Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

El pleno del Senado de la República aprobó otorgar la Medalla Belisario Domínguez 2016 al ex marino e ingeniero Gonzalo Miguel Rivas Cámara, cuya candidatura fue propuesta por el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN).

La presea le será entregada post mortem en ceremonia solemne que tendrá lugar el jueves 24 de noviembre próximo, en las instalaciones del Senado en Xicoténcatl, con la presencia del Presidente Enrique Peña Nieto y familiares del condecorado.

La senadora Sonia Mendoza Díaz, secretaria de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, fijó la posición del grupo parlamentario del PAN, en tribuna, donde destacó las acciones y méritos de Rivas Cámara tomados en cuenta para proponerlo como merecedor de la presea.

“Al laurear a Gonzalo Rivas también rendimos homenaje a la Marina Armada de México, que entrena a sus elementos con los valores de ayuda y sacrificio por los demás. Gonzalo Rivas fue una persona formada con esos valores, educada en un ambiente donde se estimule el altruismo, la generosidad y la solidaridad”, sostuvo.

“La Medalla Belisario Domínguez para Gonzalo Rivas reviste una enorme trascendencia moral, ética y humana; es un reconocimiento al sacrificio de un hombre que entregó su vida para salvar la de los demás. Hay un profundo testimonio de solidaridad humana”, afirmó.

El dictamen fue aprobado con 73 votos a favor, 3 en contra y 8 abstenciones de los senadores presentes.

 

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15 de noviembre de 2016

* Versión de la intervención en tribuna de la senadora Sonia Mendoza Díaz al participar en la discusión de un dictamen de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, que contiene punto de acuerdo por el que se confiere la Medalla de Honor Belisario Domínguez correspondiente al año 2016, al ciudadano Gonzalo Miguel Rivas Cámara (post-mortem)

Con su permiso, señor Presidente.

 Compañeras senadoras y compañeros senadores.

La Medalla Belisario Domínguez fue instituida en honor a este prócer chiapaneco para reconocer a mexicanas y mexicanos excepcionales que se han distinguido por sus altos valores y por su labor en beneficio del país.

La presea ha sido otorgada siempre a políticos, intelectuales, profesionistas o empresarios. En esta ocasión, sin embargo, será entregada post- mortem a un ciudadano que en determinado momento de su vida fue capaz de un sacrificio heroico: arriesgar su propia vida para evitar la muerte de muchas personas.

Gonzalo Miguel Rivas Cámara era su nombre y hoy se le entrega el mayor reconocimiento del Senado de la República. Estamos subrayando su profundo sentido de dignidad. No se trata de enfrentar personas ni a movimiento alguno.

De acuerdo con los estatutos del decreto para conferir este galardón, tenemos la enorme oportunidad para reconocer a un hombre en cuyo corazón anidó el sentimiento más genuino y desinteresado que puede existir: servir a nuestra patria o a la humanidad.

Es verdad que esa vocación de generosa entrega a los demás puede adquirir diferentes formas. En algunos hombres y mujeres esa constancia de filantropía arrebatada puede ser a través del arte, la ciencia, el trabajo social o la construcción de instituciones, pero indudablemente también puede ser a través del sacrificio o el heroísmo y éste es el caso.

Un héroe fue nuestro condecorado, quien el 12 de diciembre de 2011 se encontraba en su oficina, una gasolinera de Chilpancingo, cuando inició el fuego en una de las bombas despachadoras de gasolina como resultado de un enfrentamiento entre policías y estudiantes.

De acuerdo con sus compañeros de trabajo, mientras todos corrieron a ponerse a salvo, Gonzalo buscó un extinguidor para controlar el incendio.

Si bien logró impedir que se extendiese a los depósitos de gasolina, el fuego alcanzó el contenedor de plástico dejado junto a la bomba que, al derretirse, ocasionó una llamarada que lo alcanzó, provocándole quemaduras de tercer grado en el 35 por ciento de su cuerpo.

Esta acción admirable le costó la vida tres semanas después, pero evitó una gran tragedia y la muerte de cientos de personas que se encontraban en el lugar de los hechos.

Con su gesto quedó me manifiesto su valiente espíritu de servicio y entrega.

Para nadie es desconocido que al interior de nuestro Grupo Parlamentario se dio un fuerte debate para definir por quién deberíamos votar en esta ocasión.

Algunos de nuestros compañeros propusieron que diéramos nuestro apoyo a Manuel J. Clouthier, nuestro candidato a la Presidencia de la República en 1988.

No hay ninguna duda de los sobrados merecimientos del Maquío. Entre sus atributos estaba la generosidad y seguramente él mismo habría votado por que se le concediera la medalla a Gonzalo Rivas.

Clouthier solía decir que: “sólo se sabe vivir por aquello que se está dispuesto a morir”. Y congruente con esta premisa, Gonzalo estuvo dispuesto a morir para que otro pudieran vivir.

Valiente y comprometido fue Gonzalo Rivas, quien antes de llegar al estado de Guerrero, en su natal Veracruz formó parte de la Marina, donde estudiaría la Ingeniería en sistemas y donde llegó al grado de Teniente en fragata.

Es importante resaltar este dato, pues es sabido que quienes estudian en la escuelas de esa loable institución se caracterizan por su noble comportamiento y actuación desinteresada, es debido a la formación recibida que se rige de acuerdo con valores y principios que su comportamiento lo llevó a dar lo mejor de sí.

Al laurear a Gonzalo Rivas también rendimos homenaje a la Marina Armada de México, que entrena a sus elementos con los valores de ayuda y sacrificio por lo demás y a Gonzalo Rivas, una persona formada con esos valores, educada en un ambiente donde se estimule el altruismo, la generosidad y la solidaridad.

Señoras y señores senadores, hoy estamos dando reconocimiento a un acto de heroísmo incuestionable, no hay política detrás de esta decisión, como tampoco la hubo en la acción desinteresada de Gonzalo Rivas, pero hay en la segunda un profundo significado de la virtud cívica, eso a lo que Mario Vargas Llosa apeló cuando escribió su fantástica novela “El héroe discreto”.

Esa fascinante hidalguía ciudadana de la que es capaz un hombre en un momento de grave riesgo es la misma que distinguió a los miles de héroes discretos que salvaron a tantos durante el sismo de 1985 o a la que entregó a mi paisano, Adrián Carmona, para gritar “Cabo de guardia, estoy desarmado” y continuar peleando a pesar de perder un brazo en el combate; o a Belisario Domínguez para predicar aquello que salvaría a la patria, aunque significara para él perder la vida.

En todos y cada uno de esos actos está presente el espíritu desprendido de aquel 12 de diciembre de 2011 que inspiró a Gonzalo Miguel Rivas Cámara a cargar en sus hombros el peso de salvar a quienes probablemente ni siquiera se enterarían de su sacrificio.

Con nuestro a favor, las senadoras y senadores del Partido Acción Nacional, manifestamos nuestra convicción de que antes muchos hechos condenables por su crueldad y violencia, es preciso destacar todas aquellas conductas, grandes y pequeñas, que nos hacen confirmar la bondad y amor hacia nuestros semejantes.

En esas conductas ejemplares, podemos también invocar a otro ciudadanos formidables, Jesús García, conocido como el Héroes de Nacozari; y más recientemente a las enfermeras Reyna Casas Medina y Mónica Horta Ramírez, quienes rescataron a una veintena de bebés en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, incendiado por el estallido de una pipa de gas.

Son todas éstas acciones de desprendimiento y generosidad bajo peligro, vaya para todas las personas que así se comportan, un mensaje de agradecimiento y solidaridad.

La Medalla para Gonzalo Rivas es una forma genuina de honrar a todas y todos aquellos que han sido capaces de actos heroicos sin esperar nada a cambio.

El PAN, sensible a voces de diversos sectores y manifestando una conducta acorde y congruente con sus principios y valores, aprobará este dictamen, haciendo votos para que este tipo de actos estimulen la confianza de que al hacer algo por otro ser humano, lo hacemos por toda la humanidad.

Que sirva esta entrega de la Medalla Belisario Domínguez al Héroe de Chilpancingo, como ya es conocido, para fortalecer los debilitados lazos de unión y fraternidad de los mexicanos. El mérito de un gesto heroico no es desdoro de nadie, por el contrario, es manifestación convencida de esperanza en el porvenir.

La Medalla Belisario Domínguez para Gonzalo Rivas reviste una enorme trascendencia moral, ética y humana, es un reconocimiento al sacrificio de un hombre que entregó su vida para salvar la de los demás. Hay un profundo testimonio de solidaridad humana.

Por eso el voto del Partido Acción Nacional será a favor de su candidatura.

Es cuanto, Presidente.

 

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