· El senador del Partido Acción Nacional pidió al Gobierno federal que, en forma clara y pública, solicite al de Estados Unidos qué temas quiere revisar y las propuestas específicas de modificación, durante la comparecencia del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, ante el Senado de la República.
El senador del Partido Acción Nacional (PAN), Héctor Larios Córdova, dijo no tener duda de que el Senado de la República no aprobará ninguna modificación al Tratado de Libre Comercio (TLC) que sea perjudicial para los intereses generales de México.
Al participar en una de las rondas de preguntas durante la comparecencia del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, ante el Senado de la República, Larios Córdova dijo que los senadores tienen interés en acompañar el proceso de renegociación del TLC, cuando empiece el mes de julio, pero subrayó que “lo primero es conocer, en el camino, cómo se va a ganar la batalla de la negociación, porque la batalla de la negociación no se va a ganar en la negociación, se va a ganar antes de que inicie esa negociación, con el cabildeo que haga el gobierno y los actores económicos de este país; con los actores económicos cuyos intereses se verán afectados”.
Asimismo, el senador panista expuso que es de elemental lógica conocer con precisión qué cambios quiere el presidente Donald Trump, antes de abrir consultas, antes de generar una gran incertidumbre en el país.
“No lo sabemos, nadie lo sabe, y estamos nosotros abonando a la incertidumbre que, por cierto, es el tema que más daño nos hace, no solamente por la especulación, sino, sobre todo, porque las inversiones en este país se están difiriendo y hoy ya tenemos signos inequívocos de que van a la baja”, apuntó.
El legislador panista señaló que Trump ni siquiera ha informado al Congreso de su país que quiere iniciar negociaciones para modificar el TLC, además de que no puede iniciar esas negociaciones hasta 90 días, cuando menos, después de que haga esa notificación.
Y en esa notificación, agregó, tiene que pedirle o comunicarle al Congreso ―porque no pide autorización― en qué temas quiere abordar la negociación.
En este sentido, Larios Córdova pidió a Videgaray que, en una forma clara y pública, solicite al gobierno estadounidense qué temas quiere revisar y las propuestas específicas de modificación. “De otra manera, simple y sencillamente nos estamos preparando para lo que no sabemos”, añadió.
A partir de estas propuestas, dijo, se podrán construir alternativas de solución, de negociación y los mismos límites de negociación.
“En mi opinión, el gobierno también tiene que contribuir a reducir la incertidumbre de tanta variedad de propuestas dando a conocer información que es verdaderamente natural”, afirmó.
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(Se anexa versión)
28 de febrero de 2017
* Versión de la intervención en tribuna del senador Héctor Larios Córdova al participar en la primera ronda de preguntas durante la comparecencia del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray
Gracias, Presidente.
Buenas tardes señor secretario, bienvenido a este ejercicio de intercambio entre el Senado y el secretario de Relaciones Exteriores en torno a uno de los temas – voy a hablar del aspecto comercial-- que más pueden afectar el bienestar de los mexicanos si no encontramos la mejor forma de abordarlo y resolverlo.
Desde su campaña electoral el Presidente Trump y más como Presidente electo y ya cuando entró en funciones, ha manifestado de manera reiterada que quiere modificar el TLC (Tratado de Libre Comercio).
Ante este planteamiento en México, el gobierno y diversos actores hemos tenido una enorme diversidad de posiciones, pero la verdad es que nadie sabe con precisión qué modificaciones pretende el gobierno de Estados Unidos.
Trump ha manifestado algunos resultados que espera. Primero ha dicho que quiere reducir el déficit comercial de su país, pero solamente se está enfocando a un país, a México, que representa el 7 por ciento del déficit que tiene Estados Unidos, muy por debajo de China, Japón, La Unión Europea, varios países en lo individual de Europa.
Si realmente su objetivo es reducir o revertir su déficit comercial, el TLC no es el camino de solución, por el contrario, si no existiera el TLC incrementaría su déficit, dado que el comercio que se da en la región del tratado tiene un porcentaje de integración regional que no lo tiene necesariamente el comercio que realiza con otras naciones.
También ha manifestado que su objetivo es impedir que los puestos de trabajo salgan de la Unión Americana y que en lo posible estos empleos regresen a Estados Unidos, pero en este tema otra vez solamente se refiere a un solo país, a México, y además, casi con exclusividad a una industria, a la industria automotriz, y aquí tampoco hay una sola evidencia que nos pueda indicar cuál es el verdadero objetivo.
El mercado americano de automóviles es poco menos de 18 millones de carros al año. Ellos producen 12 millones pero exportan 2; de los 8 que les falta, 2 se los vende México; México le vende 2 millones de automóviles a Estados Unidos e importa de otros países, de Alemania, Japón, Corea y otro países, importa 6 millones de automóviles.
Si lo quiere es llevarse los puestos de trabajo de la industria automotriz, pues creo que no lo va a conseguir con México, máxime que los automóviles que México le vende, --esos 2 millones--, tienen un porcentaje alto de integración de productos que se elaboraron en Estados Unidos. De tal manera que es absurdo que se enfoque a México porque precisamente esa situación no resuelve el tema que se plantea de regresar los empleos que están en la industria automotriz fuera de México; debería de enfocarse a Japón, a Corea.
Si el común denominador es que se enfoca a México y el común denominador es que no resuelve los problemas que se plantea, pues me parece que a lo mejor el Presidente Trump no está buscando seguramente el tema comercial.
A lo mejor en su esquema de negociación solamente está amenazando en la materia comercial y en el fondo busca negociar otros temas, como podría ser el tema de la seguridad o qué sé yo. No quiero con esto minimizar el problema; ya estamos metidos en broncas; él mismo se ha acotado los márgenes de maniobra y algo tenemos que hacer con respecto a los tratados comerciales.
Pero a mí lo que me parece de elemental lógica es que antes de abrir consultas, antes de generar una gran incertidumbre en el país, lo primero que tendríamos que hacer es conocer con precisión qué cambios quiere hacerle el Presidente Trump al NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por sus siglas en inglés), qué capítulo quiere modificar: el de reglas de origen, el capítulo agropecuario; qué tema quiere abordar.
No lo sabemos, nadie lo sabe y estamos nosotros abonando a la incertidumbre que, por cierto, es el tema que más daño nos hace no solamente por la especulación, sino sobre todo porque las inversiones en este país se están difiriendo y hoy ya tenemos signos inequívocos de que van a la baja.
El Presidente Trump ni siquiera ha informado al Congreso de su país que quiere iniciar negociaciones para modificar el NAFTA y no puede iniciar esas negociaciones hasta 90 días cuando menos después de que haga esa notificación.
Y en esa notificación tiene que pedirle o comunicarle ―porque no pide autorización― al Congreso en qué temas quiere abordar la negociación.
A mí me parece que México ni Canadá tenían ningún interés de abrir la negociación del Tratado de Libre Comercio.
Si ya buscamos incorporarnos al TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica) para complementarlo con los capítulos que no existían, como ya bien usted mencionó el tema de comercio electrónico y otros muchos, pues creo que ahora tenemos que tener una posición muy firme y contundente para exigir que los norteamericanos nos digan exactamente qué cambios quieren hacer. Esto ahuyentaría o ayudaría a aminorar las especulaciones que, insisto, están afectando.
Yo le pido, señor secretario, que en una forma clara y pública, solicite al gobierno norteamericano qué temas quiere revisar y las propuestas específicas de modificación. De otra manera, simple y sencillamente nos estamos preparando para lo que no sabemos.
A partir de estas propuestas, podemos construir alternativas de solución, de negociación, los mismos límites de negociación.
En mi opinión, el gobierno también tiene que contribuir a reducir la incertidumbre de tanta variedad de propuestas dando a conocer información que es verdaderamente natural.
Hoy vemos muchísimas propuestas, poner aranceles a los productos que son insumos en México, se habla de poner aranceles por ejemplo al maíz, el maíz es un elemento esencial y es competitivo en el precio, no hay otro país que lo podamos comprar más barato para la industria de almidones, para la engorda de ganado, para la porcicultura, para la avicultura, para muchas industrias, de tal manera que no podemos pensar en poner los aranceles ni estar amenazado con el “petate del muerto” porque no nos la creen.
Podemos ponerle aranceles productos de consumo, como a las manzanas de Washington, o podemos hacer otras cosas; he oído expresiones de decir: “Texas es el estado más republicano y que más le vende a México”, pues sí nada más que si le ponemos arancel al gas o a la gasolina, pues nos estamos pegando un tiro en el pie.
Claro que podemos hacer represalias, pero represalias ¿a qué?, no sabemos, insisto, en qué temas queremos negociar. Yo he criticado públicamente la decisión del gobierno de abrir consultas, ¿qué quieres modificar del TLC?, pues nadie en México quería modificar el TLC, queríamos perfeccionarlo, abrir nuevos capítulos, yo creo que tenemos que abandonar esa política y plantarnos con firmeza frente a Estados Unidos y decirle: no hablemos del tema hasta que ponga sobre la mesa qué propuestas tienes de modificación.
Y entonces sí estaría dispuesto a presentar alternativas de solución, o incluso a decir no me interesa a ese tema, nos retiramos del TLC y afrontamos las consecuencias.
No tengo duda que el Senado no aprobará ninguna modificación que sea perjudicial para los intereses generales de México, pero para ello también, como ya lo decía mi compañera Gaby Cuevas, queremos acompañar cuando inicie la negociación, que seguramente cuando muy temprano empezará en julio, pero sí quisiéramos conocer en el camino cómo se va a ganar la batalla de la negociación porque la batalla de la negociación no se va a ganar en la negociación, se va a ganar antes de que inicie esa negociación, con el cabildeo que haga el gobierno y los actores económicos de este país, con los actores económicos que sus intereses se verán afectados por modificaciones del TLC.
Y de eso tenemos plazo, ya lo deberíamos estar haciendo, espero que lo estén haciendo y tendríamos plazo cuando mucho hasta julio para cuando se sienten en la mesa a negociar prácticamente esté ganada ya la negociación.
Me parece que es importante que si no se puede formar un “cuarto de lado” al respecto, pero sí podemos tener reuniones en las áreas que correspondan para ir conociendo el avance y la manera en que nosotros podemos contribuir, ya sea para incentivar a actores económicos mexicanos o para cabildear con actores económicos de Estados Unidos para que la negociación pueda ser verdaderamente fructífera, en caso que exista, porque a lo mejor es de otro tipo la negociación, en caso que exista, que podamos ganarla antes de julio que empieza propiamente la mesa.
Gracias, secretario.
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