está tratando de regular, por decirlo de alguna manera políticamente correcta, la participación del público.

Y me llama la atención porque justo una de las razones es que no ocurre lo mismo en otros espacios de las Naciones Unidas. Ustedes conocen perfectamente cómo son las intervenciones del público en el esquema de Naciones Unidas.

Y entonces este es mi interés, el doctor Dondisch lo debe conocer muy bien este proceso, porque su parea, la que está llevando esto en Relaciones Exteriores, que si hemos demostrado que la participación del público ha sido tan importante y tan valiosa, que lejos de decir ah no, ahora este se tiene que parecer a los otros procesos de naciones Unidas, yo invitaría a procesos de naciones Unidas, aprendan de este ejemplo que estamos logrando para este proceso del principio de la Declaración de Río y que avanzáramos y por eso felicito a este escenario.

Yo no sé si antes ocurría, pero desde que he tenido la oportunidad de participar es muy importante conocer lo que está ocurriendo en mi país y lo que decía al inicio.

Si el público mexicano sabemos qué pasa y tenemos oportunidad de opinar, estamos legitimando la política exterior de nuestro país. Entonces, avancemos en este esquema importante de abrir los espacios de participación, el acceso a la información y eso le dará mayor relevancia a nuestro país.

Gracias.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: ¿Alguien más por acá?

PREGUNTA: Mi nombre es Esteban de primer semestre de Relaciones Internacionales.

Yo sólo les quiero hacer llegar el comentario, por si no lo habían escuchado hasta el momento, del padre Alejandro Solalinde en el Festival Multicultural de Migración llamado “De paso pal Norte”, que se celebró en San Luis Potosí, en donde mencionan la hipocresía del Estado mexicano ante el conflicto en Siria, de por qué sí apoyar a los refugiados sirios, mientras se sigue segregando –por así decirlo— a los migrantes que vienen de Centroamérica.

Gracias.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Gracias Esteban.

¿Alguien más que quisiera hacer alguna contribución?

INTERVENCIÓN: Hola, me llamo Tania y soy graduada de Relaciones Internacionales de la Ibero.

Mi pregunta va como en el marco de equidad de género, creo que no se habló suficiente de ese tema y cuáles son las políticas públicas que está haciendo México en materia de género, qué se está haciendo, en qué estados, cómo y creo que es un tema muy relevante y me parece muy pertinente y como no se habló de eso mucho.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Una más, si alguien más quiere hacer una contribución.

INTERVENCIÓN: Buenos días, soy Sebastián, igual de la licenciatura de relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana y mi pregunta sería en el sentido de lo que se refería la doctora Zamudio, en el sentido de la política exterior usada como búmeran.

Estamos hablando de la participación de México en la Asamblea general, pero ¿cuál sería la participación de la Asamblea General en las políticas internas de México?

A veces y lo hablo como parte de la ciudadanía, no se siente esta congruencia entre lo que profesa México al exterior con lo que sucede internamente.

Han dado el ejemplo del caso de los refugiados sirios, creo que ahora estas últimas semanas ha sucedido este movimiento de pedirle; de hecho la Cancillería ya se ha manifestado en términos de que están analizando la posibilidad de darle la bienvenida a refugiados sirios al país.

Temas como derechos humanos, desapariciones forzadas, cosas que México afuera habla en pro de promover los derechos humanos, todo esto; pero que en las políticas internas y en las situaciones que vivimos dentro del país, no lo vemos tan claro.

Entonces, me gustaría saber cuál es la posición de la Cancillería sobre todo en este tema del boomerang de las organizaciones internacionales.

Muchas gracias.

SENADORA LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ: No sé quién quiera comenzar primero alguna reacción.

Doctor Dondisch.

DOCTOR ROBERTO DONDISCH GLOWINSKI: A ver, primero la pregunta de Olimpia sobre el Principio 10, un tema muy importante, un tema que hay que revisar, hay que trabajar.

Definitivamente necesitamos crear en política internacional, de entrada, la participación de sociedad civil es necesaria. Yo no puedo pensar en un acuerdo multilateral negociado recientemente, donde la sociedad civil organizada transnacional no haya tenido un papel importante que jugar.

Cabe decir que no todos los países opinan lo mismo y que muchas veces México se queda muy solo en sala defendiendo la participación de sociedad civil. Aquí veo algunas caras de gente que sabe a qué me refiero, que han estado en la sala y que nos han visto cómo peleamos la participación y que la sala se mantenga abierta a representantes de sociedad civil.

¿Qué hemos hecho desde Cancillería?

Lo que hemos hecho es tratar de incluir a representantes de sociedad civil en las delegaciones mexicanas. El Tratado de Comercio de Armas siempre venía alguien de sociedad civil con nosotros. En la Agenda Post2015 siempre venía gente de sociedad con nosotros; en cambio climático lo mismo.

¿Y qué es lo que les pedimos nosotros?

Que nos ayuden a ser articuladores, es decir, si en algún momento se cierra la puerta de la sala únicamente para países, para representantes de Estados, que ellos sean los articuladores de la información para el resto de las organizaciones.

Nos ha funcionado bien, pero sí es un tema real que cada vez hay mayor oposición a la participación directa de sociedad civil en sala, sobre todo cuando hay una negociación de un acuerdo legalmente vinculante de por medio.

¿Por qué?

Porque la lógica es que las organizaciones no se van a comprometer a ese acuerdo, sino son los Estados. Entonces, la posición de varios representantes de Estado es: “esta es una negociación que se tiene que dar a puerta cerrada”.

Hemos sido muy críticos de esa posición, en cambio climático, entre otras, hemos sido muy críticos de la idea de cerrar la puerta; la puerta tiene que estar abierta. Los comentarios que uno hace en una sala cerrada, en una sala abierta deben de ser los mismos.

Si un país no tiene la capacidad de hacer el mismo comentario en una sala cerrada que en una abierta, algo está mal con su posición. Entonces, eso es lo que estamos haciendo nosotros, pero sí muchas veces nos quedamos solos, no solos, pero con un acompañamiento menor y tenemos que seguir impulsándolo.

Entonces el Principio 10 tiene sus particularidades, que es muy distinto del resto. Para los que no conozcan, Principio 10 tiene que ver con la participación de la sociedad civil no en una negociación, sino en procesos de largo plazo en todos los países, a todos los niveles; es algo muy interesante que tenemos que seguir revisando cuáles son los mejores mecanismos para llevar adelante.

Yo quería retomar un tema que decías, Laura, al final, que es muy importante, cuando hablabas del Estado de Derecho. Y por supuesto, es quizá uno de los temas más importantes y quedó en la Agenda de Desarrollo, es el objetivo 16, objetivo muy cuestionado, objetivo que más de la mitad de la sala no quería aceptar, que éramos a final de cuentas Europa, México y tres, cuatro países más que lo estábamos empujando y queda ahí.

Y no solamente queda el tema de Estado de Derecho, sino queda el de instituciones y lo interesante que queda en la agenda es que no es una resolución que puede ser o no atendida. Todo objetivo tiene metas y va a tener indicadores, los indicadores se van a medir y esas mediciones van a ser comparables.

Entonces, en los siguientes 15 años todos los países tendremos que implementar el Objetivo 16, no hay vuelta atrás; y vamos a tener así como hoy medimos temas de pobreza, como hoy medimos temas de salud; vamos a tener que tener mediciones públicas de temas de Estado de Derecho, que nos van a ayudar en muchos sentidos.

Entonces sí ha habido ese… es un tema principal, es un tema que se ha impulsado mucho y es un tema muy complicado, simplemente para la medición es muy complicado; pero tenemos que encontrar las mejores formas para hacerlo.

Sobre la participación de México en Naciones Unidas. Creo que aquí son dos cosas distintas:

Uno es qué es lo que hace Naciones Unidas en México, y aquí Marcia puede contestarlo mejor que nadie; pero hace muchísimo. Sus vidas, las de todos los que están aquí están afectadas diariamente por acciones que Naciones Unidas hace en México.

Entonces, sí valdría mucho la pena que Marcia en algún momento nos pudiera platicar, digo, no te va a dar tiempo porque necesitarías mucho; pero la participación de Naciones Unidas en México es amplia.

La otra pregunta, que entiendo que va por ahí también, es: ¿cómo las posiciones de México o cómo la política exterior mexicana o las decisiones, más allá de la posición, cómo las decisiones tomadas en los organismos internacionales llegan a las políticas nacionales?

Porque a final de cuentas la manera en que los gobiernos influencian en el trabajo, es a través de las legislaciones nacionales y los programas administrativos. Bueno, hemos tenido un avance muy grande:

De entrada, hoy en día ya todo acuerdo de derechos humanos internacionales tiene rango constitucional en México, todo tratado; bueno, ese es un paso sumamente grande. Los invito a buscar qué otro país lo trata de esa manera.

No es fácil, recuerden que muchos de los acuerdos internacionales son muy generales y hay que asumirlos a las particularidades nacionales; de lo contrario no funcionan , pero ese camino sí se da.

Hoy en día, todo lo que –no todo– mucho de lo que se hace en México en materia de derechos humanos, proviene de acuerdos internacionales del Estado mexicano.

Mucho de lo que hacemos en, por ejemplo, en temas de comercio, tecnologías, somos beneficiarios de acuerdos internacionales donde participa el Estado mexicano.

Definitivamente hay una lógica que está ahí, y los invito mucho a ver con precisión estos puntos, porque a veces nos sentimos que no vemos lo que sucede. Porque no es fácil; es muy difícil entenderlo.

Y no todo es perfecto; todo es mejorable siempre. Y hay cosas que de hecho están mal y hay que cambiarlas.

Pero hay mucho trabajo; hay mucho trabajo; hay mucha gente involucrada en esto, la gente que está en las organizaciones de la sociedad civil y que lo están viendo en su trabajo directo. Y los invito a revisar las especificidades de los casos, para que las conversaciones que podamos tener, sobre todo a los chicos que están comenzando RI, porque la idea es pasar al siguiente paso.

Es decir, veamos qué es lo que no está; dónde están los temas específicos; cuáles son los casos claros que hay que atender. México ya tiene que pasar a ese nivel.

Tenemos que pasar de una visión general a una visión particular de cómo ir resolviendo las cosas.

Por ejemplo, yo estoy seguro, lo que sí les puedo garantizar es que nuestro Secretario de Desarrollo Social conoce bien la Agenda Pos-2015 y que cree en ella. Yo creo que los lazos están ahí y tenemos que ver muchos temas de cómo trabajamos.

Hablábamos del tema de refugiados. Claro, el tema de refugiados es un tema.

Ahora ¡Ojo! Refugiados no es lo mismo que migración. Son dos cosas muy distintas y se tienen que trabajar de manera distinta.

Teníamos durante la parte final de la negociación de la Agenda Pos-2015, había en la declaración política logramos incluir una parte que hablaba de los derechos humanos de los migrantes más allá de su estatus. La primera vez que podemos hablar de esto.

Un bloque de países lo cuestionó y quería quitar la lógica más allá de su estatus. Yo tuve que tomar la palabra y preguntarle si me pueden explicar qué migrantes tienen derechos humanos y cuáles no, porque en mi formación académica creo que queda claro; los derechos humanos son para los humanos, no importa tu estatus, no importa tu situación geográfica. Y bueno, con esto, ese grupo cedió y nos permitieron tener la terminología que habíamos mantenido.

Pero fíjense, es la primera vez que en Naciones Unidas podemos hablar de los derechos humanos de los migrantes más allá de su estatus.

Qué duro que apenas ahora podamos hacerlo, pero es real.

Queda mucho trabajo por hacer.

Y también algo que es muy claro.

En la agenda 2030 –los invito a leerla– no hay forma de que esta agenda solamente, en ningún país del mundo, solamente o se logre implementar únicamente a través de las acciones gubernamentales. Es imposible.

Tenemos que trabajar en conjunto todas las fracciones: gobiernos federales, estatales, municipales, sociedad civil e iniciativa privada, en fin, por supuesto legisladores, que aparte quedó ahí muy claramente que los legisladores tienen un papel importante. Tenemos que lograr ya ese análisis.

Sí hay el goteo; no es goteo, es un chorro. Es decir, de lo que acordamos internacionalmente cómo llega; pero lo que tenemos que asumir es cómo lo vamos a implementar, cómo le vamos a dar seguimiento y que sea un seguimiento real. Tiene que ser un seguimiento medible, porque si no, no sabemos.

Por eso la agenda es tan importante, porque todo va a estar a través de indicadores, indicadores regionales e (falla de audio).

Hay que lograr una participación en sociedad civil en la creación de los indicadores nacionales, para que nos podamos sentar el próximo año aquí y digamos: Fíjense, aquí vamos mal porque este indicador no se está moviendo; y este indicador de migración fíjense cómo va. Y entonces tengamos esa capacidad para que ya un país del nivel de desarrollo que tiene el nuestro podamos resolver esos problemas que no son fáciles de resolver, pero que tenemos que hacerlo, no queda de otra.

DOCTOR JORGE SCHIAVON: Yo quisiera atender la pregunta de Esteban, citando al padre Solalinde sobre la hipocresía del gobierno mexicano con respecto a Siria y los migrantes.

Es triste aceptarlo, pero pareciera que la hipocresía también está dentro de la opinión pública mexicana en general.

¿Y a qué me refiero, en ese sentido?

Tenemos una batería completa de preguntas y una sección completa del reporte sobre el tema migratorio y a veces a los mexicanos se nos olvida que la migración tiene cuatro componentes:

La componente de emigración, los que se van; el componente de inmigración, los que vienen; el componente de migración en tránsito, los que están allá, pasan por aquí y van para allá; y finalmente el componente de retorno, los que estaban allá y vienen de vuelta.

Los mexicanos estamos obsesionados históricamente con la emigración y queremos todos los derechos para los connacionales en el exterior y hay niveles de apoyo entre el 90 y el 100 por ciento para que, por ejemplo, los Estados Unidos conceda todo tipo de políticas públicas de salud, de educación, etcétera para los mexicanos en el exterior.

Sin embargo, cuando le preguntamos a nuestros propios connacionales si deberíamos nosotros de dar esos mismos derechos a los extranjeros que viven en México se nos caen 20, 25 y 30 puntos. Por lo tanto, esta hipocresía pareciera que está también dentro de la población mexicana.

Y no sólo esos datos.

Tenemos también datos con respecto a la evaluación de los inmigrantes en México; y en general es una evaluación relativamente positiva, siempre y cuando vengas de Europa o de los Estados Unidos. Cuando vienes tristemente del sur de América Latina o de países africanos, caen también 20 o 25 puntos los niveles de evaluación.

Finalmente, en términos del impacto de los inmigrantes en México, también tenemos información sobre eso, y los mexicanos en general creen que los inmigrantes ayudan a la economía mexicana, pero también alrededor de la mitad de la población cree que los inmigrantes generan inseguridad, también creen que les quitan empleo a los mexicanos y también creen que debilitan nuestras costumbres y tradiciones.

Por lo tanto, somos muy buenos para exigir afuera lo que no somos tan generosos para conceder adentro del país.

Por lo tanto, yo no sé si sea el gobierno mexicano o más bien también dentro de los propios mexicanos, de la opinión pública de este país, y es una muestra representativa a nivel nacional, tenemos esa hipocresía.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Había pedida la palabra también Marcia de Castro desde hace un rato para contestar lo de género.

MARCIA DE CASTRO: Muchas gracias, senadora. Cuatro puntos, pero hay tanto que hablar.

Sobre género, también este 70 aniversario coincide con los 20 años de POS Beijing. Y ahí nos da mucho gusto que el presidente Peña Nieto, entre otros presidentes; el Primer Ministro de China, el presidente de Kenia, estará Dinamarca, estarán participando en la sesión especial de celebrar estos 20 años de Post-Beijing.

Y el tema de género, ONU-Mujeres, por ejemplo, fue la función de cuatro diferentes departamentos de Naciones Unidas al tema.

Ahora, al nivel de país, el tema de género no es un tema menor, y obviamente en México hay un área de oportunidad bastante grande de seguir ampliando los espacios de participación de mujeres en todos los niveles.

Como ONU, celebramos que en esta nueva legislatura el número de mujeres en el congreso sube de 43 por ciento a 40 y tantos por ciento; y ahí hago un reconocimiento, sin la menor duda, del INE, del Tribunal y también de los partidos políticos de acatar la decisión de ley para que las listas de candidatos hubiera paridad de género.

En el Ejecutivo notamos, como Naciones Unidas, que sí hay la oportunidad de tener más representantes mujeres a todos los niveles del gobierno federal, de los gobiernos estatales y también de las presidencias municipales.

Y es un proceso largo de cambio de cultura, de reinterpretación de feminismos y machismos que existe en este país; pero de parte nuevamente de la posición de México a nivel oficial y de su contribución, no nos olvidemos que México en el 75 fue sede de la Primera Conferencia Internacional de la Mujer fue en este país.

Ahí hay un área entre el formal oficial multilateral de un trabajo interno dentro de México a nivel de familias, de comunidades, del gobierno y de hombres y mujeres de hacer una reflexión más profunda de por qué seguimos con grandes niveles de rezago entre mujeres y hombres a todos los niveles.

Sobre el tema del rol de la ONU aquí en México, como mencionaba Roberto, bastante complicado. Pero si puedo dar un panorama general, en el tema de la infancia, el trabajo que hizo ONU-Mujeres, UNICEF y varias agencias del sistema en la Ley General de Niños que fue recientemente aprobada ahora en junio y que representa un cambio, un giro en el marco normativo de este país fundamental.

En el caso de adolescencia, estamos hablando del bono demográfico, que entre 8 y 15 años hay 38 millones en este país, y si no aprovechamos la oportunidad para darles buena educación, buena salud, acceso a trabajo decente y la oportunidad de desarrollarse para liderar este país en las próximas generaciones, bueno, es una decisión que uno no tiene ni qué pensar; hay que hacerlo.

Todo el Sistema ONU trabajamos con el Instituto Nacional de Juventud. Por ejemplo, en la política de juventud una transversalización de esta política en toda a la parte de medición del desarrollo humano, por ejemplo, notamos que hay muchas áreas de oportunidad para seguir ampliando el acceso a una buena calidad y sencillamente también el acceso al trabajo principalmente cuando los jóvenes terminan la universidad.

El tema de pueblos indígenas también siempre ha sido una prioridad para Naciones Unidas. Y ahí ya la historia tiene dos caras:

Por un lado, la diversidad cultural, la riqueza de los pueblos indígenas, pero también rezago prácticamente en todos los indicadores de educación, salud, empleo, inserción.

La parte de salud y educación. La obesidad, las enfermedades crónicas que hoy representan el mayor desafío de salud, más las transmisibles.

La parte de educación. Trabajamos de la mano con la Secretaría de Educación en el Programa Constrúyete, que ahora en esta nueva encarnación está trabajando en el fortalecimiento de habilidades socioemocionales.

El Programa Constrúyete de la SEP en este nuevo periodo va a atender más de tres millones y medio de niñas y niños en la secundaria.

El tema de medio ambiente. Yo creo que hay diez agencias del Sistema de Naciones Unidas aquí trabajando para que México pueda manejar mejor sus bosques, su biodiversidad, los océanos, el tema de agua que es complicadísimo por ser un país que tiene áreas áridas muy grandes y también tiene problemas de inundación en el sur que no son menores.

Pero ahí de nuevo nosotros vemos un liderazgo muy parejo a nivel internacional de lo que propone México y nosotros de la mano con secretarías de gobierno en la parte normativa.

Obviamente hay mucho espacio ahí para una mayor movilización social y de comunidades en el buen manejo, por ejemplo, de todos estos recursos.

En la parte de desarrollo económico, los invito a que conozcan la trilogía de la CEPAL, que básicamente mucho antes de la aprobación de esta nueva agenda Post-2030, ya defendía que sin crecimiento económico, inclusive y participativo sin acceso a trabajo, sin acceso a un salario mínimo decente, que realmente permita a una familia proveer para sí misma, sin un programa de piso social que garantice a la población que pierda su empleo, unas condiciones mínimas para no caer, no bajar en la línea de pobreza, son elementos fundamentales.

La parte de igualdad de género, hemos trabajado mucho la cuestión de participación política. ONU Mujeres lideró con la Secretaría de Hacienda, un trabajo de presupuesto alineado a temas de género; pero ahí también los recursos muchas veces son mucho menores de lo que se necesita.

Por ejemplo, y ahí doy un ejemplo, el tema de migrantes. Cinco agencias del sistema ONU tuvieron programa piloto de migrantes entrando a este país, que fue de 2013 hasta la fecha; y ahora el equipo de migración de Naciones Unidas estamos analizando un poco cómo podemos focalizar más nuestra acción, de la mano con las instituciones de gobierno; y la semana pasada mi equipo de coordinación que me acompaña hoy, hizo un breve análisis de gasto público del Gobierno Federal en 2014 y 15 al tema migratorio, cuánto recibe el Instituto de Migración; y el presupuesto total federal para estos dos años corresponde a 3 por ciento de lo que el Gobierno mexicano invierte por ejemplo, en PROSPERA.

Los recursos están ahí, pero son recursos muy limitados considerando que tenemos toda la frontera sur, toda la frontera norte, todo lo que pasa en el medio y todos los mexicanos que están regresando de Estados Unidos a razón de la política norteamericana de repatriación.

Ahora, con la Secretaría de Gobernación la semana pasada tuvimos una reunión bastante importante y nos sumaremos al esfuerzo del programa de prevención de riesgos de la Secretaría de Gobernación, de nuevo trabajando en fortalecer los albergues, en fortalecer particularmente la situación de niños desacompañados, que en realidad no son desacompañados, pero que están transitando por todo México y fortalecer el andamiaje institucional y la atención a las necesidades de este grupo en particular.

También el tema de refugio. La ACNUR acaba de abrir una nueva oficina, el Alto Comisionado de Asuntos de Refugio tiene una oficina en Tapachula hace 30 años y está ahora abriendo una nueva oficina en la frontera, en Tenosique. Yo estuve ahí con Mark Millar, representante; estuvimos con el gobernador, estuvimos con el presidente municipal de Tenosique, porque qué pasa: Sí entra mucha gente y crea una enorme tensión con las comunidades de paso.

Las comunidades no entienden quiénes son esta gente, tiene miedo, tienen pavor que de repente esta población va a competir por recursos que a veces son muy limitados en estas comunidades, lo que nuestro colega del CIDE mencionó un poco, la situación de aceptación de la población a migrantes.

Es un tema sumamente complejo, estamos viendo por televisión lo que está pasando en Europa con el flujo migratorio. Es importante destacar que el Alto Comisionado de Asuntos de Refugiados fue criado después de las guerras, precisamente para atender el problema migratorio postguerra en Europa.

Y estamos viendo ahora una crisis humanitaria en primera plana por televisión y enfrentando una serie de rechazos, de prejuicios ahí; entonces es un tema que es mucho más complejo de lo que uno imagina y creo que todos tenemos que hacer una reflexión también de nuestro nivel personal, comunitario de rechazo y prejuicio de estos temas.

Toda la parte de derechos humanos o sea, México, la ONU sí celebra la decisión el Gobierno mexicano de invitar a la Oficina del Alto Comisionado a venir a México en 2002. Son muy pocos países que tienen una oficina de Alto Comisionado dentro del país, trabajando de la mano con sociedad civil.

Los retos que enfrenta México, la sociedad mexicana en derechos humanos no son menores; pero si hay tres otras oficinas que tienen el mismo perfil de la de México, son demasiadas; y estamos ahora negociando, va a venir el Alto Comisionado de Derechos Humanos, visitará México del día 4 al 7 de octubre, con agenda muy importante para sentarse en la mesa con el Gobierno, con las autoridades, con sociedad civil por supuesto, con la ONU y platicar de los grandes retos que enfrenta México; pero también de la labor de México en estos temas en los foros internacionales.

Mi último punto sobre la Agenda 2030, como mencionaron ya los colegas. Los ODM fue una agenda política fenomenal en el año 2000, pero de repente se sentaron unos tantos ahí en un salón en Nueva York y dos años después sacaron ocho metas, que nadie conocía. Metas sencillas; en la ONU llamábamos “los indicadores mínimos de desarrollo” los ODMS de tan sencillos que eran.

Toda América Latina entra en la agenda de desarrollos de milenio, ya con 50 por ciento de metas alcanzadas, porque eran tan básicas.

El proceso de 2030 no fue así. Desde el principio, en la ONU nunca hemos visto y participado de tantos procesos de diálogo. Y realmente la responsabilidad de asegurar, como decía María Josefina, no esperamos que subamos también, nos apoyamos ahí. No, esperamos que el presidente Peña Nieto en su contribución en la sesión inaugural o la sesión especial de la nueva agenda reitere el compromiso de México y reitere el interés de México de alinear su Plan Nacional de Desarrollo con cinco ejes con estas metas de milenio.

Pero quién tiene realmente el poder de asegurar que esta agenda se cumpla o no, no es el Estado mexicano ni Naciones Unidas; somos nosotros como ciudadanos, yo en mi país, ustedes aquí, de conocer esta agenda, de entender la dimensión, la centralidad de la agenda en las personas y no en los estados, y de fortalecer mecanismos de diálogo con nuestros gobiernos locales, estatales y federal de rendición de cuentas y de transparencia.

Y, como mencionó Roberto, ya también platicaba con María Josefina, México sí no fue muy activo en las metas de milenio, publicó cinco informes, hizo una plataforma espectacular liderada por la oficina de Presidencia, pero desconocida por la mayoría de la población, en parte porque este proceso empezó el año cinco o siete de los 15 –o sea, a mitad de camino– y poca gente conoce.

Pero ahora, para la nueva agenda, la realidad tiene que ser otra.

Sí la Secretaría de Naciones Unidas va a reportar anualmente a nivel global; CEPAL va a ser el responsable de reportar a nivel regional; pero aquí en México en marzo la oficina de Presidencia, ya ofrecimos todo el apoyo de Naciones Unidas, Secretaría de Relaciones Exteriores, todo el Comité Interdisciplinario que estableó el gobierno, la definición de las metas mexicanas para la nueva agenda.

Y estamos hablando, ya nos comentaba la oficina de Presidencia, que la idea es hacer 17 mesas de consulta; una mesa para cada meta, de lo que serían las metas para México.

Y ahí, mira, estamos hablando de aquí a marzo-abril del próximo año de nuestra parte, visítenos en las redes sociales porque estamos muy activos. Y muy conscientes de que el público de 15 a 25-40 años es el público que queremos alcanzar a nivel de redes sociales, porque, como decía, una organización de la tercera edad tenemos claramente en nuestras mentes que la juventud mexicana a lo mejor no conoce todos estos sistemas.

Y ahí hay una oportunidad única, pero yo creo que tenemos aquí que tener una visión. En cinco años, en 10 años no debemos estar preguntando o cuestionando qué hizo mi gobierno y qué hizo el Senado; tenemos que hacer la pregunta: ¿Qué estoy haciendo yo, qué está haciendo mi familia, mi comunidad, para asegurar que mi país nos va a ofrecer a mí y a todos nosotros un derecho y una calidad de vida mucho mayor?

Es una invitación y que sea una gran revolución de participación ciudadana, porque los espacios están ahí.

Muchas gracias.

SENADORA LAURA ROJAS HERNÁNDEZ: Marcia, muchísimas gracias por esta intervención. Me da mucha pena, pero vamos a tener que terminar ya el panel.

Nada más decir que va a haber otras oportunidades para que desde aquí en el Senado sigamos hablando sobre todos estos temas, por supuesto todo el día de hoy, no se vayan a ir, en las diferentes mesas de las comisiones que vamos a analizar.

Y en octubre, anunciarles que ya vamos a hacer un foro igual bastante grande, con TOP; varias comisiones que tienen que ver con la nueva agenda de desarrollo aquí en el Senado, justamente para hablar de toda la agenda; explicar toda la agenda, los 17 objetivos. Ya tenemos comprometido ese evento en octubre.

Y también en octubre vamos a presentar un libro con motivo del 70 aniversario de Naciones Unidas, y ahí también va a ser un espacio para poder seguir ahondando en el trabajo de la ONU en México y en el trabajo de México en la ONU.

Vamos a seguir teniendo eventos y oportunidades para ahondar en este tema tan interesante.

Quiero agradecer muchísimo la participación de nuestros panelistas el día de hoy: Laura, el doctor Schiavon, Roberto, Marcia, Josefina.

0-0-0