Versión Estenográfica de la Comparecencia de la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas, ante el Pleno del Senado de la República, con motivo del análisis del IV Informe de Gobierno. 

(Segunda parte)

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Tengo registrados en las intervenciones por los grupos parlamentarios, a don Manuel Bartlett Díaz, del PT; al senador Juan Gerardo Flores; al senador Zoé Robledo; a la senadora Mariana Gómez del Campo y a la senadora Marcela Guerra Castillo.

 

Tiene el uso de la palabra don Manuel Bartlett, hasta por diez minutos.

 

SENADOR MANUEL BARTLETT DÍAZ: Con su venia, señor Presidente.

 

Bienvenida la Secretaria de Relaciones Exteriores a este Senado, que como ya lo señaló, comparte la responsabilidad constitucional de la conducción de la política exterior.

 

La presencia de los Secretarios de Estado en el Senado, y particularmente en materia de política exterior, es un episodio importante, aun cuando la ligereza del manejo de estas importantes presencias de la mayoría, hace que sean intrascendentes. Bienvenido el señalamiento que presentó usted, Secretaria, sobre el respeto a la crítica; hay muy poca, ya lo va usted a ver, la mayoría es ensalzar a los secretarios, apoyarlos como está diseñado este tipo de encuentros.

 

En el mínimo tiempo que nos toca, voy hacer algunos comentarios, con todo respeto, a la Secretaria.

 

Para manejar la política exterior, y me refiero al Presidente y a su Secretaría, se necesitan elementos importantes. Para empezar, el conocimiento de que la política exterior tiene factores centrales que hay que conocer, analizar y operar dentro del planteamiento que se hace en nuestro país. 

 

Factores geográficos, factores demográficos, sentimiento nacional e interés nacional. Estos conceptos son fundamentales en toda política interior: el interés nacional y el sentimiento nacional.

 

Para poder determinar con toda precisión el interés nacional, y particularmente en lo que señalaba la Secretaria, la relación con los Estados Unidos, es muy importante que conozcamos la historia de las relaciones México-Estados Unidos.

 

Porque si no conocemos la historia de toda nuestra vida independiente, de esas relaciones tan importantes por razones geográficas, demográficas, económicas y de intereses nacionales, pues no nos damos cuenta que la posición de los Estados Unidos en toda esta historia larga, desde el principio hasta hoy, ha sido muy clara.

 

El interés nacional de los Estados Unidos es clarísimo, continuo, sin ningún cambio, es continuo y claro en toda la relación de México con Estados Unidos.

 

¿Qué encontramos? Si estudiamos la historia, ¿eh?, si leemos y conocemos qué ha sido la historia de las relaciones México-Estados Unidos a las cuales le dio la mayor importancia en su informe la señora Secretaria, podemos encontrar que las aspiraciones y el interés nacional de los Estados Unidos es siempre el mismo, con diferentes secretarios.

 

La política exterior de los Estados Unidos es igual de un lado u otro con algunas variantes, y hay obviamente, obviamente lo sabemos todos si estudiamos objetivamente la historia de esas relaciones y no las hacemos a un lado e inventamos una nueva situación, pues tenemos que entrar, tenemos que señalar que el interés nacional de los Estados Unidos es someter a este país, obtener nuestros recursos naturales, establecer una economía permanente de diferentes tipos, pero han sido los mismos.

 

Por eso yo insisto mucho en que conozcamos la historia. Leer la historia de las relaciones México-Estados Unidos no se hace. 

 

Y pareciera que este periodo de Peña Nieto es diferente.

 

Yo sé, señora Secretaria, que quien define la política exterior es el Presidente y que usted la opera. De manera que la crítica que hagamos a la política exterior e México es Peña Nieto.

 

Nosotros hemos encontrado, y lo hemos discutido aquí una y otra vez de manera permanente, que la política exterior de México hacia los Estados Unidos es un entreguismo absoluto y que ha establecido un grave peligro para la soberanía nacional.

 

Si regresamos un poco, y aquí tengo un montón de ejemplos, si regresamos un poco, las causas de la Revolución Mexicana, si las analizamos hoy, son las mismas que están repitiendo el gobierno de Peña Nieto: la entrega del territorio nacional, el sometimiento aquí y allá, la entrega de recursos naturales a los Estados Unidos. Es exactamente el mismo planteamiento, por eso yo recomiendo leer la historia de las relaciones México-Estados Unidos.

 

Ahí en la Secretaría de Relaciones hay gente muy capaz. Hay estudios de embajadores eméritos sobre este tema.

 

De manera que nosotros consideramos que es de un enorme peligro lo que está sucediendo. 

 

La Revolución Mexicana tuvo como razones muy importantes, precisamente el sometimiento a los intereses de Estados Unidos: las concesiones, los ferrocarriles, la entrega del petróleo a las empresas transnacionales que empezaban, del carbono. Todo eso generó conflictos en el resto del país, en el territorio nacional y fue un elemento muy importante en la explosión de un movimiento social que costó un millón y pico de muertos a nuestro país.

 

¿Por qué? Porque el interés nacional de Estados Unidos es el mismo, porque la cercanía, esa enorme frontera que tenemos, es un elemento de cuidado porque, repito, los intereses nacionales de Estados Unidos en términos nacionales de Estados Unidos es el mismo.

 

Por eso yo considero que estos factores de la política exterior de México deben de analizarse con cuidado. ¿Cuál es el interés nacional? Y yo le preguntaría a la secretaria si está perfectamente definido el interés nacional frente al interés nacional de Estados Unidos.

 

Es obvio, claro e indiscutible que el interés nacional de Estados Unidos no es el mismo interés nacional de México. Esas son las cosas que han olvidado, el interés nacional de Estados Unidos es muy claro y el interés real, el interés de México no es el interés de Estados Unidos.

 

¿Por qué? Porque somos una nación, porque representamos a 120 millones de mexicanos, porque hay interese concretos aquí que no son los intereses de los Estados Unidos. De manera que si analizamos con todo cuidado la historia de México, la realidad económica, financiera, todas estas cuestiones que son elementos fundamentales de una inteligente que México la ha tenido y hoy la veo muy opacada y muy borrada, México ha tenido siempre una inteligencia diplomática extraordinaria en todos los periodos de nuestra vida, precisamente frente a esos intereses.

 

Por eso cuando oímos y lo dijo en su informe la señora secretaria, que estamos muy orgullosos de la integración con América del Norte, pues es un grave error. ¿Quién le dio facultades a Peña Nieto para que impulse una integración con Estados Unidos y Canadá?

 

Una cosa son los tratados comerciales, estatales y de comercio, y otra cosa es ya ir hacia una integración con América del Norte, que es a los intereses de los Estados Unidos.

 

Yo le preguntaría ¿es de interés nacional de México haber entregado el petróleo, la electricidad, a las empresas extranjeras? ¿Es de interés nacional, por ejemplo, la definición de las políticas internas? Aquí se define la política de México en reuniones de la IP oligárquica, al reciente fue con el vicepresidente de los Estados Unidos, en donde se reúnen las élites mexicanas, norteamericanas, el representante de Estados Unidos y definen el futuro del país.

 

En esta última definieron todo lo que va a ser energía, acordaron lo poco que sale en los medios, porque no hay forma, porque no están muy convencidos de cuál es el interés nacional o cuál es el sentimiento nacional.

 

Entonces hay un acuerdo con el vicepresidente de Estados Unidos que define la política en México y nadie conoce eso y el congreso menos.

 

Se ha establecido, ya desde hace tiempo, no es de ahora, pero se ha seguido con un gran interés, una aberración constitucional y jurídica. Se establece que hay una dimensión en la Ley de Construcción de Tratados, así se llama, de que hay acuerdos interinstitucionales que no tienen por qué pasarle al Senado, lo cual es absurdo y lo han aceptado los senadores.

 

Los acuerdos interinstitucionales que han tomado han sometido al país y el Senado no tiene ni idea de cuáles son. A la señora secretaria anterior se le pidió que nos mandara cuáles son los acuerdos interinstitucionales, nos mandó un camión para ver quién lo analizaba de documentos.

 

Es una violación constitucional. No hay en la Constitución de la República ningún concepto que establezca acuerdos interinstitucionales, que el Secretario de Gobernación hace con el secretario de Estado de Estados Unidos o comunicaciones o energía.

 

Eso es una violación constitucional en absoluta, es una violación constitucional en los acuerdos interinstitucionales, son una violación y así se manejan.

 

Para nada más traer aquí algunos tratadillos, unos tratados y toda la política con Estados Unidos, la política de integración como usted le llama, que es nadie los autorizó a ustedes a integrar este país a los intereses de Estados Unidos, a toda la política de integración no se conoce.

 

Por ejemplo, mencionaba usted algo como una gran cosa. Dice usted: lograr la integración de América Central eléctrica.

 

¿Saben ustedes qué es eso? Bueno, si le explicara bien, no lo diría aquí así.

 

La integración eléctrica es lo que se acordó hace unos días, cuando vino el Vicepresidente de los Estados Unidos, se acordó que México, el Sistema Eléctrico Mexicano, la infraestructura mexicana va a servirles a las empresas norteamericanas para penetrar el territorio centroamericano y llegar hasta Sudamérica. ¿Esa es la integración que presumen?

 

Están tomando claramente las tesis del señor Pascual. Recuerdan al señor Pascual, aquel embajador que vino aquí en representación por cierto de la señora Clinton, que es la candidata para muchos, que es la locura más absoluta. México no tiene que tomar partido, es absurdo, en ninguna posición.

 

Bueno, pues el señor Pascual ya dijo en el Congreso Norteamericano, y eso lo debería de saber la Cancillería y entender lo que están diciendo, que el negocio eléctrico es para las empresas norteamericanas, para las empresas norteamericanas.

 

Y en el acuerdo que tuvieron con el Subsecretario Biden fue ayudar, vamos a ayudar a esas empresas norteamericanas que se van a apoderar de toda la infraestructura eléctrica del país, a penetrar en Centroamérica con el apoyo, el Caballo de Troya de México, antes defensor de las soberanías de América Central, ahora el impulsor del dominio eléctrico de las empresas de Estados Unidos en Centroamérica.

 

¿No es eso de interés nacional? ¿No es de interés nacional, perdóneme, que nos sumamos al carro militar de los Estados Unidos, felices?

 

Ya están los dos secretarios, el de Marina y el del Ejército, ya están allá en Estados Unidos, y el Secretario de la Defensa, el Secretario de la Defensa agradece a los dos militares mexicanos que ya estén ayudándole en sus intentos y en sus proyectos a nivel mundial.

 

El Secretario, y aquí no nos dice usted si estamos ya integrados al Ejército de los Estados Unidos.

 

Lo que dijo el Secretario de la Defensa, qué, ¿no es algo que tiene que conocer, estudiar y analizar la Cancillería? Eso dijo.

 

Ahí felicitó el Secretario de la Defensa al Secretario de Marina, al Secretario Cienfuegos, por estar ya integrados a los intereses de Estados Unidos a nivel mundial.

 

Y el otro asunto -¿ya se acabaron 10 minutos para política exterior?-

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Concluya, concluya don Manuel. Concluya la idea, con gusto.

 

CONTINÚA EL SENADOR MANUEL BARTLETT DÍAZ: Ahí es donde estamos olvidando totalmente cuáles son los intereses de México.

 

Los intereses de México no son que nuestro ejército ande atrás del ejército norteamericano atendiendo sus intereses, dicho ya por el Secretario de Defensa de los Estados Unidos en un acto público. Ojalá se lo dijeran a ustedes señora Secretaria.

 

Finalmente, ya que se me acabó el tiempo, imagínese el recorrido de las relaciones exteriores de México.

 

Hay, finalmente, con esto voy a terminar señor Presidente, gracias por su paciencia, hay reglas para la política exterior.

 

El Presidente está obligado a respetar principios que están en la Constitución.

 

Los principios que están en la Constitución obligan al Presidente, porque además son principios que son históricos, han sido el desarrollo de este país y en su lucha por mantener la soberanía que hoy la están entregando toda.

 

Ahora, decían ustedes es de interés, es de interés nacional que se permita que las petroleras puedan ocupar y expropiar terrenos indígenas, comunales para su explotación, ese es el interés nacional. Esa fue una de las causas de la Revolución Mexicana.

 

Mire usted, los principios son autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, ¿qué vamos a hacer con el Ejército ahí?

 

La prescripción en la amenaza del uso de la fuerza, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional, la no intervención.

 

No es que estén ahí pintados nada más, el Presidente está violando los principios de política exterior. Su invitación fallida, que ya empezó a cambiar, antes estaba muy gallito diciendo que había estado muy bien porque había que preparase con Trump; ahora ya dice en una entrevista, de diez que le han hecho para recuperar su imagen, que no va a poder, ya cambió: ahora dice que sí, que fue un poco precipitado.

 

Las decisiones de política exterior no pueden ser precipitadas nunca. Las decisiones de política exterior son las más delicadas y se necesita un Jefe de Estado que sepa de política exterior, que conozca la historia de México, me refiero a él, ¿eh?; que ostensiblemente no lo es, que no cometa esos errores.

 

Y finalmente, ya estableció el Presidente otra violación en el seno de Naciones Unidas, hablando de que ya está dispuesto, él, a enviar tropas al servicio de la ONU, los Cascos Azules; y usted también lo ha dicho, y esa es una violación constitucional, es una violación legal. No puede el Presidente Peña Nieto comprometer al Ejército Mexicano en nada que no acepte este Senado. Aunque vengan aquí y le digan que sí, se tiren de tapete; pero cuando menos que lo pida. No puede.

 

Y la Cancillería tiene “n” intelectuales y diplomáticos de carrera que se lo pueden decir. Díganselo, no puede el Presidente comprometer a los jóvenes soldados mexicanos a que se vayan a matar, a morir para beneficio de las hegemonías en el mundo. No puede, tiene que pedir autorización para sacar tropas de este país, y ya lo está diciendo.

 

Violó la no intervención en su asociación con Trump, ahora ya tenemos mejor una candidata que sea Hillary. Muy bien.

 

México no puede comprometerse, México no puede tener candidatos. México como institución, no puede estar haciendo política en Estados Unidos a favor de uno o de otro; porque entonces qué tal si gana uno, pues ya, que venga y tome posesión del Palacio Nacional. Es un absurdo.

 

Por eso digo, la política diplomática es de inteligencia, de conocimientos, de dominio de la historia, de saber cuáles son los intereses norteamericanos y no decir: “ya estamos integrados”. Tengo sus discursos, son los de Peña; ya estamos integrados con América del Norte, que es una maravilla. Integrarse con América del Norte es lo que han querido siempre; integrar la seguridad de México con la Homeland Security, que no lo quieren ni en Estados Unidos por fascista; viene aquí, lo reciben todos, usted entre otros; el secretario Chong.

 

El Secretario de la Homeland Security es un Secretario que ha violado las garantías individuales y los derechos humanos en Estados Unidos; ¿qué viene a hacer aquí a México?

 

A establecer la seguridad con ellos, de común acuerdo. Si sumamos al señor Secretario de la Homeland Security y a quién sabe quién aquí en México, ¿quién va a mandar, eh?

 

Pues ya está metido aquí, lo reciben con banderas desplegadas. No tienen la menor idea de lo que es el riesgo en que están incurriendo, están jugando con fuego, con ocupación territorial de México, con aceptar que las trasnacionales puedan expropiar terrenos, con entregar la seguridad a los Estados Unidos.

 

Eso es una supina ignorancia, porque no quiero mencionar la otra palabra. Si no es ignorancia, es peor todavía.

 

Muchas gracias, señor presidente.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, don Manuel Bartlett.

 

Tiene el uso de la palabra el senador Juan Gerardo Flores Ramírez.

 

SENADOR JUAN GERARDO FLORES RAMÍREZ: Muchas gracias, presidente.

 

Estimada Canciller, maestra Claudia Ruiz Massieu, a nombre del Grupo Parlamentario del Partido Verde, le doy la más cordial bienvenida al Senado de la República.

 

Nos complace enormemente contar con su presencia para dialogar sobre las acciones emprendidas por la Cancillería, respecto a la conducción de la política exterior de nuestro país durante este cuarto año de gobierno.

 

En el Grupo Parlamentario del Partido Verde, tenemos claro que el contexto internacional representa una gran diversidad de retos. Sabemos que actualmente nos encontramos en un escenario donde predominan fenómenos como la volatilidad económica, las crisis migratorias, los problemas ambientales y distintas tensiones políticas que dificultan la agenda internacional de nuestro país.

 

No podemos dejar de mencionar que para el entorno actual y el que se vislumbra no podemos permanecer anclados en visiones del pasado, en visiones que corresponden al siglo pasado.

 

Por ello, reconocemos el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto y la labor de la cancillería que usted encabeza, pues de manera estratégica, dinámica y responsable ha emprendido las acciones adecuadas que hoy posicionen y consolidan el buen nombre y el prestigio de nuestro país.

 

Con satisfacción, constatamos que hay consistencia entre lo que se plantea como estrategia y lo que se ejecuta.

 

No cabe duda que gracias a ello México ha logrado fortalecer su presencia en el mundo, aunque algunos insistan en menospreciar o subestimar esos grandes avances.

 

Con Estados Unidos destacan acciones, como el diálogo económico de alto nivel con el que se ha contribuido al diseño e implementación de medidas innovadoras de facilitación comercial para disminuir los costos asociados al intercambio de mercancías.

 

El Foro Bilateral sobre Educación      Superior, Innovación e Investigación, FOVESI, mediante el cual se promueve la formación de capital humano y desarrollo económico en ambos países, con la firma de 100 acuerdos de colaboración entre instituciones educativas que permiten incrementar la movilidad académica y estudiantil.

 

A estos esfuerzos se suma la iniciativa Proyecto 100 mil, que ha beneficiado a más de 68 mil mexicanos que han podido tomar clases en instituciones de educación superior de Estados Unidos.

 

No puedo dejar de mencionar la preocupación que hoy siente la sociedad mexicana y, por tanto, El Senado de la República por la posición ideológica radical del señor Donald Trump, que ha utilizado en Estados Unidos una retórica basada en la división, el encono, el racismo, la antiintegración, en fin, la retórica de los que siembran odio.

 

Tenga usted, señora Canciller, la seguridad de que el Senado habrá de colaborar en forma activa en cualquier esfuerzo que tenga por objeto contribuir a proteger y empoderar a nuestras comunidades en ese país, frente a este entorno adverso que hoy estamos viendo.

 

Respecto a nuestra relación con Canadá, me sumo a las felicitaciones que merecidamente ha recibido la Canciller por sus buenos oficios, al negociar que se levante el requisito de VISA a turistas mexicanos, decisión que entrará en vigor este 1º de diciembre.

 

Con la región de América Latina y El Caribe, México ha refrendado su compromiso al adoptar medidas para elevar la calidad de vida de las poblaciones en la frontera sur, entre las que destacan iniciativas en materia de infraestructura e integración energética con Guatemala y Belice, el compromiso con Brasil para ampliar los acuerdos de complementación económica número 53 y 55, lo que facilitará los intercambios de nuevas mercancías agrícolas e industriales, e impulsará el sector automotriz y el de propiedad intelectual.

 

Igualmente destaca el relanzamiento de una nueva relación bilateral con Argentina, así como el protocolo adicional al acuerdo marco de la Alianza del Pacífico.

 

La nueva relación bilateral que mantenemos con Cuba, ha generado un ambiente adecuado para que las empresas mexicanas comercien e inviertan en la isla.

 

Con Europa, destacan los trabajos para modernizar la parte comercial del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre la Unión Europa y México, para incorporar elementos como el comercio electrónico y el fomento a la inclusión de las Pymes en las cadenas globales de valor.

 

Así como aumentar el acceso de productos agropecuarios mexicanos a Europa, la renegociación del TLC con la Asociación Europea de Libre Comercio y la continuidad de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Turquía principalmente.

 

Es importante mencionar, como lo señaló la Canciller, los beneficios obtenidos de la celebración del Año Dual con distintos países. Por ejemplo, durante el Año Dual México-Reino Unido, ambos países llevaron a cabo cerca de 400 actividades culturales, académicas, empresariales y turísticas; y que durante el 2015 el Reino Unido fue el país con más becarios mexicanos de CONACyT en el mundo, tal como lo señaló la señora Canciller, superando por primera vez a estados Unidos en el destino de becarios de CONACyT.

 

Para 2016 con la visita de Estado del presidente a Alemania, el pasado abril, se inició el año dual con ese país, del cual destaca, entre otras acciones, la cooperación ofrecida por Alemania en materia de formación técnica-laboral, formación dual que busca complementar a los sectores industrial y académico.

 

En la región Asia-Pacífico sobresale el acercamiento con países estratégicos de la región como Australia, China, Corea. India y Japón. En el caso de China se avanzó en la apertura del mercado chino a más productos agroalimentarios de nuestro país.

 

La relación con Japón, el mayor inversionista de la región en nuestro país y el séptimo a nivel mundial, se ha profundizado permitiendo mayor inversión en sectores como el automotriz. Con India se acordó elevar el nivel de la relación bilateral de asociación estratégica.

 

Otro punto que es importante destacar es la culminación de la negociación del Acuerdo Transpacífico, TPP, que indudablemente favorecerá el comercio y las inversiones entre al sanciones que han suscrito este importante instrumento de última generación.

 

Toca al Senado su discusión y eventual ratificación. Cuente usted también, señora Canciller, que en el Senado de la República habremos de tener una discusión seria en torno a lo que TPP representa para México, lo que representa en términos de oportunidades de desarrollo y mejores oportunidades de bienestar para todos los mexicanos.

 

Dentro de la participación de nuestro país en foros multilaterales, destaca la última cumbre de líderes de los 20, llevada a cabo en Turquí, en la que se refrendó nuestro compromiso de no instrumentar medidas proteccionistas o promover mecanismos que faciliten los flujos de inversión en infraestructura de calidad, fomentar la eficiencia energética y fortalecer el combate al cambio climático, una postura que debe destacarse frente a las posturas retóricas y regresivas que han construido actores como Donald Trump en Estados Unidos y otros en el Reino Unido, con la decisión del Brexit.

 

Respecto a los temas verdes de la agenda internacional, es importante mencionar los logros obtenidos en materia de combate al cambio climático, mediante el acuerdo de París, ratificado el pasado 21 de septiembre ante la Organización de las Naciones Unidas y que nos desafía a cumplir, entre otros compromisos, el de reducir en 22 por ciento nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y el 51 por ciento de las de carbono negro entre 2020 y 2030, para lo que debemos comprometernos a generar electricidad a partir de energía limpia.

 

Por su parte la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible aprobada en septiembre del año pasado, es el acuerdo multilateral más amplio y más ambicioso de las últimas décadas en el que México logró que se incorporaran objetivos específicos en materia de energía asequible y no contaminante, biodiversidad, marina y terrestre y cambio climático.

 

Destaca también el compromiso asumido con Estados Unidos y Canadá para que en 2025 la mitad de la electricidad de la región se genere a partir de fuentes limpias y reducir entre 4o y 45 por ciento las emisiones de metano, del sector petróleo y gas.

 

Con este esfuerzo trilateral, sin duda, se logrará proteger el medio ambiente y la biodiversidad de América del Norte.

 

Señora secretaria:

 

Así como reconocemos los logros obtenidos en la defensa e impulso de la agenda verde, desde mi partido hacemos un llamado para que el gobierno de la República asuma con total compromiso la tarea de facilitar las negociaciones de la Décimo Tercera de las Partes, al CO-13 del Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas, con miras a obtener una declaración ambiciosa, pero al mismo tiempo realizable y de esa manera incorporar medidas efectivas para proteger a nuestras principales especies en peligro: el águila real, el jaguar y la vaquita marina.

 

En el Partido Verde reconocemos que en la política exterior mexicana aún existen áreas de oportunidad y posibilidades de mejora continua. Sin embargo, de los logros y acciones llevados a cabo en el transcurso de este año, podemos concluir que la política exterior de México se ha mantenido en estrecha sintonía tanto con los intereses nacionales, como con los principios constitucionales que la guían.

 

Tenemos la certeza que con los esfuerzos de la Cancillería lograremos consolidar a México como un país protagonista en la Agenda Internacional y como líder regional con responsabilidad global.

 

México va por buen camino y debe mantener el mismo espíritu de multilateralismo, cooperación internacional y participación activa en la protección y promoción de los derechos humanos, en especial de nuestros connacionales, así como en la atracción de inversiones, la promoción de libre comercio y la integración económica, el fomento a las exportaciones, la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el combate a la pobreza.

 

Como Partido, le reiteramos que cuenta con nuestro respaldo y apoyo para garantizar que la voz de México se escuche fuerte y clara.

 

Las senadoras y senadores del Verde asumimos nuestro mandato constitucional en materia de política exterior, no sólo a través de este ejercicio de rendición de cuentas por parte del Ejecutivo o mediante la ratificación de instrumentos internacionales y nombramientos, sino aportando ideas, soluciones y consensos para acompañar los esfuerzos que ha venido realizando la administración del Presidente Enrique Peña Nieto por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el único objeto de beneficiar a los mexicanos que habitan en nuestro país, pero también para garantizar los derechos de todos nuestros connacionales, independientemente del lugar donde hayan elegido vivir.

 

Antes de concluir y haciendo eco de su llamado a trabajar de la mano a los que incidimos en política exterior, quiero invitar nuevamente a todos mis colegas, senadoras y senadores de la República, para que se sumen a la campaña emanada de la sociedad civil Diles que Voten, dirigida a lograr que nuestros paisanos y la comunidad latina que puede votar en Estados Unidos lo hagan.

 

Llegó el momento de mostrar nuestra fuerza en Estados Unidos.

 

Que nuestros compatriotas sepan que su voto allá cuenta, y cuenta mucho.

 

Es importante que en estos últimos días de campaña y de cara a la elección de este 8 de noviembre cada uno de nosotros, desde nuestro escaño, desde nuestra trinchera en redes sociales o en los esfuerzos de comunicación que podamos hacer, transmitamos este mensaje de invitar a todos los mexicanos que pueden votar allá a que lo hagan, que no dejen pasar esta oportunidad porque podemos arrepentirnos todos nosotros.

 

Señora Secretaria.

 

Compañeras senadoras y compañeros senadores:

 

Por su atención muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador Juan Gerardo Flores Ramírez.

 

Tiene el uso de la palabra el senador Zoé Robledo.

 

Senador Zoé Robledo y los demás senadores que van a participar en esta comparecencia, al igual que con don Manuel y con el senador Flores:

 

Hemos sido tolerantes con el tiempo y vamos a seguir siendo tolerantes.

 

Si requiere de unos minutos más, puede hacer uso de ellos.

 

SENADOR ZOÉ ROBLEDO ABURTO: Se lo agradezco senador Presidente y prometo no pasarme de los 21 minutos del compañero senador Bartlett y me sumo por supuesto a la campaña Diles que Voten, de la que acaba de hablar el senador Gerardo Flores.

 

Secretaria Claudia Ruiz Massieu:

 

Bienvenida al Senado de la República.

 

Usted ya ha sido legisladora y por eso sabe de la importancia de este momento, sabe de la importancia de este lugar, sabe de la importancia de este ejercicio de rendición de cuentas.

 

Incluso sé que cuando usted fue diputada presentó una Iniciativa para que las comparecencias de los secretarios de Estado fueran más rigurosas.

 

Déjeme decirle que coincido con usted.

 

En este sentido, déjeme iniciar diciéndole que para el Grupo Parlamentario del PRD la política exterior mexicana está en crisis; no la diplomacia.

 

Esa funciona todos los días y está bien descrita en esta Glosa con encuentros, recepciones, conferencias, viajes, firmas en muchos países.

 

Tampoco es la red consular global y sus 642 mil casos de protección a mexicanos lo que está en crisis. Eso funciona bien.

 

Es la política exterior y su rumbo lo que vemos con preocupación.

 

Son sus principios que, como usted misma lo ha dicho, están llamados a ser una guía para la decisión y no una excusa para la inacción.

 

Durante nuestra historia reciente la Cancillería se ha encontrado varias veces entre la espada y la pared.

 

Pero ha habido un principio guía que nos permitía siempre salir adelante. Se llamaba dignidad.

 

La dignidad nos definía a México frente al mundo. Fue la dignidad, en 1945, cuando México fue el primer estado en reconocer como legítimo al gobierno en el exilio de la segunda república española. Treinta años tuvimos cerrada la puerta a Europa, pero lo hicimos porque era lo correcto.

 

Dignidad cuando el canciller Manuel Tello se opuso a la expulsión de Cuba de la OEA, una decisión que nos enfrentaba con nuestro poderoso vecino en plena Guerra Fría; pero era lo correcto. Así lo fue con García Robles y el Acuerdo de Tlatelolco en 1967, con la idea de prohibir los armamentos nucleares; así fue en 1983 con el Grupo Contadora, la plataforma multilateral que México impulsó para la paz centroamericana. Así fue también en 2003, cuando México se opuso a avalar la invasión de Estados Unidos a Irak. Esto no solamente fue correcto, sino fue valiente.

 

Y así también fue el pasado 14 de septiembre, cuando usted arribó a Egipto, de madrugada, inmediatamente después de saberse que ciudadanos mexicanos habían muerto en un atentado.

 

Se lo digo aquí con todo el peso de las palabras: en ese momento usted puso en alto nuestro servicio exterior, dignidad. Era lo que se debía de hacer y era motivo de orgullo, México tomaba parte y tomaba una postura frente a cada uno de los temas; hacía valer su posición como una nación soberana, sin pensar si esto le iba a molestar a alguien. Esas eran las batallas que valía la pena dar, porque esas eran las mejores causas.

 

Pero algo ocurrió, algo ocurrió y se perdió el rumbo. Entramos en momentos de crisis producto de la soberbia, de la improvisación y de la sumisión.

 

En esa página de la vergüenza están el “comes y te vas”, que nos alejó de Cuba; el montaje de Florence Cassez, que nos tensó con Francia; y ahora la invitación a Donald Trump, que nos humilló frente al mundo.

 

La diplomacia en México era reflejo de lo que los mexicanos merecían. Hoy nos dicen que por favor nos conformemos con lo que necesitamos; ¿en qué momento perdimos la brújula moral de nuestras decisiones frente al mundo?

 

Es materia de esta comparecencia analizar el informe de actividades de su Secretaría, hagámoslo pues, hagámoslo de manera ordenada y bajo sus propias premisas.

 

Dice en la Glosa el Presidente Peña Nieto, que se establecieron tres ejes fundamentales en su visión de las relaciones exteriores:

 

El primer eje, que los esfuerzos de política exterior tengan un impacto concreto, benéfico y transformador en la vida de los mexicanos, dentro y fuera de nuestras fronteras. 

 

Segundo eje, generar para cada demanda, problema o necesidad, una respuesta institucional.

 

Tercer eje, conciliar la defensa de nuestros principios con la promoción pragmática de nuestros intereses.

 

Así empieza el documento de la Glosa que nos hicieron llegar.

 

Evaluemos, pues, si estas tres premisas verdaderamente se están cumpliendo:

 

Vamos con la primera: que los esfuerzos de política exterior tengan impacto en la vida de los mexicanos. En este caso, me parece muy necesario que pensemos qué ocurrió en la visita del presidente Peña Nieto a la sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, mejor conocida como UNGASS; algo de lo que usted ya ha mencionado, pero que para mí es un fracaso en cinco actos.

 

Primer acto: en 2012 México solicita que se adelante la sesión especial sobre el problema mundial de las drogas, sin duda, un esfuerzo de política exterior, un esfuerzo diplomático enorme para tomar liderazgo en un tema global, con claras implicaciones locales.

 

Segundo acto: Peña Nieto cancela la visita a la reunión, una semana antes. México regresa a su realidad de una presencia internacional titubeante e impredecible.

 

Tercer acto: El Presidente cambia de opinión y decide asistir. Bien, aquí lo dijimos, qué bien, reconoce su error y decide usar ese espacio para impulsar desde fuera un tema urgente para nuestro país.

 

Cuarto acto: México se convierte en el arquitecto del documento final de esa reunión, que en su punto quinto dice: “en aquellas comunidades vulneradas por el crimen organizado, se necesita una prevención integral de la violencia, de la exclusión y del debilitamiento del tejido social”. Excelente.

 

Quinto acto: ¿Cómo se reflejó esa decisión internamente?

 

Le voy a dar un dato, Secretaria: recursos destinados en el Presupuesto 2017 al Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia: cero pesos, cero pesos. Nos convertimos en un país incapaz de traducir su ímpetu externo en acciones acá, en acciones internas. La tentativa de encabezar un esfuerzo global para despenalizar las drogas, se sujetó exclusivamente a la coyuntura política interna; o peor aún, se sujetó solamente a una estrategia electoral.

 

Dice la primera línea del informe: “La política exterior es un instrumento central del Estado mexicano para alcanzar las grandes metas de política interna”.

 

Señora Secretaria, ¿qué pasó? La política exterior en este tema fundamental está completamente desasociada de la política interna. Y me queda claro que usted no redacta el presupuesto, pero esto es lo que ocurrió.

 

Y cuando esto ocurre, cuando lo que dice el Presidente en el extranjero tiene poco reflejo con lo que hace en el país, las relaciones exteriores se convierten en simples relaciones públicas.

 

Segundo principio: Para cada demanda de problema o necesidad, una respuesta institucional.

 

 

Aquí sí hay bastante claridad y bastante coherencia. Hay una actitud sistemática: A cada opinión, exigencia o información incómoda de un organismo internacional, un conflicto desde la Cancillería.

 

Y déjeme enumerarlos de manera muy rápida: 

 

Con el Relator para la Tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez, por considerar sin fundamental el reporte realizado sobre tortura en México.

 

Dos. Con el Relator para Ejecuciones Extrajudiciales de Naciones Unidas, Cristof Heyns, por considerar que las ejecuciones extrajudiciales son sistemáticas y endémicas en México.

 

Tercero. Con el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por criticar la incapacidad de las autoridades mexicanas para investigar desapariciones forzadas.

 

Cuarto. Con el Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas por no reconocer sus capacidades y atribuciones al negarles una invitación a nuestro país.

 

Quinto. Con la Corte Interamericana de Derechos Humanos al negarle el voto al juez argentino Safaroni, para que este representara a Argentina por las declaraciones que hablan sobre la violencia que hay en nuestro país.

 

Sexto. Con el Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por su aval a los expertos que conformaron el grupo interdisciplinario de expertos internacionales que investigaron el caso de los desaparecidos de Iguala.

 

Séptimo. Contra el Relator mexicano de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, James Cavallaro, al negar la posibilidad de extenderle el mandato al GIEI en su investigación sobre las desapariciones de Ayotzinapa.

 

Con el Parlamento Europeo, con la Defensoría de la ONU de Michael Frost, a quien dejaron de atenderle las llamadas después de que declarara sobre la vulnerabilidad con la que viven los defensores de los derechos humanos en México.

 

Con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas cuando emitió una serie de fuertes recomendaciones por la preocupante historial de violaciones de derechos humanos en México.

 

Con Amnistía Internacional; con Human Rigths Watch; con el Departamento de Estado; con el Relator Especial de Naciones Unidas para el tema de desplazamiento interno forzado que ya está por concluir su mandato y nunca recibió una invitación de nuestro país para venir a hacer un informe.

 

¿Esa es la respuesta institucional de la Secretaría frente a la demanda a la necesidad de obtener verdad y justicia y reconciliación para los miles de familiares de asesinados, víctimas, heridos y desaparecidos en nuestro país?

 

Se lo pregunto, porque pareciera más bien tratar de tapar el sol con un dedo. 

 

Cuando un organismo multilateral hace su trabajo y concluye que el Estado mexicano no está haciendo el suyo, en vez de enfrentar el resultado se elige mejor descalificar al organismo o al funcionario que lo presenta.

 

Entonces, respuestas institucionales a los problemas de los mexicanos o respuestas no para los mexicanos de a pie sino para los mexicanos de la alta burocracia del gobierno mexicano.

 

Y termino con el último principio, el tercero y último para ver si este sí puede sostenerse: Conciliar la defensa de nuestros intereses con nuestros principios.

 

Dijo usted hace unos momentos: “Decidimos diversificar las relaciones con socios no tradicionales”.

 

¿Quiénes son? 

 

Se refería a la gira del Presidente por la Península Arábiga.

 

El 17 de enero del 2016, el Presidente de la República le otorgó la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en su grado de collar, la más alta distinción que México le otorga a los extranjeros al Rey de Arabia Saudita.

 

¿Bajo qué procesos se otorgaba tan importante distinción a este monarca?

 

Ciertamente el Rey de Arabia Saudita tiene un récord impresionante, ¿eh? Su país ha sido catalogado por Freedom House con el índice más bajo de libertades civiles y derechos políticos de su ranking. Arabia Saudita es un país sin libertades, según esta organización.

 

El asunto no acaba ahí. El 21 de enero del mismo año, el Presidente Enrique Peña Nieto se reúne con el Emir de Qatar, un país acusado por Amnistía Internacional de mantener un régimen laboral esclavista. 

 

Las visitas y condecoraciones a este tipo de figuras políticas, son muestras de que la antigua grandeza moral de la diplomacia mexicana ha cedido su logar a un pragmatismo económico y sensible a los temas de la dignidad, a los temas la humanidad.

 

Dejamos de tener simpatía por el débil en aras de subyugarlos al rico; ir a Medio oriente a promocionar la reforma energética sólo se explica porque está en su propio interés encontrar quién invierta en México después del fracaso de las primeras rondas de apertura o ya no es del interés de nuestro país la defensa de la democracia, de los derechos humanos y de la libertad.

 

Dicen que hacen lo necesario. El problema, señora secretaria, con el pragmatismo económico como eje de las relaciones exteriores, es que es incompatible con la diplomacia, porque el pragmatismo exige oportunismo y lasitud y la diplomacia, para ser funcional, requiere de coherencia, de homogeneidad y de rectitud.

 

Cuando la actitud de un país se vuelve impredecible entonces se vuelve inconfiable y rápidamente irrelevante. Bajo los reflectores de la ONU, México va y habla de derechos humanos, bajo los reflectores de las oprobiosas dictaduras, en aras de la relación comercial, México terminó hablando con dictadores: le tendió medallas a tiranos y legitimó a racistas.

 

En qué momento nos dejó de incomodar estar sentados de lado equivocado. Error tras error y una negativa casi fóbica de aceptar el error. Bajo esa lógica, o que para todos los mexicanos fue vergonzante, para ustedes fue normal: invitar a Donald Trump y recibirlo en Los Pinos.

 

El 22 de julio, Canciller, usted habló de una comunicación con los equipos de las campañas de los dos principales candidatos presidenciales en estados Unidos. En esa comunicación nunca mencionó que habría una invitación.

 

Un mes después, el 25 de agosto, esa operación suya sin duda mesurada, cuidadosa, se transforma en una abrupta e impulsiva carta de invitación a Donald Trump y a Hilary Clinton.

 

En ese intervalo algo pasó que a mí me obliga a preguntarle: ese 25 de agosto, cuando se envió la carta a Donald Trump, si usted no sabía que lo iban a invitar, entonces alguien estaba tomando sus decisiones.

 

Si usted sabía y estuvo de acuerdo de que Trump viniera a México, entonces es igual de responsable que los funcionarios que ya han renunciado.

 

Si usted sabía y no estaba de acuerdo, debió haber dicho algo. Si usted dijo algo y no le hicieron caso, me parece, secretaria, que usted está completamente rebasada en ese cargo.

 

¿Cuál de estas pues es de importancia nacional saberlo el día de hoy?

 

Es importante saberlo porque el error no acabó cuando Donald Trump y el presidente Peña se reunieron para dar una atropellada conferencia de prensa; no acabó ese error con lo que fue a decir a Arizona esa noche.

 

Hay consecuencias muy obvias, la candidata que hoy podía ganar, Hilary Clinton, pues ya no quiso venir y después rechazó su invitación. 

 

Y otro más grave por su significado actual: el enfriamiento con el gobierno estadounidense con el que tanto dicen estar cuidando la relación.

 

Por eso, secretaria y con eso concluyo, yo le digo que todavía hay una espacio para el decoro y al dignidad frente a este imborrable error y eso depende enteramente de usted.

 

Hoy es necesario recordar las palabras del 4 de octubre de 1968 del embajador mexicano en la India, Octavio Paz, quien después de la matanza de Tlatelolco escribió: “ante los acontecimientos últimos he tenido que preguntarme si podía seguir sirviendo con lealtad y sin reservas mentales al gobierno; no estoy de acuerdo en lo absoluto con los métodos empleados para resolver y reprimir las demandas y los problemas que la juventud mexicana ha planteado”.

 

Eso dijo Octavio Paz en su momento, por eso hoy una decisión suya, sin duda difícil, sería el acto más congruente con el marco de aquél viejo concepto rector de la política exterior mexicana: la dignidad.

 

Por eso esta glosa de su informe es tan relevante el día de hoy; tan relevante frente a lo que está por ocurrir el próximo martes y podríamos seguir hablando de dónde estuvo México en las negociaciones de La Habana con Washington; dónde estuvo México en las negociaciones de paz con Colombia; dónde estamos ante las amenazas reales de Estados Unidos por cancelar el TLC; dónde estuvo realmente al dignidad.

 

Termino, Secretaria, y termino con estas palabras, dijo alguien en alguna ocasión: “No hemos visto en ningún momento y menos en el Informe, autocrítica, o humildad, o modestia republicana. El Ejecutivo no tiene sensibilidad social ni sentido de la oportunidad política porque no oye lo que no le agrada”.

 

Son palabras del año 2004, era el IV Informe de Gobierno de Vicente Fox, usted era diputada y éstas eran sus palabras.

 

Muchas gracias por su tiempo.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador Zoé Robledo Aburto.

 

Tiene el uso de la palabra la senadora Mariana Gómez del Campo.

 

SENADORA MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO GURZA: Con su venia senador Presidente.

 

Por supuesto que de la misma manera que han hecho mis compañeros, nos hemos sumado ya desde hace varias semanas a la campaña #DilesQueVoten, promoviendo el voto de los latinos en el proceso electoral en los Estados Unidos el próximo 8 de noviembre.

 

Señora Secretaria de Relaciones Exteriores:

 

Le damos la bienvenida al Senado de la República en el marco de este ejercicio de rendición de cuentas en extremo necesario ante la crítica imagen y los retos que enfrenta nuestro país con el exterior.

 

La política exterior del Estado Mexicano, hoy más que nunca, impacta la política interna, la economía y la vida de los ciudadanos dentro y fuera de nuestras fronteras.

 

Si no veamos los factores que hoy alteran las expectativas de crecimiento, el aumento del riesgo país y la devaluación del peso.

 

Desde Acción Nacional, tenemos claro que México debe tener una participación pro activa en la arena internacional.

 

El gobierno debe honrar la invaluable herencia diplomática que fue decisiva para alcanzar acuerdos internacionales a favor de la paz, la estabilidad y la democracia en muchos rincones del mundo, en especial en América Latina.

 

Deseamos que México vuelva a ser líder en la comunidad internacional.

 

Hoy, permítame decirle señora Secretaria, que la política exterior de nuestro país en lugar de provocar orgullo nos ha sumido, en especial en las últimas semanas, en la más profunda vergüenza.

 

La política exterior, a lo largo de este sexenio, ha sido un verdadero desastre.

 

Tras cuatro años seguimos esperando definiciones y acción desde la Cancillería.

 

Hace un año en esta misma Tribuna señalábamos la necesidad de tomar una postura decidida contra los dichos xenófobos vertidos en nuestro vecino país del norte y hoy conocemos el desenlace tan lamentable.

 

Pero no dejemos que la coyuntura nos distraiga de las cuestiones estructurales.

 

Como no había ocurrido en las últimas décadas, la relación con los Estados Unidos se ha deteriorado a un nivel alarmante.

 

Al principio del sexenio se apostó por el enfriamiento en la relación bilateral para emprender un acercamiento supuestamente vanguardista con China.

 

El proyecto estrella de ese acercamiento era el tren de alta velocidad México-Querétaro y el daño a la imagen de México ante el mundo frente a los señalamientos por la corrupción vinculada al mismo fue enorme y la relación con China terminó empantanada.

 

Cuando después de años el gobierno volvió la mirada hacia los Estados Unidos lo hizo con un profundo desdén, al grado de cometer la descortesía de demorar casi seis meses el nombramiento del Embajador en la sede diplomática más relevante en el exterior. Lo hicieron con un perfil inadecuado, que tuvo que ser removido semanas después.

 

Esto es grave no sólo por el país del que se trata, sino porque ahí habitan más de 11 millones de connacionales, porque compartimos una frontera de más de 3 mil kilómetros y porque a diario intercambiamos comercialmente mil 500 millones de dólares. De ese tamaño ha sido la ceguera.

 

Por eso ha generado una profunda indignación en ambos lados de la frontera, que en un momento tan delicado como lo es el proceso electoral en aquella nación, en un momento donde se ha denostado a los mexicanos y a los latinos; la Presidencia de la República, haciendo gala de imprudencia y desconocimiento, cometiera la pifia de invitar a Donald Trump y recibirlo como jefe de Estado.

 

Este hecho confirma que el Gobierno mexicano vive en una realidad ajena a la de los ciudadanos, desvinculada de las opiniones a nivel mundial y demuestra que el peor enemigo de México puede no estar fuera de nuestras fronteras. 

 

Ante ello nos preguntamos, ¿en dónde están los que deberían velar por nuestra política exterior?

 

Trump insultó al pueblo mexicano en junio de 2015 y usted respondió con tibieza hasta febrero de este año, ocho meses después del inicio de las agresiones; ¿en qué país es eficiente una Cancillería que tarda más de 240 días en responder una ofensa grave?

 

Como ejemplo recordemos que en el marco de la Cumbre del G-20, el Presidente de Filipinas ofendió al Presidente de Estados Unidos, ¿y cuál fue la respuesta?

 

Se canceló de inmediato la reunión que mantendrían ambos mandatarios días después, únicamente por sentido común y por dignidad.

 

¿Será acaso que el Presidente de la República no escucha a su Secretaria de Relaciones Exteriores y encima de eso, sigue pensando que fue una gran idea?

 

Secretaria:

 

Puede estar segura de una cosa: la visita de Donald Trump a México pasará a la historia como uno de los momentos más humillantes de la política exterior de nuestro país.

 

Y yo me pregunto, ¿qué pasará si gana? ¿Cuál va a ser la estrategia del Gobierno mexicano? ¿Cómo va a defender a los millones de mexicanos que están hoy en Estados Unidos?

 

Si eso ha hecho el Gobierno ante un caso en el que ha tenido los ojos del mundo encima; ¿qué podemos esperar, por ejemplo, de la atención a los mexicanos que enfrentan la pena de muerte o juicios que los pueden llevar a ella?

 

Hoy sabemos que son 153 connacionales que están sujetos a proceso y son 60 los que ya han sido sentenciados. De los casos de asistencia jurídica, solamente el 17 por ciento de los casos fueron resueltos de manera favorable.

 

Los senadores de Acción Nacional, como creyentes de la dignidad y el respeto a la vida, le pedimos que emprenda una estrategia eficiente en materia de protección a estos mexicanos y de acompañamiento desde la detención, sobre todo cuando el número de casos de brutalidad policial en Estados Unidos y de persecución a los migrantes, se ha acentuado.

 

No queremos seguir viendo consulados que actúan sólo unos días antes de las ejecuciones. Esto es inaceptable.

 

Los nombramientos diplomáticos han sido un rubro de debilidad. Queremos que nuestro país sea representado por funcionarios con experiencia y con valores; que no se utilicen esos cargos de enorme relevancia como refugio para personajes impresentables de la política mexicana, como es el caso del señor Fidel Herrera; y mucho menos que nuestro cuerpo diplomático termine las órdenes de intereses personales, como ocurrió con Humberto Moreira en España.

 

Además, hoy hay embajadas en países clave que no tienen titulares. Es el caso de la Santa Sede, la Federación Rusa y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

 

Este último, tiene una gran importancia debido a la coyuntura del Brexit y las consecuencias que ello puede tener en la relación comercial bilateral con México, pero aquí parece que no pasa nada.

 

Tenemos que decirlo claramente. El tema de la transparencia en las representaciones mexicanas sigue siendo un pendiente.

 

Podemos constatar que la mayoría de las páginas de Internet de las embajadas mexicanas en el exterior, cuentan con actualizaciones de hace tres meses, en el mejor de los casos. 

 

Algunas de ellas datan incluso del año 2012.

 

En lo que va de esta administración, solamente tres embajadores, Argentina, Colombia y Cuba, han remitido a la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y El Caribe, información sobre el estado que guarda la relación bilateral con los países donde se encuentran adscritos.

 

En materia de asuntos multilaterales, nos congratulamos de que México se abra al escrutinio de organismos internacionales, pues permite que se perciba a nuestro país como un Estado responsable.

 

Lo que es bochornoso, es que el gobierno federal termine con profundas diferencias con muchos de esos organismos, como sucedió con el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas y con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ante el caso Ayotzinapa.

 

Lo ocurrido en la representación permanente ante la UNESCO por el voto a favor de México al proyecto de resolución titulado: Palestina ocupada. Considero que este Senado de la República merece una explicación.

 

En materia de derechos humanos, no están haciendo bien la tarea ni desde avenida Juárez ni desde Los Pinos, a pesar de que el Presidente brinde discursos elocuentes en el Pleno de la Asamblea General de la ONU. Basta con ver cómo se ha abandonado a los migrantes y a los repatriados, condenándolos a sufrir vejaciones y abusos.

 

Venezuela es un ejemplo de cómo navega el gobierno entre la ambigüedad y el silencio cómplice de atropellos también fuera de nuestras fronteras.

 

Nuestros llamados reiterados a la Cancillería para que se tomara una posición firme y con respeto a los derechos humanos, han sido una y otra vez ignorados.

 

Fue sólo hasta que la mesa de la Unidad Democrática alcanzó una mayoría en la Asamblea Nacional de Venezuela, que la Secretaria de Relaciones Exteriores accedió a recibir a la activista Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, uno de los líderes políticos opositores presos por el régimen de Nicolás Maduro, y lo hizo casi 24 meses después de su detención.

 

Me gustaría preguntarle ¿qué estado de la comunidad internacional que pregone la responsabilidad global se pronuncia sobre una crisis de derechos humanos de tal magnitud 24 meses después?

 

El Vaticano ya ha tomado un rol muy activo, promoviendo el diálogo, mientras que México, este país hermano solamente está mirando, en el mejor de los casos.

 

El colmo de la incongruencia lo testificamos hace unos días. El Presidente rindiendo su IV Informe de Gobierno, con los peores niveles de aprobación en la historia desde que se creó ese indicador.

 

Cuestionado por innumerables omisiones y porque el “Mexican moment” se diluyó ante la incapacidad para implementar las reformas estructurales.

 

Ante ello, ¿cómo es posible que acepte el Presidente de México recibir el premio al estadista 2016 en los Estados Unidos? ¿Quién le aconseja? Como país debemos abandonar la diplomacia de reflectores para dar paso a una verdadera estrategia en materia de política exterior.

 

Necesitamos que México vuelva a ser un actor líder y no sólo uno reactivo y expectante. Están frente a nosotros coyunturas históricas que marcarán las próximas décadas por la recomposición de los equilibrios mundiales.

 

Ahí está el proceso de normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba. Habrá que prepararnos ante los crecientes cuestionamientos al comercio internacional que han llevado al Brexit y analizar a detalle los costos y beneficios del TPP.

 

En materia de migración no quiero dejar de mencionar que desde este Senado de la República hemos levantado la voz a favor de la protección de la migración infantil no acompañada, enfatizando que su atención no debe ser persecutoria sino con un rostro humano.

 

Como está atendiendo la Cancillería tan delicado problema, conscientes de que deben trabajar una agenda bilateral con la Secretaría de Gobernación.

 

Debemos aprovechar además nuestra participación en los foros internacionales y volver a ser un país referente en la toma de decisiones trascendentales.

 

¿Qué papel jugó nuestro país en la negociación de paz en Colombia? ¿Qué gestiones diplomáticas está haciendo hoy nuestra cancillería en la crisis que vive Venezuela? ¿Cuáles son los esfuerzos mexicanos para distender la crisis política de Nicaragua?

 

Estamos a tiempo, sabemos que las preguntas son muchas y las respuestas serán, por desgracia, muy pocas. Exhortamos a este gobierno a que dé el golpe de timón que se requiere. Los dos años que le quedan son tiempo muy valioso, como dicen, para mover a México, para sacarlo de la humillación y llevarlo al lugar que le corresponde en el concierto internacional.

 

Somos, en este Senado de la República, corresponsables de la política exterior. Tenemos la facultad exclusiva, quisiéramos tener aquí más seguido a la canciller dialogando con nosotros, haciendo política, logrando impulsar de la mano con el congreso, concretamente con este Senado, la agenda en materia de política exterior.

 

Estamos a tiempo de recuperar esa diplomacia de principios, de recuperar esa diplomacia de ideales de recuperar esa diplomacia de causas yd e recuperar esa diplomacia de compromiso, esa que nos ha generado orgullo y que nos ha distinguido siempre, insisto, hagámoslo, estamos a tiempo.

 

Es cuanto, presidente.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senadora Mariana Gómez del Campo.

 

Tiene el uso de la palabra la senadora marcela Guerra Castillo.

 

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Con su venia señor presidente.

 

Señora secretaria Claudia Ruiz Massieu, sea usted siempre bienvenida a este Senado de la República.

 

Compañeras y compañeros senadores de la República:

 

La conducción de la política exterior es una prerrogativa del Ejecutivo Federal y toca al Senado analizarla. De ahí la importancia de este diálogo abierto, respetuoso, entre los poderes, para escucharnos, para entendernos y para lograr los consensos y sumar también esfuerzos.

 

Mi bancada, observa que la Secretaría de Relaciones Exteriores del Siglo XXI está presta a alinear las expresiones de diversos actores de la sociedad, aceptando con ello que en la formulación de la política exterior de México se incluyan otras voces y posiciones que en antaño, es decir hace poco, no se tomaban en cuenta.

 

En este sentido y tres escuchar el mensaje de la señora Canciller, quiero destacar y reconocer dos grandes aciertos:

 

Primero, que hay un diagnóstico claro del contexto internacional, pues en efecto la política exterior como la interna, nos sucede en el vacío.

 

En segundo lugar, hay una estrategia armónica con ese diagnóstico y consecuente con nuestros principios y pragmática en la defensa y promoción de nuestros intereses.

 

Sí compañeras y compañeros. Tenemos que hacer un distingo sin abandonar nuestros principios tenemos que favorecer nuestros intereses, los intereses de la Nación y los intereses de los mexicanos y las mexicanas.

 

Para el Partido Revolucionario Institucional, una de las grandes metas de nuestra diplomacia es mantener la irrenunciable defensa de nuestra soberanía, al tiempo que promueve la plena inserción de México en el mundo.

 

Y desde nuestro punto de vista, ambos objetivos no son contarios sino se complementan entre sí.

 

Creemos en un nacionalismo moderno donde abrirnos al mundo es una decisión soberana con el fin de aprovechar las oportunidades que ofrece el exterior para apuntalar beneficios internos como la atracción de empleos, las inversiones, los intercambios educativos, la cooperación científica, entre otras metas que sirvan a México y a los mexicanos.

 

Por eso celebro que durante la administración del señor Presidente Enrique Peña Nieto, la política exterior se gesta con sentido social, muy importante el sentido social, y la diplomacia se entienda como una verdadera forma de servicio público.

 

Como en mucho tiempo no había ocurrido, hoy vemos una política exterior que concilia principios e intereses, que no cae en el dogmatismo sin matices y tampoco en el pragmatismo sin contrapesos.

 

Vemos pues, una soberanía proactiva, un nacionalismo que no se repliega ni es defensivo. Al contrario, que se proyecta al mundo con orgullo y que es consistente tanto en el mandato constitucional como en el ideario que abandera nuestro Partido.

 

Compañeras y compañeros senadores:

 

Uno de los grandes retos de nuestros tiempos en el plano internacional es el resurgimiento de voces de diversas partes del mundo que llaman al aislacionismo que rechazan el libre comercio y se oponen a la integración.

 

Así lo hemos atestiguado en el marco de la Unión Europea y por supuesto en la presente coyuntura electoral que se vive hoy por hoy en Estados Unidos.

 

Más grave aún, este fenómeno trae aparejadas peligrosas actitudes xenofóbicas, políticas excluyentes y la normalización de una intolerancia contra los migrantes.

 

No deja de ser una paradoja que esto suceda al mismo tiempo que el mundo vive uno de los momentos donde la integración regional ha demostrado ser un mecanismo efectivo para generar desarrollo y prosperidad.

 

En este contexto el Partido Revolucionario Institucional hace un llamado para que México continúe erigiéndose como un campeón de libre comercio y de la integración, aunque a muchos no les guste, ya lo vinieron a decir a esta Tribuna.

 

Pero sí funciona y ha funcionado bien porque no se trata de una postura exclusivamente ideológica sino ante todo de una apuesta estratégica y pragmática. Lo decimos abiertamente: pragmática.

 

En efecto, el modelo de desarrollo mexicano se basa en la apertura al mundo: en la competencia, en la integración, como demuestra el hecho de que el 63 por ciento de nuestro Producto Interno Bruto es generado por el comercio exterior.

 

Por ejemplo: si en 1982 el 70 por ciento de nuestras exportaciones dependía del petróleo y la minería, en la actualidad esa cifra ha bajado y se ha reducido al 8.7 por ciento.

 

En cambio hoy, el 84, casi el 85 por ciento de nuestras exportaciones son manufacturas y las industrias de exportación son algunas en las que se han creado trabajo mejor pagados.

 

La evolución también ha sido cualitativa, pues hoy somos el tercer exportador de manufacturas de mediana y alta tecnología dentro del G20, y sólo después de Corea del Sur y de Alemania.

 

No es coincidencia entonces que promover el libre comercio, la integración sean objetivos prioritarios para nosotros, lo que se refleja en nuestra red de 12 tratados de libre, que nos da acceso preferencial a un mercado de más de mil millones de consumidores en 46 países.

 

Todos estos factores nos han permitido convertirnos en la décimo quinta economía en el mundo, así como el treceavo receptor de inversión extranjera directa.

 

El diagnóstico es contundente: el libre comercio es una palanca fundamental para nuestra economía, una herramienta que se traduce en empleos, oportunidades y prosperidad para todos los mexicanos.

 

En el tema de América del Norte, Canadá y Estados Unidos, exponemos que el Partido Revolucionario Institucional reconoce que en los últimos meses la Secretaría de Relaciones Exteriores ha sido particularmente proactiva para promover mecanismos de integración económica, tanto con nuestros socios tradicionales como los nuevos aliados.

 

En América del Norte hemos dado pasos contundentes para fortalecer nuestros vínculos y diversificar la agenda trilateral. Así quedó claro que durante la Cumbre de Líderes de América del Norte, en la que el presidente Peña Nieto acordó, junto con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá, orientar los futuros esfuerzos de la región en torno a temas innovadores como medioambiente, competitividad, seguridad y cooperación en asuntos globales.

 

A su vez, durante la visita de Estado del presidente Enrique Peña Nieto a Canadá, en junio pasado, México revitalizó sus lazos con Canadá y se logró eliminar la visa, que era un irritante en la relación.

 

En lo que respecta a Estados Unidos, nuestra relación más importante, constatamos que se han hecho avances, como usted Secretaria, lo ha señalado en dos áreas estratégicas:

 

La primera, diversificar nuestra agenda e institucionalizar nuestros mecanismos de vinculación bilateral, para que sean permanentes y estén por encima de coyunturas como las campañas electorales y los cambios de administración.

 

En estos años hemos pasado de una agenda tradicionalmente centrada en temas de seguridad, recordemos la guerra de las drogas y la migración; a otra que hoy incluye mecanismos de vanguardia como el diálogo económico de Alto Nivel, el Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación; o el Consejo Mexicano-Estadounidense para el Emprendimiento y la Innovación. Es decir, esta es una agenda económica de prosperidad compartida.

 

Y también la institucionalización de esta relación, que garantiza su continuidad en el largo plazo y que se ha debido en  gran medida, al contacto permanente de los presidentes Peña Nieto y Barack Obama; lo que demuestra que México está en permanente diálogo, es nuestro vecino, Estados Unidos es nuestro vecino, tenemos una de las más importantes y grandes, vigorosas, y fuertes fronteras, de 3 mil 200 kilómetros, que además es un tránsito de personas confiables, de mercancías y este país, nuestra relación es y debe seguir siendo fluida, sólida y productiva.

 

La integración y diversificación de la Unión Europea y el TPP. Si bien América del Norte es nuestra región prioritaria, en el PRI reconocemos la necesidad de ampliar nuestros vínculos económicos y políticos con países de todas las latitudes; por ello celebramos que México trabaje en actualizar el llamado Acuerdo Global con la Unión Europea.

 

Quiero aprovechar aquí para reiterar que frente a la decisión del Reino Unido para salir de este bloque, los senadores del PRI ratificamos nuestra confianza en las instituciones europeas y en su proceso de integración, que continúa siendo el modelo más exitoso a la fecha.

 

En el mismo sentido, gracias a una excelente relación que la Cancillería ha cultivado con el Reino Unido, México, estamos listos aquí para construir los acuerdos necesarios, acuerdos bilaterales con este país y que mantengan incluso y se puedan profundizar en nuestra relación económica, nuestra relación política y los intercambios necesarios a los que debamos de profundizar para mantenernos actualmente en el marco también de la Europa del futuro.

 

En un sentido similar, aplaudimos la participación activa de nuestro país en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico, el TPP, que se trata –como ustedes ya saben– de un instrumento de vanguardia que nos conectará con Asia-Pacífico, la región más dinámica del mundo, y que le dará a los productores mexicanos acceso a un mercado de 157 millones de consumidores adicionales.

 

Ahora que la ratificación de este Tratado está en manos del Senado, el Grupo Parlamentario del PRI expresa su voluntad, señora Canciller, de construir los consensos que nos permitan no sólo aprobarlo, sino también difundir todos sus beneficios.

 

América Latina. Al lado de estas acciones de diversificación, el PRI celebra que, bajo el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto, América Latina y El Caribe, a quienes estamos unidos por nuestra historia, nuestra cultura y también por intereses comerciales y visión de futuro, estemos en ese sentido nuestra área natural de solidaridad, de influencia, y también la defensa del libre comercio que nos ha permitido fortalecer un joven pero fructífero mecanismo económico, que es la Alianza del Pacífico.

 

De esta manera, México, Chile, Colombia y Perú, hemos dado pasos para acelerar nuestras sociedades y nuestros mercados de cara al futuro.

 

Con la liberación del 92 por ciento de los bienes y servicios dentro de este grupo, así como la creación del mercado integrado latinoamericano, nuestros países son un ejemplo vivo de que construir puentes de entendimiento y cooperación es la mejor receta para llevar prosperidad a nuestros ciudadanos.

 

Al mismo tiempo, nos congratulamos porque durante este año se ha generado un reacercamiento provechoso con países latinoamericanos y caribeños, como es el caso de Cuba, Argentina y Brasil. Y que a la vez estos países han colocado nuevamente a México dentro de su agenda de prioridades.

 

Compañeras y compañeros senadores, la política exterior y la diplomacia son los instrumentos que abren y mantienen abiertas las puertas del mundo para que el resto del gobierno y todos sus órdenes y niveles puedan hacer su trabajo con mayor eficacia y eficiencia en beneficio de todas y de todos los mexicanos.

 

No siempre es fácil, y nunca con suficiente justicia se puede cuantificar el trabajo que tiene la Cancillería en el quehacer cotidiano de la administración, y para facilitar la labor de otros poderes.

 

Por ello, quiero reiterar mi reconocimiento a la Canciller de la República. Señora, la felicitamos por su liderazgo, por su temple, por la institucionalidad con la que ha conducido nuestra diplomacia en momentos muy complejos, particularmente en lo que respecta a Estados Unidos.

 

Y es preciso reconocer que se trata de un momento histórico sin precedentes y que incluso nadie ha empezado, por la sociedad y los analistas de ese país a entender. Ni siquiera lo habían previsto y tampoco lo han terminado de entender.

 

Sabemos y le hemos dado seguimiento a sus 27 visitas, al mapa que usted ha mostrado a diferentes actores del más alto nivel en Estados Unidos, como son gobernadores, como son legisladores, como son alcaldes, como son también los grupos de mexicanos poderosos y latinoamericanos en el país vecino.

 

Ha mostrado usted cuál es la contribución que tienen y que dan los mexicanos a este país. Ha demostrado usted cuál es el intercambio económico y ese es muy importante: 27 visitas, la felicito por ello.

 

Desde su origen, el Partido Revolucionario Institucional y los gobiernos emanados de éste, han defendido la política exterior responsable, propositiva y patriótica.

 

Hoy, nos complace constatar que el Presidente de la República y la Secretaria de Relaciones Exteriores se suman a esa larga tradición partidaria, firme en sus principios, propositiva en sus acciones y siempre abierta al diálogo.

 

Finalmente, desde aquí me sumo al llamado de la unidad que hacemos el Grupo Parlamentario de PRI, de seguir apostando por fortalecer un diálogo y las alianzas en torno a los temas fundamentales para nuestro país.

 

Sepa, señora Secretaria, que cuenta con el respaldo permanente de los senadores y de las senadoras del PRI para seguir trabajando por México. Este México querido que queremos ver siempre hacia adelante.

 

Es cuanto, muchas gracias.

 

****** (SIGUE TERCERA PARTE) *******