Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

  • A diez años de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia es necesario revisar avances y pendientes.
  • Indispensable trabajar no solamente con las personas que sufren actos de violencia, sino también con quienes la ejercen.

Los numerosos casos de violencia contra las mujeres que han salido a la luz pública en semanas recientes, entre ellos el de la Senadora Ana Gabriela Guevara, han desencadenado una serie de reacciones por parte de activistas y legisladoras como la Senadora Ciudadana Martha Tagle quien expresó que nada justifica una golpiza, a ninguna persona, por ello lanzó un llamado para exigir que todos los casos sean atendidos y resueltos por parte de las autoridades.

En dicho tenor, Tagle Martínez cuestionó que a diez años de promulgarse la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia siga la escalada en las cifras de violencia de género en nuestro país “si bien se han generado importantes avances a raíz de esta ley y las legislaciones locales, es necesario hacer un alto y evaluar qué se ha logrado y qué es lo que está pendiente, toda vez que hay una clara persistencia de simulación por parte de ciertas instituciones del Estado que deberían garantizar nuestro derecho a vivir libres de violencias”.

“Asimismo, debemos analizar por qué no hemos podido involucrar de manera correcta a la sociedad, la ley no es suficiente si la gente no incorpora y visibiliza dentro de su vida cotidiana las razones por las que se sigue reproduciendo esta violencia en contra de las mujeres y las niñas y, sobre todo, cómo se puede erradicar a partir de las acciones individuales”.

Por último, Tagle Martínez señaló la urgente necesidad de eliminar la violencia institucional, es decir, la violencia ejercida por parte de las instituciones ya sea por acción u omisión “resulta elemental dejar de culpabilizar a las víctimas de violencia, es indispensable trabajar de manera conjunta para la prevención de este tipo de delitos y no enfocarse únicamente en quienes la sufren, sino también en quienes la ejercen”.