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• Espacio de diálogo y consenso, asegura González Morfín
• Para el PRI, al país no le conviene un Poder Legislativo débil
• El Congreso se afianzó como una institución clave para la democracia: PAN
• La pluralidad no fue obstáculo, señala PRD
• PVEM: Congreso dio gobernabilidad en un contexto de violencia
• Se requiere de un Legislativo radical que vaya a la raíz de los problemas: PT
• Necesario, que nuevos legisladores perfeccionen normas jurídicas: MC
La Comisión Permanente concluyó este martes sus labores correspondientes al segundo receso del tercer año de ejercicio de la LXI Legislatura.
Legisladores del PRI, PAN, PRD, PVEM, PT y Movimiento Ciudadano destacaron el papel que desempeñó el Congreso como un espacio de diálogo, responsabilidad y consensos en la actual coyuntura política.
Poco antes de proceder a la declaratoria de clausura, el senador José González Morfín, presidente de ese órgano del Congreso, afirmó que México requiere que todas las fuerzas políticas trabajen “hombro con hombro” para encontrar soluciones a los grandes desafíos que requiere la sociedad.
Señaló que la coyuntura político electoral de los últimos meses trajo consigo muchos desafíos para la construcción de acuerdos, sin embargo “puedo decir sin temor a exagerar y a pesar de los complejos momentos que se vivieron en la arena política, que la Comisión Permanente fue un espacio institucional de diálogo, responsabilidad y de consensos”.
El legislador panista aseguró que el Poder Legislativo se ha afianzado “como una institución clave para la democracia y la vida pública, que asume plenamente su papel en la transformación de nuestro país”.
En su opinión, el común denominador del trabajo parlamentario se hizo fue “la voluntad democrática y con ella todos dimos muestra de que a través del diálogo respetuoso sí es posible arribar a consensos, por lo que hago votos por que esa misma voluntad democrática siga siendo parte del trabajo en los años por venir”.
A su vez, el diputado Francisco Rojas Gutiérrez expresó que en el Congreso el PRI se constituyó como una oposición responsable “que no ha entorpecido las tareas de gobierno a pesar de la diatriba y los ataque mediáticos”.
Durante esta Legislatura, enfatizó, se aprobaron 93 de las 122 iniciativas del Ejecutivo, se dictaminaron 11, 16 están en proceso y dos fueron consideradas improcedentes.
Dijo que al país no le conviene un Poder Legislativo débil que no sea un contrapeso institucional en el equilibrio de poderes y que así como no tiene justificación el “mayoriteo” tampoco “resulta una fatalidad para el Congreso el que no existan mayorías absolutas”.
La legislación que surge del acuerdo, asentó, es la que garantiza su vigencia y por ello “frente a la crisis hemos convenido mantener los principios esenciales” que provienen de las conquistas, el estilo de vida y las preocupaciones de los mexicanos.
A nombre de Acción Nacional, el diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas resaltó que en los últimos años la Cámara de Senadores y la colegisladora finalmente consiguieron sacudirse “la ignominia del sometimiento al que las sujetó el presidencialismo metaconstitucional durante casi todo el siglo XX”.
Sin embargo, hizo notar que un tema de agenda relevante para las próximas legislaturas es una reforma política que solucione “la carencia de mecanismos genuinos de contacto, colaboración, entendimiento, diálogo y rendición de cuentas entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión”.
Consideró que el Congreso puede cumplir de mejor manera con su responsabilidad si no se imponen criterios de manera unilateral o si la coyuntura electoral no convierte a las cámaras “en espacio para la revancha o el desacuerdo”.
El legislador se pronunció por concretar las reformas laboral, energética, fiscal, política y del Estado, porque “no hay tiempo que perder” para generar más oportunidades a los ciudadanos.
Por el PRD, la diputada Mary Telma Guajardo Villarreal destacó que la LXI Legislatura actuó de manera responsable ante la obligación de coadyuvar a la superación de la crisis económica, dar instrumentos al gobierno para combatir la inseguridad, así como tomar las medidas necesarias con el propósito de atemperar el deterioro social.
Pero la principal responsabilidad, dijo, recaía en el Ejecutivo por sus atribuciones constitucionales y legales, pero la promesa de convertirse en el gobierno del empleo “hoy se traduce en un déficit de 1.6 millones de empleos, en la multiplicación de las fuentes de trabajo precarias y el crecimiento de la informalidad”.
Agregó que la actual estrategia de seguridad “ha sido un fracaso” que dejará como saldo 95 mil asesinatos en los últimos cinco años, según cifras del INEGI, “sin que hayan disminuido el narcotráfico y la delincuencia organizada”.
Reconoció que la división de poderes “es una tendencia irreversible” y el pluralismo en el Congreso, en el que ningún grupo parlamentario tuvo la mayoría absoluta, no implicó parálisis legislativa ni fue obstáculo para que este poder del Estado realizara sus funciones a favor de los mexicanos y del desarrollo de nuestro país.
En su intervención, el senador Tomás Torres Mercado, del PVEM, aseguró que el Congreso contribuyó a la fortaleza de las instituciones y dio gobernabilidad en un contexto complejo de violencia, dolor, luto y de irresponsabilidad política.
Consideró que hoy México “es otro”, debido a que ahora la sociedad demanda, reclama y hace un análisis sobre la utilidad de su Congreso y representantes populares.
En este sentido, subrayó la necesidad de escuchar a la ciudadanía para dar legitimidad a los debates que tendrán lugar en el Congreso y hacerla “sentir que realmente está representada”.
Destacó el trabajo que la Legislatura que termina hizo en materia de reforma política, que permitirá a los ciudadanos participar sin la necesidad de pertenecer a algún partido político.
En su turno, el diputado petista Jaime Cárdenas Gracia manifestó que el Poder Legislativo tiene “grandes tareas pendientes porque hoy en día las instituciones se encuentran secuestradas por poderes fácticos, mientras que el aparato del Estado está al servicio de ellos y no del interés general”.
Se pronunció por un Congreso “radical que vaya a la raíz de los problemas, que proponga soluciones de fondo, que condene y luche por cambiar el modelo neoliberal que empobrece y excluye a millones de personas, que luche por los derechos laborales y alimentarios de los mexicanos, que defienda la soberanía y el patrimonio nacional”.
“El Poder Legislativo --agregó-- está obligado a promover la insurgencia cívica y la resistencia civil pacífica en contra de la opresión de la oligarquía y los que detentan el poder político, mediático e ideológico”.
Por su parte, el senador Julián Güitrón Fuentevilla expresó que es necesario que la nueva legislatura perfeccione las normas jurídicas y leyes electorales que existen actualmente.
De lo contrario --opinó el legislador de Movimiento Ciudadano-- “estaríamos en anarquía y caos”.
Señaló que las normas jurídicas rigen la vida de 115 millones de mexicanos, por lo que “tenemos que acatarlas, ya que de otra manera será imposible que haya una convivencia entre ciudadanos”.
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