Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

  • Las reformas estructurales implementadas por el Ejecutivo Federal, a la fecha no reflejan mejoría en la calidad de vida.
  • México está inmerso en una crisis económica, el ingreso per cápita no cubre ni siquiera las necesidades básicas.

Al elaborarse el paquete económico para el 2016 (Presupuesto de Egresos de la Federación), expertos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) plasmaron mecanismos de control del flujo económico, que de cierta manera lograrían un equilibrio y estabilidad del país. A semanas de haber iniciado el año, es evidente que México está inmerso en una crisis económica, pues el ingreso per cápita no cubre ni siquiera las necesidades básicas de la mayor parte de la población.

Ayer el presidente del Banco de México Agustín Carstens ofreció una conferencia en la Universidad Panamericana y lanzó una advertencia a la SHCP: “Si no se realizan ajustes al gasto del Gobierno, será necesario aumentar las tasas de interés en México a un ritmo más rápido de lo previsto”.

Cansterns mencionó que todo esto ocurrió a raíz de la caída del petróleo, hace seis meses exactamente, a la fecha se han perdido 500 mil empleos y se han pospuesto o eliminado proyectos de inversión por 400 MMDD, todos aplicados al sector petrolero. No debería sorprender que algo similar se refleje prontamente en nuestro país.

Tagle Martínez señaló que lo anterior es indicador del estado de emergencia económica en el que se encuentra el país, “pues las inversiones que se tenían previstas con la aprobación de las reformas estructurales implementadas por el Ejecutivo Federal, no se han visto reflejadas en beneficios directos en la calidad de vida de las personas, por el contrario, el recorte de personal en PEMEX y la quiebra de ICA, una de las empresas constructoras más importantes en México, presagian tiempos díficiles para los mexicanos; es evidente que estamos inmersos en una crisis económica que no se quiere reconocer y de no actuar de manera inmediata tendremos que contratar más deuda”.

Ahora se trae a la memoria el momento histórico de la economía mexicana con el modelo neo-liberal implementado en los años 80, en el que se pretendía reducir el gasto público, combatir la inflación, lograr estabilidad financiera y el fortalecer el ahorro interno, sin embargo este modelo a través de los sexenios no ha cumplido su objetivo, pues cada día hay una mayor precarización de las condiciones de vida de la población.

“Estamos a tiempo de que el Ejecutivo federal y los gobernadores se amarren en serio el cinturón y se recorten gastos superfluos, así como las vías por las que se benefician a empresas “amigas” a sobreprecio para cubrir los gastos de la corrupción, de lo contrario podríamos repetir la historia y la ciudadanía sería afectada de manera severa”, concluyó la legisladora independiente.

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