Versión estenográfica de la inauguración del Seminario “Derechos humanos y bioética”, al que convocan las comisiones de la Familia y Desarrollo Humano y Salud del Senado de la República, en colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y la Universidad Panamericana.

 

PRESENTADOR: Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

 

La Sexagésima Tercera Legislatura del Senado de la República, les da la más cordial bienvenida al Seminario de Derechos Humanos y Bioética, que organiza la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano del Senado de la República, presidida por la senadora Lisbeth Hernández Lecona; en coordinación con la Universidad Autónoma del estado de Morelos y la Universidad Panamericana, en este recinto que es la Torre de Comisiones del Senado de la República.

 

Para este Seminario nos acompaña en el presídium la senadora Lisbeth Hernández Lecona, presidenta de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano del Senado de la República.

 

Contamos con la presencia de la senadora Mely Romero Celis, secretaria de la Comisión de Salud del Senado de la República.

 

Nos acompaña el doctor Jesús Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del estado de Morelos.

 

Contamos con la presencia del maestro Héctor Salazar Andreu, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana.

 

Finalmente, para conformar este honorable presídium, contamos con la presencia de la maestra María Guadalupe González, presidenta de la organización civil “¿Y quién habla por mí?”.

 

Bien, señoras y señores, sin más preámbulos para dar la bienvenida a este Seminario, escucharemos el mensaje de la senadora Mely Romero Celis, secretaria de la Comisión de Salud del Senado de la República.

 

SENADORA MELY ROMERO CELIS: Muchas gracias. Muy buenas tardes a todas, a todos ustedes.

 

Bienvenidos por supuesto quienes están haciendo un gran esfuerzo para consolidar este Seminario de Derechos Humanos y Bioética. Seguramente un esfuerzo sin precedentes en el Senado de la República para ayudar a comprender y a materializar mucho del trabajo que tenemos que hacer en esta materia tan importante, como es los derechos humanos y todo lo que conlleva en torno a la bioética, en torno a la familia.

 

Agradezco mucho a mi compañera y amiga, la senadora Lisbeth Hernández, que me permita estar aquí, compartir con ella también este proyecto tan importante; y valoro que haga equipo con dos universidades muy relevantes: La Universidad Nacional Autónoma del Estado de Morelos y la Universidad Panamericana; agradeciendo también a sus representantes que estén aquí, a su rector y al director de la Facultad de Derecho.

 

Y agradeciendo su aporte, agradeciendo su contribución también para el desarrollo de todos los temas que se van a ver a lo largo de este Seminario, que durará cuatro semanas.

 

¿Por qué derechos humanos y por qué bioética?

 

Todos sabemos que los derechos humanos son inherentes a nuestra naturaleza misma, a nuestra naturaleza humana. Los derechos humanos están concebidos para nosotros desde el momento mismo en que nacemos. No podemos vivir sin ellos, de la manera en que está concebida la vida en este momento.

 

Por supuesto, los derechos humanos hoy en día están definidos y están delimitados de tal manera que el Estado está obligado a respetarlos, a protegerlos y a defenderlos. Por eso, para el Senado de la República se torna en un tema tan importante todo el conocimiento, la comprensión, la justa dimensión de lo que significa cada uno de los derechos humanos contemplados en nuestra misma Constitución y en los numerosos tratados internacionales a los cuales México por supuesto tiene que atender.

 

Los derechos humanos, lo sabemos también, son sujetos de ser violados por alguna autoridad o por algún agente social con el conocimiento expreso o tácito de alguna autoridad; pero en estos supuestos siempre habrá una consecuencia: una consecuencia jurídica o alguna consecuencia social en diferentes sentidos.

 

Los derechos humanos en México han sufrido también diferentes modificaciones o la concepción de estos derechos humanos. Recordemos que desde el 2011 ya en nuestra Constitución se plasman como tal, siendo que antes vivíamos con esas garantías individuales que los mexicanos conocíamos; hoy se han convertido y se han ampliado y se han precisado en mejor manera como derechos humanos y sus garantías.

 

Y a partir de aquí hay una serie de leyes, una serie de normas que permiten al Estado Mexicano cuidar, salvaguardar todo el entorno de los derechos. Los derechos, incluyendo los que tienen que ver por supuesto con la familia.

 

La familia, que ya la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que plantea el derecho de las personas a constituirse en una familia; y ésta se define como un elemento fundamental de la sociedad y una institución jurídica y política que debe ser protegida.

 

Si está plasmado el derecho a constituir una familia como tal, entonces por supuesto que es responsabilidad de este Senado mexicano legislar en torno a la protección de este derecho, como todos los derechos son hoy una premisa en cualquier sentido en el Poder Legislativo.

 

La Declaración Universal de los Derechos Humanos también señala que los hombres y las mujeres tienen derechos sin restricción, a formar una familia, y es a través de este instrumento internacional como se fundamenta la sociedad misma.

 

Ahí está la relevancia de lo que es la familia, de lo que ésta conlleva, de lo que hoy tenemos que reconocer como las diferentes expresiones de una familia; pero siempre buscando apegarnos a las definiciones de los tratados internacionales y de todos estos instrumentos jurídicos, declaraciones que existen sobre la materia.

 

El Seminario contempla algunos temas, pues, muy relevantes para lograr que aterricemos de manera puntual cómo vamos a ayudar a proteger, a salvaguardar, a procurar este derecho para las y los mexicanos.

 

Temas tan importantes como el diseñar políticas públicas a favor de la familia; lo que es el matrimonio; lo que es una familia ante el derecho internacional; y también algunos temas más precisos y más específicos, como lo es la maternidad subrogada, la bioética y la ecología en torno a la bioética; voluntad anticipada.

 

Es decir, algunos temas que de repente son controversiales pero que primero tenemos que conocer a fondo de qué tratan, qué implican, cuáles son todas las consecuencias que conllevan para entonces legislar en ese sentido.

 

Es por eso, pues, que este Seminario es tan valioso, tan importante. La participación de todas y de todos ustedes, así como de los ponentes, muy valiosos que van a estar visitando este Senado de la República, se torna de manera muy significativa.

 

Les damos la bienvenida por supuesto, y a nombre del Senado deseo que este sea un Seminario por demás exitoso y provechoso, cuyas conclusiones, cuyos resultados sean insumo para este Senado de la República, para la Comisión de Familia y Desarrollo Humano, que encabeza la senadora Lisbeth, y que podamos entonces en consecuencia cumplir con esa responsabilidad que tenemos de salvaguardar los derechos humanos de las y los mexicanos.

 

Muchas gracias y bienvenidos.

 

PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje de bienvenida de la senadora Mely Romero Celis, secretaria de la Comisión de Salud del Senado de la República.

 

A continuación, escucharemos las palabras del doctor Jesús Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

 

DOCTOR JESÚS ALEJANDRO VERA JIMÉNEZ: Saludo con mucho afecto y cariño al director de la Facultad de Derecho de esta Universidad hermana, por su conducto un saludo al señor rector.

 

También saludo con mucho afecto y cariño a la maestra María, que representa a esta importante asociación civil a favor de los derechos de la infancia y a la senadora Lisbeth Hernández Lecona, que es la presidenta de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano, y a la senadora que representa como secretaria a la Comisión de Salud, un gusto saludarlas senadoras y estar en este momento con ustedes.

 

Muy buenas tardes, señoras y señores.

 

Es un gusto estar aquí con ustedes, con importantes académicos de nuestras instituciones y con aquellos que están interesados en trabajar en pro de los derechos humanos, en pro de aquellos que se ven vulnerados en sus derechos más elementales.

 

Agradezco muy sinceramente la oportunidad que me brindan de hacer uso de la palabra en este arranque del Seminario “Derechos Humanos y Bioética”.

 

La UNESCO, en la Declaración Universal Bioética y Derechos Humanos promulgada en octubre del 2015 deja en claro que si se pone en el centro de la vida en sociedad la dignidad de la persona humana, derechos humanos y bioética, se convierten en un binomio indisoluble.

 

En el artículo dos de la declaración citada, se afirma que uno de sus objetivos es promover el respeto de la libertad humana y proteger los derechos humanos velando por el respeto de la vida de los seres humanos y las libertades fundamentales, de conformidad con el derecho internacional relativo a los derechos humanos.

 

Objetivo, sin duda, tremendamente pertinente en los tiempos en que vivimos, caracterizados por algunos intelectuales como una crisis civilizatoria de la humanidad.

 

Quienes así analizan el momento histórico de la humanidad, ponen en el centro de su reflexión el cuestionamiento a la idea de progreso que irrumpió en la historia occidental hace 300 años en los albores de la Revolución Industrial y se formalizó como ideología en la Revolución Francesa.

 

La idea de progreso en cuestión, pese a fincarse en sus orígenes, en la noción del bienestar individual y colectivo, pronto mostró su verdadero rostro de desigualdad e inequidad.

 

Desplazó del centro de la vida en común a la persona humana y su dignidad, y colocó en su lugar al capital.

 

La institucionalización del término bioética en los años 70’s, responde en el mundo de la medicina a poner atención a los abusos de los médicos facilitando el respeto a la dignidad e impulsando el respeto de los derechos de los pacientes.

 

Hoy, este término se expande a la totalidad de la vida, y es precisamente esa expansión a la totalidad de la vida lo que exige de nosotros, los seres humanos, una reflexión profunda desde los derechos humanos y un actuar social y político en absoluta congruencia con ello.

 

En verdad celebro que las dos comisiones representadas en este momento por la senadora Mely y la senadora Lisbeth, se hayan dado a la tarea de organizar este importante seminario en coordinación con dos instituciones de educación superior de altísimo prestigio nacional.

 

Felicito y reconozco a quienes lo hacen posible: Ustedes con su asistencia. Y, por supuesto, a los medios de comunicación que nos acompañan y que siempre están interesados en difundir lo que desde esta Máxima Tribuna de la Nación se está haciendo a favor de los mexicanos.

 

Estoy seguro que los contenidos vertidos y expuestos con suficiente claridad y rigurosidad científica serán de interés y sobre todo de utilidad para mejorar nuestra legislación en la materia, por una humanidad culta, una universidad socialmente responsable.

 

Muchas gracias por su atención.

 

PRESENTADOR: Agradecemos al doctor Jesús Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos por sus palabras aquí expuestas en este seminario.

 

A continuación, escucharemos el mensaje del maestro Héctor Salazar Andreu, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana.

 

MAESTRO HÉCTOR SALAZAR ANDREU: Muy buenas tardes, distinguidos miembros del presídium. Señoras y señores conferencistas:

 

Antes que nada, le agradezco a la señora senadora Lisbeth Hernández Lecona, tanto su amable invitación para participar en la inauguración de este seminario, como su convocatoria a la Universidad Panamericana para colaborar en el mismo mediante la intervención de alguno de sus profesores de las facultades de medicina, derecho y filosofía.

 

El desarrollo de este tipo de actividades me permite vincular la academia con la actividad legislativa. Evidencia, por un lado, el compromiso de las personas involucradas en estas tareas de buscar mediante el diálogo y la razón las mejores soluciones a los problemas acuciantes de nuestro tiempo; y, por otro lado, la cada vez más necesaria e ineludible relación entre la investigación y la política. Es decir, entre la verdad y la ley.

 

En este sentido, me congratulo de la organización de este seminario que aborda dos temas sin los cuales no podríamos entender ni comprender la realidad social, jurídica, política y familiar que estamos viviendo. Me refiero, por supuesto, a la bioética y a los derechos humanos.

 

Sin pretender entrar al fondo de estos temas ni de las cuestiones que gravitan en torno a los mismos, pues de ellos se encargarán los conferencistas, me permito exponer dos ideas generales al propósito del contenido de este seminario.

 

En primer lugar, aunque la preocupación original de Potter al acuñar el término bioética en 1970, fue la sobrevivencia de la especie humana en la tierra, en razón de los desequilibrios ecológicos provocados por la creciente contaminación de los ecosistemas y de que su desarrollo a partir de su entonces, tuvo cabida casi exclusivamente en las ciencias biomédicas, es posible afirmar que hoy por hoy todo problema moral, sea público o privado, es asunto de bioética.

 

En otras palabras, los problemas de la bioética no son problemas de unos cuantos, son problemas que involucran a toda la sociedad.

 

Ello explica que la bioética se ocupa de problemas tan variados que van desde el desarrollo tecnológico, pasando por la gestión de la propia vida hasta llegar a los problemas sociales actuales, como la migración, la discriminación y la pobreza.

 

De ahí la importancia de que la investigación que al respecto se hace en las universidades, llegue a los legisladores y a la sociedad en general.

 

Y en segundo lugar, los derechos humanos constituyen el paradigma ético y no sólo jurídico de nuestro tiempo; constituyen las bases éticas y jurídicas irreductibles sobre las cuales se desarrollan las sociedades democráticas actuales.

 

De tal modo que en su interpretación, protección, promoción y defensa, debe tener una noción clara de la dignidad humana, pues un sistema jurídico que no vea a la persona en la cúspide de su estructura normativa, será un sistema no sólo vacío sino ciego, no saber el rumbo que debe tomar tanto las decisiones legislativas como las judiciales.

 

En este orden de ideas, las reflexiones que se viertan en este seminario serán verdaderamente trascendentes para definir nuestro criterio como sociedad, en relación a estos temas y al mismo tiempo permitirá que los asistentes y los ponentes puedan interactuar y dialogar entre sí en lo que a cada uno preocupa.

 

Finalizo mi intervención reiterando mi agradecimiento a la señora senadora Hernández Lecona, así como a todas las personas e instancias que han colaborado en la organización de este seminario, con el verdadero anhelo de que en el ejercicio fructifique en una vinculación más estrecha entre la academia, la sociedad y el poder político.

 

Muchas gracias a todos los presentes.

 

PRESENTADOR: Agradecemos las palabras del maestro Héctor Salazar Andreu, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana.

 

A continuación escucharemos el mensaje de la maestra María Ampudia González, consejera de la Organización Civil Y quién Habla por Mí.

 

MAESTRA MARÍA AMPUDIA GONZÁLEZ: Soy presidenta de la Fundación “Y quién habla por mí”, consejera de la CNDH, pero bueno, es lo mismo.

 

Es un honor para mí estar aquí con ustedes, senadora, sobre todo porque ser morelense implica mucha responsabilidad y me siento muy honrada y muy orgullosa de que finalmente usted, morelense, tenga a mi punto de vista humildemente la mejor comisión que puede haber, la de la familia.

 

Como organización civil tengo la responsabilidad de decir que nos estamos viendo inmersos en un círculo vicioso muy complicado, estamos hoy siendo las mexicanas unas de las mujeres más agresivas dentro del hogar.

 

Por supuesto tenemos a los niños más violentados también dentro del hogar y por supuesto también tenemos a los hombres más violentos en contra de las mujeres, con todos estos feminicidios que hay en toda la República Mexicana y esto es un círculo vicioso que parece ser que está creciendo.

 

Qué mejor que aquí, desde el Senado, con ustedes, senadores, con esta comisión, que hacer un llamado a la sociedad, el ayudar a las mujeres a salir de este estancamiento, lo llamaría, de situaciones que nos hacen cada vez caer más y más en el fondo de la agresividad en un momento en el que el hogar o la familias se tiene que convertir en esa isla de seguridad o ese ambiente cómodo de amor que necesita nuestra adolescencia y nuestra infancia, nuestros niños y nuestras niñas.

 

No estamos sabiendo manejarlo, por supuesto mucho de la consecuencia de esta omisión que estamos haciendo en no saber cómo apoyar a nuestras mujeres, cómo apoyar a los hombres que hoy ya crecieron y que vivieron tanta agresividad, a que toda nuestra sociedad sepa que a los niños hay que educarlos, no hay que domarlos.

 

Es para mí un orgullo formar parte de esta mesa. Y creo que juntos, ustedes que tienen el poder de hacer los cambios, la facilidad de poder hacer los cambios y las organizaciones civiles junto también con las universidades, que también son una gran plataforma, pues podamos encumbrar este tema para poder ayudar a nuestra sociedad y finalmente salir de este penoso lugar que tenemos a nivel mundial como mujeres que no estamos funcionando muy bien dentro de los hogares.

 

Es para mí, lo repito, un honor estar aquí, estar al pendiente de todo lo que la Comisión hace con tantas ganas, con tanto ahínco y apoyando en todo lo que se pueda.

 

Muchísimas gracias.

 

PRESENTADOR: Agradecemos las palabras de la maestra María Ampudia González, Presidenta de la Organización Civil “Y quién habla por mí” y Consejera de la CNDH.

 

Finalmente, solicitamos a la senadora Lisbeth Hernández Lecona, Presidenta de la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano del Senado de la República, sean tan amable de dirigir su discurso y realice y formule la declaratoria inaugural de este seminario.

 

SENADORA LISBETH HERNÁNDEZ LECONA: Muy buenas tardes.

 

Agradezco la presencia de quienes hoy nos acompañan en este Honorable Presídium.

 

Gracias a mi compañera, la senadora Mely Romero Celis, Secretaria de la Comisión de Salud y quien siempre comparte todos estos temas con su servidora.

 

Gracias amiga.

 

Al Rector de la Universidad, Jesús Alejandro Vera, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

 

Quiero decirles que soy egresada de esta honorable Universidad, del cual me siento muy orgulloso, señor Rector, que estemos aportándole a la Nación sobre estos temas.

 

Agradezco mucho al maestro Héctor Salazar Andreu, Director de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, quien con mucho entusiasmo ha brindado sus conocimientos de sus académicos, doctores en derecho para este tema.

 

Muchas gracias señor Director.

 

A la maestra María Ampudia, Consejera Nacional de Derechos Humanos. Gracias por su sensibilidad y sobre todo por llevar la voz de los derechos humanos a nivel nacional, pero sobre todo de las niñas, niños y adolescentes de nuestro país.

 

A quienes nos acompañan de diversas organizaciones civiles, universidades, centros de investigación, instituciones gubernamentales, académicos, expositores, estudiantes.

 

Al personal de este órgano legislativo y al público en general, agradezco su presencia y sean bienvenidos al Senado de la República.

 

Hablar de los derechos humanos como principios fundamentales para el desarrollo integral del individuo y de la sociedad, es una tarea que nos debe ocupar a todos.

 

En la actualidad, no sólo se deben analizar desde la perspectiva individual sino también colectiva en la que se involucran factores económicos, culturales, sociales, progresivos y todos los necesarios para un sano esparcimiento y desarrollo del ser humano.

 

Es por ello que la Comisión de Familia y Desarrollo Humano abre un espacio de análisis para escuchar a especialistas e investigadores en temas vanguardistas que están marcando el rumbo de nuestra sociedad.

 

Es importante que, como legisladores, nos encontremos al tanto de las investigaciones académicas que surgen con el dinamismo actual y que nuestra labor de legislar pueda ir caminando a la par de éstas.

 

Actualmente las crisis y dificultades sociales que enfrenta nuestro país, como la inseguridad, la violencia, la deserción escolar, el abuso sexual, la delincuencia juvenil, el consumo de drogas, entre otras, están íntimamente relacionadas con el elemento fundamental de la sociedad que es la familia, las diferentes situaciones familiares en las que se encuentra una gran parte del país, afectando de manera directa el bienestar social.

 

De esta forma se evidencia la necesidad de poder mirar a la familia como un núcleo esencial que debe no sólo ser reconocido sino protegido, con la finalidad de potencializar una mejora en las condiciones político sociales de una comunidad determinada, tal y como lo establece el Artículo Cuarto de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el Artículo Sexto de nuestra Constitución cuando habla de la palabra moral.

 

Quienes nos encontramos involucrados en temas de familia y desarrollo humano, tanto sociedad civil como académicos, legisladores, es necesario que trabajemos de manera conjunta y transversal para impactar en las decisiones no sólo nacionales sino internacionales.

 

Estoy sumamente convencida que los resultados que surjan de este seminario, servirán de mucho para el trabajo legislativo que desarrolle no sólo la Comisión de Familia y Desarrollo Humano, sino todas las comisiones legislativas del Senado de la República.

 

Cabe hacer mención que es la primera vez que el Senado de la República crea la Comisión Ordinaria de la Familia y Desarrollo Humano.

 

La creamos un grupo de senadores de diferentes grupos parlamentarios: del PRI, del PAN, del PRD, del PT, y decirles que es importante concientizar a los políticos y a los legisladores de lo más importante de nuestra sociedad que es la familia.

 

Es ahí donde nacen los valores éticos, morales.

 

Es ahí donde es el primer lazo afectivo de comunicación.

 

Es ahí donde el ser humano puede tener la seguridad y la satisfacción de compartir su vida.

 

Es ahí donde vivimos, crecemos y también morimos.

 

Así que si no le tomamos en cuenta a este núcleo más importante de la sociedad, nuestra Nación se está viendo afectada.

 

Se ve afectada por la desintegración del tejido social.

 

Se ve afectada porque estamos abusando del derecho humano pro persona y estamos haciendo a una sociedad egoísta, ensimismada.

 

No podemos soslayar el ver por el prójimo, el interesarnos por lo que les pasa a nuestros más próximos, que son nuestros padres, nuestros hijos, abuelos, hermanos, tíos, vecinos, y no volvernos una sociedad egoísta.

 

La sociedad mexicana está cambiando y la tasa de población establece que ahora hay menos niños y que en 10 años seremos México un país de adultos mayores.

 

Y que no basta tener una política pública que hable de tener mayor número de asilos de ancianos, o de hablar de otro tipo de derechos que puedan lastimar o agravar a nuestros abuelos.

 

Necesitamos ver con perspectiva de familia desde ahorita, qué vamos a hacer para mejorar las condiciones de vida de las niñas, niños y adolescentes, jóvenes, mujeres, madres solteras, abuelas, abuelos que se encuentran en el abandono.

 

Así que me congratulo que hoy nos acompañen en este presídium, en estas conferencias, que tendrán valor curricular y que serán impartidas una vez a la semana.

 

Ojala que puedan acompañarnos hasta el final de este seminario porque como legisladoras y legisladores nos van a ayudar todas estas exposiciones para que cuando tengamos que legislar en el espíritu del legislador y la exposición de motivos podamos fundamentar con bases académicas de investigación los argumentos para una Iniciativa de Ley.

 

No me resta más que agradecer la participación nuevamente de las universidades Autónoma del Estado de Morelos y de la Universidad Panamericana, por la colaboración y participación en este seminario que sin duda será en beneficio de todos ustedes.

 

Sin más por el momento, les pido si pueden ponerse de pie.

 

Siendo las 18 horas con 5 minutos, damos inicio a los trabajos del Seminario de Derechos Humanos y Bioética en el Senado de la República.

 

Que sea para bien de las y los mexicanos.

 

Muchas gracias.

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