Ante el aumento del consumo de alcohol entre los jóvenes, senadores del PRI solicitaron al Gobierno federal y a los estatales, fortalecer e impulsar campañas de concientización dirigidas a ese sector de la población, sobre los efectos nocivos del abuso de bebidas embriagantes.
Señalaron que por distintas cuestiones, que van desde el ocio e inactividad, hasta problemas familiares, los adolescentes son el grupo social que manifiesta los niveles más elevados de consumo de alcohol, que beben por lo menos una vez a la semana o grandes cantidades en una sola ocasión.
La Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C. de México señala que cada año miles de jóvenes se suman a la población con problemas de alcoholismo, especialmente menores de entre los 9 y los 12 años, indicaron.
En un punto de acuerdo, firmado por las senadoras Blanca Alcalá, Marcela Guerra, Graciela Ortiz y Ana Lilia Herrera, mencionaron que de acuerdo a un estudio del Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), el abuso y dependencia de las bebidas embriagantes se asocian con el 10.8 por ciento de dificultades frecuentes con la familia, entre otros aspectos.
Puntualizaron que, además, el consumo excesivo puede causar enfermedades como cirrosis hepática, diabetes mellitus, cáncer, desórdenes neuropsiquiátricos, daños al corazón, hígado, estómago y sistema nervioso, así como desnutrición y anemia.
Consideraron que la ingesta de alcohol no sólo se trata de un riesgo de salud, sino que además produce consecuencias físicas, psíquicas, económicas, laborales, familiares y sociales.