· Es un tema de clara urgencia para que los Estados miembro de las Convenciones aprovechen sustancias que pueden beneficiar a la población, plantea
· UNGASS será el punto de partida para concretar una política internacional en materia de drogas acorde a la realidad mundial, destaca la senadora
La presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado de la República, senadora Cristina Díaz Salazar, consideró prioritario que en la reunión de la UNGASS del 19 al 21 de abril se dé la discusión sobre la regulación del uso, producción, control, distribución y comercialización, tanto a nivel nacional como internacional, de medicamentos elaborados con cannabis y sus derivados, así como otras sustancias controladas.
“Es un tema de clara urgencia para que los Estados miembro de las Convenciones puedan aprovechar sustancias como la marihuana o el opio en beneficio de la población”, dijo la senadora del PRI, quien en noviembre pasado propuso regular el uso medicinal de la marihuana y permitir la importación de medicamentos con cannabis.
Al referirse a la sesión especial de la Asamblea de Naciones Unidas sobre el Problema de las Drogas, que se deriva de la propuesta de México, Colombia y Guatemala, en 2012, la senadora Díaz Salazar dijo que en materia de estupefacientes las políticas públicas en países como Estados Unidos, Colombia, Holanda o Portugal, entre otros, van más allá de lo plasmado en las convenciones contra las Drogas de la ONU, por ello la importancia de que en UNGASS se logren acuerdos apegados a la nueva realidad del mundo.
Está claro que la política de drogas de la comunidad internacional está rebasada por la realidad; y se debe establecer un nuevo paradigma, acotó.
La Senadora Cristina Díaz puntualizó que en diversas reuniones a nivel mundial, un componente constante ha sido el uso de ciertas sustancias –como la cannabis- con fines médicos y/o científicos, pero no se ha visto con la seriedad debida. “En todas las Convenciones se ha aceptado este uso, pero no se han establecido parámetros ni directrices al respecto”, remarcó.
También –agregó- debe ser prioritaria la discusión de los efectos sociales del uso de drogas, ya que es muy poco lo que se ha abordado en las convenciones respecto de las medidas de prevención de adicciones, así como de tratamientos psicológicos y de rehabilitación; las políticas se han enfocado en el combate, pero no en la creación de consciencia.
Hoy, por ejemplo, se vuelve prioritario abordar con seriedad el tema de Reducción de Daños como política para aminorar las consecuencias del uso problemático de drogas; entendiendo que en buena medida, esta práctica se hace necesaria por los efectos de malas políticas de control de drogas.
Acotó que recientemente presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Salud en materia de Reducción de Daños, retomando ejemplos de programas exitosos de este tipo en Estados Unidos, Canadá y Europa, entre otros.
Finalmente, acotó que el debate público actual en México, obliga a repensar y replantear nuestra política de drogas, sobre todo porque la realidad de hoy es muy distinta a la de hace 20 años, que fue la última vez que se realizó una UNGASS; los patrones de consumo y trasiego en estas dos décadas han cambiado, alcanzando niveles alarmantes.
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