Versión Estenográfica del foro “Paquete Económico 2017 a debate”, al que convoca el presidente del Instituto Belisario Domínguez, senador Miguel Barbosa Huerta.
(Primera parte)
PRESENTADORA: Buenos días tengan todas y todos. Les damos la más cordial bienvenida a la inauguración del Foro “Paquete Económico 2017 a debate”. Agradecemos su asistencia a este importante evento.
Este foro tiene como objetivo analizar los aspectos más relevantes del Paquete Económico del Ejercicio Fiscal 2017, los principales retos y oportunidades para el fortalecimiento de los ingresos y gasto públicos; así como la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Para el acto inaugural del foro nos acompañan en el presídium, las siguientes personas:
El senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez.
El doctor Luis Madrazo Lajous, jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
El maestro Noel Pérez Benítez, director general de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez.
Y el doctor Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez.
Para la conducción de este acto inaugural, cedo el uso de la voz al doctor Gerardo Esquivel.
DOCTOR GERARDO ESQUIVEL: Buenos días tengan todas y todos ustedes. Sean muy bienvenidos al Senado de la República.
El Instituto Belisario Domínguez les agradece su asistencia y participación.
El tema que nos convoca el día de hoy es el tema del Paquete Económico 2017, lo hemos titulado precisamente “El Paquete Económico 2017 a debate”. A debate, porque es un paquete económico muy importante; como todos ustedes saben, la economía mexicana ha pasado por momentos turbulentos asociados a, primero, la caída de los ingresos petroleros por el desplome de los precios mundiales del petróleo en el mercado mundial.
Segundo, por una desaceleración económica mundial, que ha afectado en general a las economías desarrolladas y también a las economías en desarrollo.
Y tercero, más recientemente, por la turbulencia económica financiera y cambiaria, asociada en parte a la inestabilidad derivada del proceso electoral norteamericano.
Todos esos factores han afectado la economía mexicana y hoy en día tenemos en México una expectativa de crecimiento relativamente bajo, asociada precisamente a estos factores; pero sobre todo tenemos un fuerte desafíos fiscal asociado a la caída en los ingresos y a que por primera vez en muchos años, no tendremos los ingresos derivados en parte de las coberturas petroleras que subsanaron los faltantes en años anteriores o bien los ingresos excedentes del Banco de México, que también jugaron ese rol al menos este año.
El año que entra será un año de austeridad, el presupuesto de egresos que se plantea precisamente viene en esos términos, y en ese sentido es que se vuelve importante discutir las características de este paquete económico que se ha presentado ante el Congreso de la Unión.
Como ustedes saben, recientemente se aprobó la Ley de Ingresos en la Cámara de Diputados, ha sido enviada a esta soberanía para su análisis y discusión. En los próximos días tendrá lugar este debate y por eso es que en este foro tendremos precisamente, en primera instancia, una mesa sobre la Ley de Ingresos. Una segunda mesa sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación y finalmente, una tercera mesa sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, que es un tema que también ha generado mucho interés y como ustedes saben, recientemente dos de las más importantes calificadoras del mundo han señalado la vulnerabilidad de las finanzas públicas mexicanas y han sugerido que hay una especie de alerta amarilla, tarjeta amarilla sobre las finanzas públicas mexicanas.
En ese sentido es que se vuelve muy importante este debate que estamos convocando en el foro, en este foro por parte del Instituto Belisario Domínguez, que ha convocado a académicos, a expertos, a funcionarios públicos a que debatan precisamente este tema.
Así es que este es el motivo y la razón que nos convoca el día de hoy.
Les agradezco nuevamente su participación y le cedo ahora el uso de la palabra al doctor Luis Madrazo Lajous, jefe de la Unidad de Planeación Económica.
Buenos días y muchas gracias.
DOCTOR LUIS MADRAZO LAJOUS: Muy buenos días. Bienvenidos todos ustedes y muchísimas gracias por la invitación.
También un saludo de parte del doctor José Antonio Meade, secretario de Hacienda.
Este foro es parte de un diálogo muy importante que se da, no sólo en el seno del Poder Legislativo; sino también frente a la sociedad civil en materia de finanzas públicas, que son, quizá, el tema por excelencia en el que se presenta un diálogo entre el Poder Ejecutivo, que presenta la iniciativa de proyecto de presupuesto y Ley de Ingresos; y el Congreso, que tiene las facultades para aprobar el mismo todos los años.
Si me permiten, quisiera hacer un recuento, aunque Gerardo ha hecho mención de algunos de los temas más importantes ya, respecto a dónde se encuentra la economía y cuál es el contexto en el que se presenta el Paquete Económico.
Sin duda que nuestra economía se desenvuelve en un contexto externo adverso. Podemos enumerar los principales temas y yo quisiera darles un ordenamiento quizá distinto, con base en el impacto de más largo plazo.
Empezaría por hablar de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos. Este es un proceso que si bien se ha dado de forma incipiente hasta este momento, el alza de tasas ha sido mínima; empezó hace más de dos años porque hay una expectativa de alza de tasas de interés y esto ya ha tenido un impacto muy importante tanto en la economía de Estados Unidos como en el tipo de cambio del dólar frente a las demás monedas y, por lo tanto, en el resto de la economía global.
Si analizamos los datos en perspectiva, con varios años, lo que observamos es una apreciación generalizada del dólar frente a las demás monedas. Y si vemos la trayectoria que ha seguido el peso en este proceso muy amplio, global, vemos que inicialmente más bien el peso relativo a otras monedas, sufrió una fuerte apreciación en los años 2013, 2014. En 2014, hay que recordar, empieza a caer el precio del petróleo de manera importante y en el 2015, sobre todo a finales del año y a principios de este 2016, cuando vienen ya de alguna manera rebotando muchas de las monedas emergentes respecto al dólar y se están apreciando; el peso se ha depreciado y, por lo tanto, el desempeño relativo frente a otras monedas del peso se ve una depreciación importante en lo que va del año.
Pero si ponemos en perspectiva, más bien lo que vemos es una apreciación generalizada del dólar y dentro de ese contexto, una apreciación ligera del peso frente a otras monedas.
Esto tiene un impacto no sólo para México directamente, sino de manera muy importante en la dinámica que se ha vivido en Estados Unidos y particularmente respecto a la producción industrial en Estados Unidos.
Quizá la variable externa que directamente tiene más impacto en la economía mexicana, es la producción industrial de Estados Unidos. Y si uno le hubiera preguntado prácticamente a cualquier persona que hace pronósticos sobre la economía mexicana, hace dos años, dónde estaría la economía mexicana sabiendo que la producción industrial de Estados Unidos iba a decrecer y decrecer de manera muy importante este año; la expectativa es que todavía decrezca alrededor de 0.8 0.9 por ciento. Sin duda que el pronóstico para la economía mexicana hubiera sido de un muy bajo crecimiento, si no es que un crecimiento negativo. Que no es lo que estamos observando en México en este momento y hay creo que buenas razones para explicarlo.
El otro factor, también lo mencionó el doctor Esquivel, y es el precio del petróleo, que tiene un impacto relativamente menor sobre la economía mexicana. No nulo, sin duda, México sigue siendo un productor importante de petróleo y los incentivos que haya para desarrollar los campos tienen que ver mucho con el precio; pero sobre todo para las finanzas públicas.
México ha disminuido de manera muy importante su dependencia de los ingresos petroleros, pero todavía aportan una participación sustantiva. Se redujo a poco menos de 20 por ciento el año pasado; veníamos de estar cerca del 40 por ciento. Entonces, ¿qué ha pasado?
México no sólo sufrió una caída en los precios del petróleo, sino que también se observó una reforma fiscal importante que básicamente compensó la caída de los ingresos petroleros.
En ese sentido, México está probablemente en una situación más robusta, porque los ingresos en relación al Producto Interno Bruto, en relación a la economía, son básicamente del mismo nivel que cuando empezó este proceso; pero ahora la composición es distinta y es una composición mucho más estable porque la dependencia del petróleo es mucho menor.
Pero sin duda ha caído el precio del petróleo y a diferencia de otras ocasiones, por el lado de las causas, tenemos más que un choque de demanda, como se vivió en el 2008, como se vivió quizá en otras coyunturas, en los 90’s y en los 80’s; tenemos algo que es mucho más estructural: es un cambio tecnológico muy importante, sobre todo en los Estados Unidos, en lo que se llama producción de gas y petróleo de esquistos, el shale gas.
Entonces tenemos un cambio estructural en los costos de producción y por lo tanto, hay una expectativa de que estos bajos del petróleo se mantengan bajos por mucho tiempo.
Ahora, dentro de ese contexto que está incorporado en las proyecciones de finanzas públicas por más de dos años, es cierto que ha habido una sorpresa adicional este año: el precio del petróleo este año cayó todavía más de lo que habíamos observado el año pasado.
La estrategia de coberturas de petróleo ha ayudado mucho al país a suavizar el golpe y eso es muy importante, ha sido benéfico para el país; pero las coberturas simplemente suavizan los impactos de estos movimientos del petróleo, no pueden evitarlo. Y tenemos que enfrentar finanzas públicas adelante que consideren la caída de los precios del petróleo.
Ahora, hablábamos de la economía y la economía mexicana, a pesar de este contexto externo tan adverso, ha continuado creciendo. Quizá una manera de plantearlo es que ha crecido menos de las expectativas que se tenían tan sólo algunos años, como ha pasado con la economía de Estados Unidos, como ha pasado con la economía global; pero quizá con un mejor desempeño del que se podría esperar dadas las circunstancias del desempeño de la economía americana.
El crecimiento hasta este año ha sido de 2.5 por ciento, esto es en línea con lo que hemos visto los últimos dos años. Es también en línea con el promedio histórico de crecimiento de largo plazo. Hay un dato importante: el crecimiento, si quitamos la producción petrolera, que es una parte de la economía importante, que tiene un impacto en finanzas públicas, pero que está en gran medida aislado del resto de la economía; tiene pocas conexiones con el mercado laboral, con la inversión del resto de la economía, con el consumo, va más bien directamente a las finanzas públicas; el crecimiento ha promediado en los últimos diez trimestres 3 por ciento.
Tenemos una economía mexicana que ha continuado con una dinámica positiva. Contrasta de manera muy importante con lo que ha pasado en el resto de América Latina, que tiene una exposición a otras materias primas, quizá más agrícolas y menos petroleras, pero también una participación petrolera importante; y donde observamos para el resto de América Latina una recesión importante en los últimos años.
¿Qué está detrás de esto?
Probablemente la dinámica que observamos asociada a las reformas estructurales en gran medida, y muy particularmente y ahí sí muy concretamente, al desempeño interno. Hemos hablado durante muchos años de que México requiere desarrollar su mercado interno y eso lo estamos empezando a observar ahora.
Observamos los determinantes de la dinámica interna, en primer lugar el empleo, y vemos un proceso de crecimiento del empleo formal. Entonces, hablábamos de que la economía ha crecido aproximadamente 2.5 en los últimos dos años y medio; la economía sin petróleo está creciendo al 3 por ciento, pero el crecimiento del empleo ha sido mayor; ha estado cercano al 4 por ciento.
Sin duda aquí hay una dinámica, no sólo de crecimiento, pero también de formalización, que en el largo plazo debe tener un impacto en la productividad y por lo tanto, en la tasa de crecimiento potencial.
Observamos ahora, para muestra, una tasa de desocupación de 4.1 por ciento, que es la menor para un mes de septiembre desde el año 2007. Vemos también como otro determinante, el consumo, una inflación que a pesar de los movimientos en el tipo de cambio, se ha mantenido bien anclada, está claramente dentro del rango del Banco de México, ahora y en las expectativas hacia adelante y de hecho, en el último año hemos observado, más de un año ya, una inflación por debajo del punto central de la meta del Banco de México; y la combinación de un desempeño sólido del empleo y una baja inflación se ve en salarios reales crecientes y también, en los salarios contractuales, por ejemplo han crecido 1.5 por ciento, que es el crecimiento más grande que hemos visto desde el año 2001.
Otro factor adicional que contribuye a la buena dinámica interna es el sistema financiero. De nuevo aquí, las reformas estructurales creen que juegan un papel.
El aumento al crédito al sector privado, en el último año es del 13 por ciento. Se ve un crecimiento balanceado entre lo que es el crédito a las personas con actividad empresarial o a los pequeños negocios, las hipotecas; y de hecho lo que había sido el motor del crecimiento del crédito en ciclos anteriores, el consumo, viene un poco rezagado. Entonces, es un crédito que está yéndose sobre todo a actividades productivas y a la inversión de los hogares en vivienda.
Todo esto se puede resumir, quizá, con un dato: el crecimiento de las ventas de la ANTAD, es el dato oportuno, tenemos un dato de crecimiento del consumo un poco más rezagado. Entre enero y septiembre el crecimiento acumulado es de 5.3 por ciento, es sin duda un desempeño sólido.
Un ejemplo adicional, porque además habla de las decisiones más importantes de consumo que hacen las familias, es el incremento en las ventas de autos a nivel del país. Y el crecimiento ha sido cercano al 20 por ciento, ya dos años seguidos: el año pasado y lo que estamos observando este año.
Regresando al sector industrial, porque aquí vemos tanto por el lado de la demanda, el consumo de automóviles, la compra de automóviles; pero también la producción de automóviles. El crecimiento de la producción de automóviles está sostenido por las ventas internas, pero también por un sólido desempeño de las exportaciones, que tienen que ver sin duda con la recuperación en Estados Unidos, la sustitución de planta después de un periodo deprimido en Estados Unidos después de la gran crisis financiera.
Pero se están produciendo en el país, entre enero y septiembre, casi 2 millones 600 mil autos, este es un nivel récord. Pero sobre todo lo que se ve hacia adelante es que ya hay una agenda o ya hay un programa de inversión, plantas anunciadas y en construcción, para añadir ocho plantas nuevas entre este año y el año 2019; que pueden incrementar la producción aproximadamente a 600 mil vehículos adicionales.
Esto es, digamos, un ejemplo sin duda positivo y quizá todavía más dinámico que el promedio, de la producción industrial en el país, de una economía abierta, de una economía competitiva, que a pesar del contexto global con débil crecimiento, continúa ganando competitividad.
Y esto lo podemos ver en los datos de participación de mercado en Estados Unidos. En los últimos años hemos incrementado, desde 10 por ciento en el año 2000; a 13.2 por ciento en agosto de 2016, la participación de las importaciones en Estados Unidos. Pero si vemos nada más el periodo más reciente, digamos nada más la presente administración, hay un incremento en la participación de 11 por ciento.
Entonces, a pesar de este periodo débil que hemos vivido en la demanda global, que afecta a su vez la producción industrial de Estados Unidos, México está ganando terreno. Si Estados Unidos continúa creciendo, como lo indican todos los pronósticos privados, y la producción industrial después de ajustarse a la apreciación del dólar, sigue una dinámica similar al crecimiento del resto de la economía; es de esperarse que hubiera un impulso adicional que se refleja y se transmite a través de estas vías.
Ahora, en este contexto se presenta un paquete fiscal al Congreso de la Unión, y yo diría que hay tres elementos que distinguen el paquete fiscal, que además se mantienen en el paquete que envía la Cámara de Diputados para aprobación del Senado; básicamente la Ley de Ingresos de la Federación.
La primera característica, es: es un paquete realista. Hablamos ya de varios de los elementos; ha habido una caída adicional en el precio del petróleo, afortunadamente se ha compensado con un incremento en la recaudación tributaria. Pero sí hay que recordar que se hizo la reforma hacendaria previendo que habría presiones en el gasto, particularmente en el gasto no programable; y también en las pensiones.
México hizo una reforma a las pensiones, muy oportuna, relativo al resto de los países emergentes y sin duda relativo a los países desarrollados, en un momento anterior respecto a su demografía; pero vamos a tener que pagar dos sistemas de pensiones durante toda una generación, estamos a mitad de camino. Y de hecho ese costo de transición donde el pagar dos sistemas cuesta más que tener uno no reformado, llega a su pico en el año 2017. Entonces tenemos que cubrir las presiones de pensiones.
Hay un segundo aspecto, que es más coyuntural, cayeron los ingresos petroleros, subió la recaudación tributaria: nos quedamos básicamente parejos; pero la composición de los ingresos lleva a que haya mayores participaciones a las entidades federativas. En ese sentido, hay mayores transferencias a los estados y por lo tanto, una presión que acomodar en los gastos.
Finalmente está el costo financiero. Tenemos ahora un poco más de deuda, hemos incurrido en déficits en los años anteriores; tenemos tasas de interés que ya mencionamos que van creciendo y por lo tanto, se tiene que acomodar el mayor costo financiero.
Es un incremento moderado, es un incremento ordenado, muy distinto a lo que han vivido otras economías emergentes; y lo que vivió México en décadas anteriores. Se mide en décimas del PIB, no en puntos del PIB; es algo que se puede administrar.
Entonces tenemos que medir adecuadamente y realistamente los ingresos, y construir un presupuesto que acomode estas presiones.
Respecto a estas medidas en los ingresos, se manda a la Cámara de Diputados un paquete que se modifica ligeramente, ahora llega al Senado con estas modificaciones; y creo que los hitos principales que determinan el nivel de ingresos, están claramente en un rango realista y responsable.
Se pronostica un crecimiento entre 2 y 3 por ciento del Producto Interno Bruto. Para propósitos puntuales de estimación, se utiliza 2.5 por ciento; se busca también un tipo de cambio que se envió en 18.20, después hubo una enorme volatilidad en el tipo de cambio, llegó a niveles cercanos al 20; ha venido bajando y en la Cámara de Diputados se tomó… aunque coincide con el nivel de precio spot que se observa en este momento o se observaba en el momento de la aprobación, no hay que voltear a ver precio spot y se diseñó a partir de las últimas encuestas del sector privado: La encuesta Banamex y la encuesta del Banco de México.
Este es un precio que sirve de planeación, reconociendo que hay una volatilidad muy importante y que puede variar.
También se modificó ligeramente y como se señaló desde que se envió el paquete, la producción de petróleo. En la producción de petróleo de hecho hay un ajuste muy importante a la baja en las proyecciones; es una proyección conservadora, es una proyección prudente, en un momento en que la empresa está haciendo una transición hacia tener un enfoque de empresa productiva y por lo tanto que tiene que hacer ajustes para acomodar la mayor rentabilidad de la empresa; pero también –hay que reconocerlo– menores precios del petróleo.
Se hizo un ligero ajuste a la alza, se estaba haciendo un ajuste de casi mil barriles a la baja; se está haciendo ahora un ajuste ligeramente menor, aproximadamente 180 mil barriles de reducción. Sigue siendo un ajuste muy conservador y prudente, con base en la información más reciente.
Tenemos en su conjunto, independientemente del análisis que hagamos de cada una de las variables, en cada una de ellas, en todas hay varianza y por lo tanto en todas hay incertidumbre; pero en su conjunto es un programa que estamos con una enorme certeza que de aprobarse en esos términos, se podría cumplir el año que entra.
Vale la pena recordar también que por primera vez en muchos años tenemos recursos en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestales; que le da certeza a los ingresos, sobre todo por el lado del precio del petróleo, que es quizá la variable más volátil.
En segundo lugar, y ya lo mencionaba, es un presupuesto responsable porque busca, a partir de estas premisas realistas, un programa donde se va reduciendo el déficit de acuerdo a la trayectoria establecida en el 2013. Y hay que recordar de dónde viene esta trayectoria:
Esta trayectoria viene de un compromiso, que está plasmado en la Ley de Responsabilidad Hacendaria, de cuando se lleva a cabo una política contra cíclica, tener un programa de ajuste prestablecido. México, a pesar de los choques que se han recibido positivos con la reforma fiscal, negativos con la caída en los precios del petróleo; está en condiciones de seguir con esa trayectoria y sí tiene que hacer un ajuste un poco mayor para acomodar las presiones de gasto no programable en el gasto programable.
Pero se plantea un déficit de 2.9 por ciento del PIB, un superávit primario que permitirá estabilizar la deuda en los niveles que se van a observar al final de este año, ligeramente arriba del 50 por ciento del PIB. Hay que recordar que esta propuesta permite estabilizar la deuda en relación al PIB en 2017; pero el programa requiere todavía medio punto adicional en 2018 y eso es lo que permite ya tener una trayectoria robusta de decrecimiento de deuda a Producto Interno Bruto.
Y finalmente, se plasma un tercer concepto que es la equidad, tiene que ver más bien con el gasto; tiene que ver con varios conceptos, yo diría un ajuste importante en el gasto de operación, contener el gasto en servicios personales, una visión federalista que en realidad protege de manera muy importante los recursos que reciben las entidades federativas y los municipios, en parte por la dinámica de la composición de los ingresos.
Finalmente, un reto importante en materia de gasto en inversión, y aquí el principal eje es quizá Petróleos Mexicanos, que tiene un reto de implementación de la reforma energética muy importante.
Con esto concluiría la relación de análisis del Paquete Fiscal. El objetivo primordial de este es garantizar la continuidad de la estabilidad macroeconómica. No es un objetivo en sí mismo, es un objetivo intermedio, es un objetivo necesario para poder mantener una dinámica de crecimiento en el producto potencial y por lo tanto, una dinámica en el mercado interno, en el consumo y en el bienestar de las familias, que México ha logrado alcanzar en las últimas décadas gracias a políticas responsables y que sin duda se han venido a plasmar en nuestro marco legislativo, en nuestras leyes de responsabilidad y también se han visto reflejadas en un desempeño responsable, tanto en materia de política monetaria con un banco central autónomo; como en materia de política fiscal en una responsabilidad compartida entre Gobierno Federal y el Poder Legislativo.
Con esto daría conclusión a estas breves palabras, senador Barbosa, senadora, bienvenida. Y muchísimas gracias a todos ustedes por la oportunidad de comentar estas breves palabras sobre el Paquete Económico 2017.
Quedo a sus órdenes y muchísimas gracias.
DOCTOR GERARDO ESQUIVEL: Le damos ahora el uso de la palabra al senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez; y damos también la bienvenida a la senadora Dolores Padierna Luna.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias. Saludo a todos, a todas aquí presentes, interesados en la deliberación que sobre el Paquete Económico 2017 se hará durante esta mañana.
De verdad, agradezco al doctor Luis Madrazo Lajous, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, su presencia y las reflexiones que nos ha vertido sobre el paquete económico.
Destaco la presencia de la senadora Dolores Padierna, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD, y responsable del área económica del mismo grupo parlamentario.
Resalto, desde luego, la oportuna organización de este evento, por tanto felicito al maestro Noel Pérez Benítez, director general de Finanzas, sobre la organización de este foro.
Y desde luego, al coordinador ejecutivo del IBD, Gerardo Esquivel Hernández.
Debo decirles que el paquete económico constituido por los criterios de política económica, ley de ingresos, presupuesto de egresos; son los instrumentos más importantes que en política, en materia económica tiene el país; y que cada vez vemos a un Congreso que evoluciona en la medida que puede influir en el diseño y en el resultado final de lo que deben de ser estos dos instrumentos de política económica.
El Senado de la República tiene todavía un tiempo corto para poder debatir y poder generar todo lo que sobre materia de ingresos se tenga que atender. Es muy breve el tiempo, tenemos en el Senado a partir del día jueves en nuestras manos lo que nos envió Cámara de Diputados; y tendremos hasta el próximo lunes 31 de octubre para poder resolverlo.
Por eso resulta oportuno lo que aquí se reflexione, lo que aquí se debata.
Le pediría yo a Gerardo Esquivel y al maestro Noel Pérez Benítez, que pudieran generar las conclusiones mañana mismo, para poder hacerlas llegar a la Comisión de Hacienda, a las comisiones económicas del Senado, a los grupos parlamentarios; porque el IBD desarrolla un trabajo institucional y en ese caso tenemos que, como instituto de investigación legislativa, acercar estos insumos para generar los mejores productos legislativos.
Con esas menciones, yo declaro inaugurado este foro y en breve, una vez que den las 10:30, poder arrancar la primera mesa, que estará coordinada por la senadora Dolores Padierna. Y nuevamente agradezco al doctor Luis Madrazo Lajous, su presencia para poder enmarcar este foro entre las dos partes que resuelven este paquete económico: el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
Les agradezco a todos y buenos días.